Las Bitacoras de Weinss

Las Bitacoras de Weinss

Irviendo

29/04/2020

Bitácora 80.- Cara Nueva

No recuerdo cuantos días llevo en este bote, perdí la cuenta cuando conté el día 187, deje de remar hace varias puestas de sol porque estoy cansado de hacerlo todos los días sin descansar, aunque mis manos están muy peladas porque remaba con todas mis fuerzas, pero parece que no avanzo en este mar infinito.

Las raciones de comida que tenía este bote se me acabaron hace mucho, lo único que mantengo es un filtro de agua que tenía el kit de supervivencia y gracias a otros materiales que tenía el barco, pude hacer otro filtro de agua usando camisas, una botella de agua, una cubeta y una piedra. Mis días pasando sed terminaron, pero el problema mayor es la falta de comida, a veces tengo suerte al pescar y puedo guardar comida para otros días, pero hay días en los que no importa cuánto tiempo espere, todos los peces parecen ignorar mi carnada, pero no importa porque me pongo a pensar en todo lo que ocurrió hasta el día de hoy y pienso que la vida no es tan mala y que mañana será mejor hoy.

Este pequeño bote tiene más que espacio suficiente para mí, por el tiempo que llevo en este bote dudo que aguante demasiado tiempo en este basto y aburrido mar, todo el casco del bote está lleno de percebes; la madera se está pudriendo, tiene demasiado limo y gran parte de esa madera se está quebrando, lo malo de todo esto; es que los rayos del sol igualmente son bienvenidos, con mi ropa y la poca que me había quedado de ella, pude hacer una pequeña carpa para taparme del sol, así cada vez que pesco puedo estar tranquilo y fresco.

El día de hoy es muy tranquilo, esta nublado y está empezando a llover ligeramente. El mar esta tan calmado que me quedo viendo a mi reflejo en el agua y al caer las gotas en el mar, puedo ver el día en el que ella me traiciono sin importarle lo que yo sentía por ella y me lanzo a este bote, el solo hecho de pensar en ese día, me hace estallar de una ira que me hace sentir un inmenso nudo en la garganta.

En mi mente me pregunto por qué… por qué lo hizo, cual fue el motivo por el que ella me hiciera esto; a pesar de todo lo que habíamos pasado juntos, de todo lo que hice por ella, de todo lo que pase por ella, de todo lo que ella hizo por mí, solo para que me traicione y me deje en este sucio y repugnante bote para morir solo. La ira se apoderaba de mí una vez más, cuando un pez pico el anzuelo, pude recobrar un poco la cordura.

Volví a observar mi caña para ver si había picado algún pez, pero no había nada, al bajar mi mirada decepcionado pude ver a un hombre perdido y me estaba mirando fijamente a los ojos, al verlo yo a sus ojos pude ver algo extraño en ellos como si de la ausencia del alma se tratara, su cuerpo estaba muy maltratado, tenía muchos cortes y cicatrices como si muchas batallas hubiera ganado; su pelo y barba relucía como si fuera de la plata más fina y codiciada de Verlundia, la barba estaba tan desaliñada y muy larga como si de un hombre muy sabio fuese, su pelo le llegaba más allá de los hombros y tenía unas trenzas para que no lo molestara como si de un bárbaro se tratara; su ropa estaba muy desgastada, tenía muchos hoyos y todavía se podía ver que las ropas correspondían a un militar, esa persona desprendía un olor a pescado demasiado desagradable no quería acercarme mas por el horrible olor. Me preguntaba a mí mismo, quien era ese hombre que era lo que buscaba, que me iba hacer a mí, estaba en un pánico total, pero el hombre solo se quedó mirando y no decía una sola palabra, aunque era la primera persona que había visto desde hace mucho tiempo ya no tenía la emoción de hablarle o si quiera tocarlo, mi cuerpo estaba muy cansado, no respondía a lo que yo quería y del cansancio solo quería dormir, ese hombre al verme inerte, inmediatamente me decía con una voz tranquila y profunda «si estas tan cansado hasta el punto de no mover tu cuerpo «duerme» y una vez que abras los ojos todo esto acabara». Yo ya no puedo, mis ojos se están cerrando, no consigo abrirlos, siento los parpados muy pesados uuuffff (tomo un poco de aire y lo suelto levemente por la boca), suelto mis preocupaciones y me digo a mi mismo «solo quiero descansar un rato», la persona desconocida me dice una vez más «Duerme sin preocupación, todo estará bien», esta vez le tomó la palabra del desconocido y zambulló mi cuerpo en la oscuridad.

Al cerrar los ojos me encuentro en mi antigua casa, mi madre me estaba arrullando en la cama, estaba tan feliz de verla, estaba tan hermosa como la recuerdo, ella saco un libro viejo que estaba muy desgastado de tantos usos que le habían dado al libro, mi madre ya sabía cuál era mi historia favorita y no es muy difícil saber cuál es porque es la zona que más está desgastada del libro, mi madre siempre me cuenta esta historia porque es con la única con la que puedo dormir, escucho la voz cálida de mi madre al contar la historia y al cuando termino de contármela, me dijo «No te preocupes, cuando despiertes todo habrá terminado». Cuando mi madre me dijo eso rápidamente escuche una voz desesperada que decía mi nombre Weinss… Weinss… weinss.. weins. Despierta. Despierta.. Despierta. ¡DESPIERTA!.

Abrí mis ojos bruscamente y veo mi caña todavía sin un pez. La persona que me cuidaba igualmente se fue, puede que mi cabeza ya no esté muy cuerda. Pero esa voz, me saco de ese sueño del que probablemente ya no despertaría…

Bitácora 1.- Villas y Puertos

Me llamo Royren Weinss, soy el hijo menor de la familia Weinss, actualmente tengo 15 años y vivo en la ciudad de Verlorén. Actualmente estoy pescando debajo de un puente que divide a mi país de otro, este puente es único para ferrocarril y no tiene algún paso para las personas pero los guardias que vigilan la frontera muchas veces suelen regañarme y correrme de este lugar, pero yo siempre vengo aquí porque es donde siempre tengo suerte al pescar, al ser el agua muy cristalina puedo ver con claridad a los peces que podrán ser mi alimento, hoy en particular tengo una carnada especial que me dio mi tío, él me dijo que esta carnada atraería algún pez grande, no quería traer esta carnada porque su olor es muy fuerte y es muy duro de poner en el anzuelo.

Veo que los peces pasan y pasan, muevo o saco el anzuelo ya que no quiero que muerdan porque son demasiado pequeños, cuando vuelvo a tirar el mismo anzuelo alzo la mirada y veo una gran mancha negra que viene directo hacia el anzuelo, me estaba atemorizando ya que la sombra del agua era demasiada grande, estaba tirando del carrete de la caña para sacar rápido el anzuelo, pero estaba demasiado profundo, cuando estaba a punto de salir el anzuelo, veo que la sombra era solo un banco de peces que comenzaron a volar cada uno al salir, eran los llamados peces Arcoíris porque sus alas que sacan al salir del mar brillaban de diferentes colores, según su estado de ánimo y todos los colores que pueden emitir son parecidos a los del arcoíris, de allí el nombre, lo que puede ver de las alas de todos los peces arcoíris que salían, solo eran color rojo, todas y cada una de las alas era de color rojo. 

Cuando salió el ultimo pez, salió un Cardá, (la carda es un pez grande que llega a medir unos 5 metros de altura) Cuando carda salió con un gran salto, paso junto arriba de mí y al caer, su aleta me golpe tirándome al agua. Con suerte mi padre me enseñó a nadar, estando bajo el agua pude ver a la carda que se volteó e iba directo hacia mí, al verlo rápidamente nadé hacia arriba con tal de regresar a la zona en la que estaba, nadaba lo más rápido posible, pero veía que se acercaba más y más. “Vamoos! ¡Vamos!” Gritaba en mi mente para poder salir lo más rápido posible, volví a ver a La Cardá y ya estaba demasiado cerca, “No llegare, se acabó” al pensar en esto solo pensaba que mi madre iba a regañar a mi padre por no cuidarme, aunque yo también tuve la culpa por separarme del (cerré los ojos). Pude sentir que me jalaron con mucha fuerza y al abrir los ojos estaba mi padre abrazándome con todas sus fuerzas, mis lágrimas salieron sin más, sentía un gran alivio y una culpa porque esto había pasado por conseguir más comida para la casa, una vez que me soltó pude ver en su rostro que estaba muy contento y que sentía un gran alivio de que yo estuviera bien, me reviso todo el cuerpo para ver que no me halla lastimado. Una vez que me reviso por completo me dijo “Vamos a Casa”.

Tomamos mis cosas y nos fuimos de ese lugar, ya se estaba ocultando el Sol y la ciudad ya se estaba iluminando, Nuestra ciudad tiene un rió y un mar así que se dedica a la compra y venta de productos del mar, tiene dos puertos, uno para los barcos grandes de alta mar, este está al lado del respectivo mar y el otro puerto es para barcos pesqueros locales, que está justo en la salida del rió. A los puertos se les llama local mente como Puerto Vetrí y Puerto Borio respectivamente, Cuando el Puerto Borio termina, empieza el Puerto Vetrí. 

Al pasar por el Puerto Borio, mi padre toma la cubeta de peces que el pesco y los lleva a un puesto para venderlos, pero apenas le dan 10 Iró. No pasamos por el Puerto Vetrí a menos que vallamos a vender alguna mercancía casera hechas con conchas y caracolas, Mientras que mi padre se queda en la zona comercial para comprar comida i/o artículos para el hogar, Me fijo en los puestos de la zona, muchos venden comida otros venden hermosas pulseras de perlas o al menos así aparentan ser porque una vez que se ve el precio, se duda mucho que sean verdaderas. Me adentro más en el mercado y llego hasta el final. Veo las altas murallas de la otra zona que se llama Punta Verlorén, en esta zona se encuentra amurallada toda la zona circundante a esta, Únicamente se puede pasar por las casetas de entrada, el cual está vigilado las 24 horas, En el cual las personas como nosotros no podemos pasar, únicamente pueden pasar personas que tramiten una especie de Pase. El cual solo se otorga a personas que superen los 10,000 Iró; los Iró es la moneda con la cual se maneja todos los comercios del país. Conseguir 10,000 Iró se encuentra entre lo normal en este país, lamentablemente nosotros no estamos en lo normal. 

Me quedo fijo viendo por un orificio de la muralla, un parque en el que los niños que llevan una ropa extravagante, muchas zonas de estas ropas brillan porque son telas de plata y Oro. Estos niños tienen muchos juguetes y el parque está lleno de columpios, resbaladillas, trampolines, y castillos pequeños en los cual se puede entrar. Al ver esos niños sentía unas ganas de poder jugar con ellos sin importar como fueran, me quedo viendo un rato como juegan. Pasando un tiempo alguien me jala hacia un lado y me dice “Que haces aquí”, pregunto un guardia, Al verlo no podía apartar la mirada de él, estaba muy nervioso, no podía hablar de los nervios que tenía, el guardia me pregunta otra vez “Que haces aquí”, trataba de calmarme para poder contestarle y pude decirle algo, pero de los nervios empecé a tartamudear “Yo. Yo. yo. Solo esta… esta. Estaba viendo”, señalé al orificio donde pude mirar, el guardia al ver que solo señalaba el orificio y que no tenía ninguna mala intención, me dejo ir.

Regresé a buscar a mi papa al mercado, pero ya no estaba en el puesto donde lo vi, me puse a buscar en todo el mercado del Puerto Dulce, pero no lo encontraba, comencé decir PAPA para ver si podía encontrarme o encontrarlo más fácilmente. Por más que lo mencionaba nadie respondía, entre cada papa que decía, mi voz la alzaba más, para que así llegara más lejos mi voz.

Me rendí al buscarlo y pensé solo en ir a casa yo solo. Cuando ya estaba saliendo del mercado el señor Reí que es dueño del bar llamado “Bar Dulce” me llamo, me dijo que me llevara a mi padre porque estaba en su cantina ebrio, dormido y no dejaba de roncar. Cuando llegué al Bar lo pude ver en la barra dormido. Trataba de despertarlo, moviéndolo y hablándole, el señor Reí al ver que mi padre no despertaba le arrojo un vaso de agua y despertó casi al instante. Cuando despertó le dije que ya nos debíamos ir a la casa, el casi no entendió nada así que le dije, que debíamos irnos, el apenas entendió lo suficiente para pararse, le dije que en donde había dejado las cosas que iba a comprar en el mercado, pero él no respondía, le dije lo mismo, que en donde había dejado las cosas que había comprado, él dijo “Aquí están las cosas que compre” Señalo los tarros de cerveza que se bebió. Él había gastado todo lo que había ganado pescando en solo cerveza, ahora no llevaremos nada para comer y Mama estará muy furiosa; él contesta “Que no le importa, lo que ella diga”, cuando el dice esto, yo le contesto ¡esta era la oportunidad de llevar un poco de comida a la mesa y tú te gastas el dinero en nada más que cerveza!; ahora que es lo que vamos a comer dime!.

No sabía que contestar mi padre y solo se me quedo mirando, Me decía en mi mente cálmate… Cálmate.. ufff. Papa solo vámonos ya veremos si todavía hay sobras en la casa.

Ya habíamos salido de la ciudad y estaba caminando a casa con mi padre que estaba muy borracho y como apenas puede caminar lo llevo cargando del hombro, el camino en la ciudad es de piedra una vez se sale de la ciudad éste se vuelve de tierra, lo único bueno es que el camino está junto a la playa y puedo ver el mar con sólo voltear mi cabeza, pero el día de hoy en especial está muy iluminada la noche y puedo ver las lunas reflejadas sobre el mar, llevaba caminando con mi padre aproximadamente media hora, cuándo al fin pude al lado del mar mi pequeña aldea; la aldea consta de aproximadamente 50 casas, todos en la aldea se conocen y no hay información que se esconda ya que las noticias recorren el pueblo rápido, la mayoría de las casas son de madera y la nuestra no es la excepción, la Fuente de Agua que tiene la aldea consta de un pozo el cual está en medio de la aldea. 

Seguimos caminando por el pueblo Hasta que por fin llegamos a la casa, nuestra casa queda al lado del mar es pequeña ya que apenas tiene dos habitaciones una pequeña cocina una letrina y una pequeña sala en el cual está una mesa de madera grande junto con las sillas de madera al lado, cuenta con un pequeño balcón el cual tiene vista hacia el mar, el balcón tiene una hamaca puesta y le da sombra un árbol qué es más grande que la casa, tenemos una radio que mi hermana mayor siempre lo tiene en su cuarto para escuchar música o enterarse de las noticias.

Cuando llegamos a casa mi madre nos estaba esperando afuera de la casa, mi madre vio que mi padre estaba muy borracho pude ver en su cara que estaba muy enojada y me dijo que lo dejara en la habitación donde ellos duermen, una vez lo dejé, salí del cuarto mi madre me estaba esperando, me pregunto que donde estaba la comida y los víveres qué debíamos traer de la ciudad.

Le dije «mi padre se gasto todo en la cantina».Mi madre desvío la mirada de enojo hacia el cuarto donde dejé a mi padre, cuando regresa la mirada hacia mí, me dijo «no hay problema, al menos por hoy porque tu hermana mayor Chara tuvo suerte en su trabajo y pudo traer suficiente comida para varios días, pero está muy cansada así que no la molestes ahora, agradécele mañana a tu hermana y ponte a comer ya que la comida está servida en la mesa». 

Me puse a comer, una vez terminé fui al cuarto que comparto con mi hermana Chara para dormir, entré en silencio para no despertar a mi hermana y me recosté en mi cama, que se sentía muy cómoda por lo cansado que estaba una vez me acosté me quede profundamente dormido.

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