la vocación de CAROLINE

PREÁMBULO:

¿Crees en un amor difícil de dominar?

Caroline: la protagonista de esta novela, se enamorara de su amo, tan difícil de domar y tan difícil de retener en su vida. Poder domar a la bestia, que convive con ella será su reto más difícil, jamás vivido.

Alexio: un ser oscuro, con ansias de poder y de domar alguna dama. Para él es solo follar y un plato más, que comer.

Pero su vida cambiara por completo. Ese amor, que para él es solo un juguete más, se convertirá en su amor. Obsesión y control, fusionados al mismo compás. Sexo sin control y un único vicio; ser amados por primera vez.

CAPÍTULO 1:

Su airoso cabello, rotulaba bajo aquel sol veraniego. La cálida tarde playera, acariciaba su piel morena ya bronceada.

Una sonrisa efímera, salía de los labios de una mujer garbosa y deslumbrante. La línea labial, enlazaba un enlace, conjuntamente enlazadas entre una muesca saliente de sus labios y una mirada que brillaba, bajo la intensa luz, que desprendía el mismo sol.

Su melena intensa color caoba, resplandecía, como si se tratara de una estrella en mitad del cielo, al dejar su melena caer por su espalda morena.

Sus ojos centellaban notoriedad al presenciar la brisa veraniega, en su semblante.

Esa sonrisa efímera, acariciaban sus labios lineales, cubriéndole una máscara poco perceptible.

Sus dientes perfectos radiaban blancura, con su saludo alegre.

¡Feliz, feliz, se encontraba con su propia libertad liberada!

Y en un duelo por la libertad obtenida…levanta las manos hacia al cielo, en protesta de su propia libertad cometida a la misma vez, que da giros circulares, una y otra vez. El sol acompañaba a su contorno que forma en la arena.

El oleaje choca con sus pies, signando a su paso, sus propias huellas sobre la arena fina y amarilla y terminan desapareciendo cuando el agua del mar, se volatizaba sobre la arena húmeda que acaricia el mar.

La esperanza y sostenibilidad conjuntamente caían sobre ella. Su Felicidad brotaba como una cosecha recientemente cultivada.

Su Felicidad, fruto de un amor incondicional, difícil de olvidar.

Risueña quedo, al ver su alma perdida, regresar a su cuerpo celeste ante los propios ojos de la propia la luz paradisiaca.

Caroline, quedó inerte, ante un lugar estable y el propio tiempo, quedando así abrazada con su propia fragilidad.

Una pequeña carcajada de eufórica, salía de su garganta, inevitablemente.

Risas y más risas, que acompañaban a su cuerpo en forma de ritmo, lleno de frenesí.

Repentinamente, un pequeño gemido saliente de su voz interior hace, que sus ojos se entornen y permanezca momentáneamente cerrados inducidos por su propio libertinaje.

Y es entonces, cuando no puede evitar dejar de moverse circularmente, bajo un ritmo de frenesís.

Sus párpados permanecen cerrados al mundo exterior, gozando de su propia felicidad, pero en un descuido por parte de Caroline, hace un pequeño yerro y termina cayendo en la arena de la playa.

Caroline queda sobre la arena húmeda, con las palmas de sus manos semienterradas, separadas simultáneamente y sus piernas acurrucadas con su cuerpo.

Pero su ineptitud, terminaría yéndose puesto, que Caroline terminaría levantándose de la superficie arenosa por sí sola.

Aturdida, se intenta levantar, quedando finalmente erguida, quitándose a la misma vez la arena que cubrían sus manos.

Y ante la situación ocurrida… le traslado a un estado de locura sostenida. Sus carcajadas en forma arrítmica, fruto de una euforia pasajera.

Y en momento trascendental, su visión se alza hasta el cielo. Al mirar se queda contemplando las nubes pasar, posesión en calma en su interior. Caroline de nuevo, cierra los ojos y queda a solas, con su propio ego personal.

Su calma era como un mar en calma, pero esa tranquilidad en su cuerpo, cambiaria repentinamente.

¡Se encontraba en la playa del amor!

Ese mismo intervalo, hace cambiar la mañana del sábado puesto, que un pequeño imprevisto se aproximaría sin que ella se diese cuenta.

El oleaje del mar deja al descubierto los pies desnudos de un individuo sobre la vera de la playa, que sigiloso se aproximaba a Caroline.

Caroline, Continuaba con sus pensamientos esporádicos mientras, que el individuo desconocido se aproximaba cada vez más.

El mar no cesaba en la orilla y las gotas del salitre del mar, se detenían en el dorso de aquel hombre todavía sin reconocer.

Su bañador color dorado, iba a juego con el brillo de sol, cuyos rayos penetraban su piel morena.

Su andadura entre la arena y el mar, estaban por finalizar, al encontrarse el individuo entre una distancia prolongada entre los dos.

Y de improviso al encontrarse de espaldas Caroline, el individuo desconocido, se abalanza contra ella.

Este acto hace, que Caroline se deje caer sobre la arena de la playa imprevisiblemente, dando paso a un pequeño alarido saliente de su garganta.

-Pero que…-.Frasea la frase Caroline puesto, que su propio sobresalto se habría convertido en pequeño susto.

El individuo todavía sin reconocer, inicia unas carcajadas un tanto exageradas.

Caroline, no puede encararse frente a él, porque todavía permanece semienterrada por la acumulación de la arena de la playa.

Pero en un estante de liberación sostenida entre su cuerpo y sus manos, puede levantarse y ponerse erguida sobre su propio eje corporal.

Y una vez que se le pasa la ofuscación pasajera sobre su cabeza, por fin hay un vínculo entre el individuo y Caroline.

El cara a cara esperado, había finalizado al reconocer Caroline, al individuo.

-¡Eres tú!- Por dios… ¿en que estabas pensado?, ¡me has asustado!- Caroline frasea las palabras, en un estado de nervios permanente.

El semblante del individuo se deja ver. La inmensidad del momento oportuno para desenmascarar al misterioso personaje.

Unos ojos azules cielo, se dejan ver y quedan al descubierto ante la sorpresa inesperada de Caroline.

Su semblante, apenas intacto, parecía la de un niño.

Sus labios alineados, llegaban a la perfección de una persona y de un universo esteral.

Su pelo alborotado por la humedad de la playa, brillaba al compás de los rayos solares y de su rubio platino.

Una diminuta mueca labial se deja ver en él, acompañada por una risotada sin que lo pueda evitar.

-¿Te asuste?- pregunta burlón.

Caroline, con el entrecejo levantado, no puede evitar exasperarse en el momento, pero en cero coma, se le termina quitando el enfado contenido y empieza a sonrojarse.

-¿Estas bien?-Pregunta el inesperado chico.

-Sí…-.Dijo entre dientes.

La conexión, entre los dos, se atraen fijamente entre sus iris, sin apenas pestañear y mucho menos reaccionar.

Ambos se quedan perplejos, inducidos por el amarre fortuito.

Pero la prolongación visual, se rompería puesto, que el primero en dar el primer paso sería el chico atractivo.

Despacio, pero sin pausa establecida, se pone en marcha. Sus pies dan pequeños pasos sobre el suelo, quedando sus huellas sobre la fina arena de la playa.

Finalmente, los dos cuerpos están posados frente a frente.

Una minúscula sonrisa de chico atractivo, sale de sus finos labios en forma de media luna.

Baja la mirada y la vuelve a levantar a la misma vez, que alza su mano y con la yema de sus dedos toca la mejilla de Caroline.

Los ojos del individuo se entornan y sale fuego en su cálida mirada.

Caroline, no puede evitar sonrojarse y sus mejillas recubren un color rosa atractivo.

Reacciona Caroline ante este hecho y ella alza también su mano para tocar la mano que está acariciando su mejilla y la pone encima de esta.

Su mirada, recorre alta tensión y no puede evitar escapar una pequeña sonrisita tonta.

-Alexio, nunca dejaras de asombrarme con tus encantos-. Dice Caroline embobada por el momento.

-¡Es lo que yo pretendía!-dice con un tono burlón, pero a la misma vez divertido.

Ambos se quedan en babia, ante sus miradas penetrantes y la tensión en ambos se deja parpar.

Ahora sus ojos enflechados, son dos corrientes eléctricas, que saltan chispas sin control.

Quedan inmóviles, como dos estatuas situadas en un estante.

La brisa del mar, envuelve el emblemático momento entre los dos, trasformando la magia que recorre en sus interiores en emulsiones de amor.

Una pausa establecida… permanece durante unos segundos. Pero la tregua entre los dos se deshoja como hojas arrastradas con el viento, dando un paso a una encadenada pasión.

Alexio, quiebra el silencio, entre miradas eléctricas que hipnotiza, cada paso que da hacia adelante, sinpoder apartar la vista de Caroline que queda bajo el hechizo de su mirada del hombre que ama.

Da otra zancada, pero esta vez más duradera y más corta que la anterior. De manera que, están a punto de rozarse sus semblantes.

Alexio, no puede fingir su felicidad ante ella y en un imprevisto, se le escapa una fugaz sonrisa entre sus finos labios, quedando una pequeña mueca reflejada en él.

Caroline, no lo puede evitar y sus labios responden a los Alexio, que atraída por el momento se le escapa una media sonrisa entre sus poseídos labios.

La sensualidad entre los dos, recorren cada punta de sus organismos, tocando sus corazones y haciendo, que sus palpitaciones se aceleren por minuto.

Tensión de amor ante dos cuerpos con deseo.

Y en un imprevisto de acción y tiempo, Alexio adelanta sus labios voluptuosos, sobre los labios finos de Caroline haciendo, que el tiempo se detenga bajo la eterna luz solar.

El éxtasis cometido entre ambos, recorren sus cuerpos eléctricos de manera, que el tiempo, está a favor de sus cuerpos deseosos.

Durante un tiempo prolongado sus labios, continúan soldados entre sí, en un ritmo esencial.

Pero el mágico beso, perdería su intensidad ya que sus labios se distanciarían involuntariamente.

Y el tiempo de amor, se pausaría en aquel momento.

Se quedan inmóviles, manteniendo la mirada con deseo carnal, sin poder pestañear en ningún momento. Sus miradas se electrifican.

Sus pulsaciones van velozmente, manteniendo un ritmo cardiaco acelerado.

Sus sensaciones a flor de piel, recorren cada extremidad de su cuerpo, hasta llegar a sus corazones, frenando sus deseos de éxtasis.

Sonríen tontamente, sin dejarse de mirarse fijamente.

La tensión entre ambos se deja notar, en forma de vibraciones por sus cuerpos.

Pero, pierden la compostura del momento, y se pierden entre risas sobre sus propias gargantas.

El instintivo de sus carcajadas, se involucraron entre sí, sin más paso que la propia felicidad en aquella playa.

Y la última carcajada fue imperceptible para los dos, ya que las risas cometidas, se extraviaron entre sus labios.

Quedan inmóviles, sin apartar la visión enchispada, que sentían.

Pero un paso anticipado de Alexio, rompe la inmovilidad del momento.

Ahora Alexio, está frente a Caroline. Solo el halito entre ambos les separa entre sus bocas.

Se mantiene el silencio entre los dos, en un encuentro emocional en entre dos cuerpos deseosos.

Un pequeño gemido de Alexio se deja escuchar entre sus labios, junto con su respiración dificultosa y casi sin aliento.

Caroline se le acelera las pulsaciones y su corazón bombardea con rapidez su sangre, que fluye en su cuerpo.

Ambos quedan petrificados por el embrujo de sus ojos.

Pero en un impulso provocado por el corazón de Alexio, le empuja hacia los labios de Caroline.

El furor producido en Caroline, hace que la intensidad del beso cometido, dure con intensidad, provocando en ella un cosquilleo entre su vientre, hasta recorrer todas sus extremidades.

La lujuria de su interior se mezcló con el éxtasis, haciendo que su sangre entrara en ebullición, como un volcán a punto de su erupción.

Es entonces cuando las manecillas del reloj, se habían detenido ante los dos. El mundo se detuvo, ante nuestras tenues miradas.

Pero el momento entrañable, se terminaría al instante para los dos.

Un pequeño respingo intranquiliza a Caroline.

Eso hace, que se separe de los labios de Alexio, que perplejo queda, al ver mi reacción repentina.

-¿Qué ocurre?-pregunta extrañado.

-¡Mierda!- Se me había olvidado-. Reniego entre dientes, a la misma vez que coloco mis manos sobre mi cabeza.

-No entiendo nada… ¿Qué está ocurriendo?- Pregunta ya exasperado por el momento de tensión.

Pero el silencio se mantiene. Solo la sonoridad del oleaje de la playa y de algunas gaviotas que revoleteaban sobre el cielo, se deja escuchar.

No dice nada Caroline. Solo se mantiene, inquieta de un lado para a otro hasta, que Alexio rompe la barrera del silencio.

Se aproxima, con gran destreza y con una gran zancada, hasta quedar, frente a Caroline.

Y en un voraz segundo… las manos de Alexio están sobre los hombros de Caroline. De manera que Caroline, está impedida bajo sus largos dedos.

Caroline, no sabe cómo actuar y se queda mirando a los ojos de Alexio.

-Te hecho una pregunta… ¡Respóndeme! – le ordena, a la misma vez que la zarandea espontáneamente.

Los ojos de Caroline se menguan y pierde su tenue color. Mientras que los ojos de Alexio se oscurecen y se vuelven sin color.

Y el tiempo de espera, por la respuesta de Caroline, se termina. Engulle saliva y se encara hacia Alexio que continua sin expresión, en su semblante.

Mira el reloj, al mismo tiempo que se muerde el labio inferior le comenta:

– ¡Se me había olvidado por completo! – Su intranquilidad se dejaba ver en su semblante.

– ¡El que se te había olvidado, Caroline! – Exclama Alexio sorprendido ante su reacción inesperada.

Y sin hacerle esperar demasiado tiempo… termina por decírselo:

– ¡Había quedado con Amelia!

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