Ixtlahuaca Cortés Ariadna Briseida

La vida en un suspiro.

Me encontraba feliz de la vida no haciendo nada por mi misma, perdida en unos audífonos con música a todo volumen sin importarme el daño que podría causarme, y pues me sentía como toda adolecentes deprimida y sin ganas de nada pero muy feliz por mi misma, básicamente como todos lo jóvenes llegamos a una etapa en las que nos queremos comer el mundo de un pellizco ( o algo similar), en fin estaba feliz y punto, intentado pensar que tontería podría escribir en mi libreta vieja para no mostrarle a nadie, y mucho menos a mis padres que seguro si leyeran todo lo que hay ahí me matarían.

Pues si mis padres son los típicos papás exigentes que no permiten malas conductas y mucho menos una chica como yo, bueno al menos ante ellos no podía actuar de la manera en la que actuó como soy mi personalidad valla, igual se que en algún momento se darían cuenta pero mejor lo oculte, por qué aunque mi vida fuera una mierda pretendía seguir conviviendo (ocultando mi libreta y mi personalidad obviamente).

Y si como toda novela de romance hay un punto en el que sufrimos por amor no es mi caso o bueno si pero yo sufro antes no por amor ( eso lo contaré después), sufrí por qué mi futuro y estaba planeado:

– No hay ¡NADA! Más importante que tu estudio- decía mamá.

Yo como toda adolecente queriéndome revelar grite

-¡¡ NO Déjenme vivir!!

Y si recibí un golpe en la cara una bofetada que me quería hasta desmayar, y resultó peor por qué por gritar así, tuve más castigos y menos privilegios.

Ya era costumbre para mí que no pudiera tener ni una red social, ni salir con mis amigos, solo salía con mi familia y a jugar un partido de fútbol un día a la semana y uno el domingo, pero con mi mamá por qué sola ni madres, básicamente mis padres no confían en mi, algo que me tiene sin cuidado pues yo sé que es algo que no voy a poder conseguir hasta que termine una carrera y bla bla bla. Bueno el punto es que mi vida es tan aburrida que a veces no la quisiera vivir, y digo no es que me quería matar o suicidar ( nunca tuve esas ideas) pero si me hubiese gustado cambiar un poco mi zona de confort.

Llego en momento en que esta adolecente, puberta, calenturienta, mala influencia va a contar si historia de “Romeo Y Julieta” ( asco).

No soy muy fan del amor, pienso que el amor mas grande es que el se ve en uno mismo, no el que buscas en alguien más ( libro de superación) yo misma me burló de eso o me burle cuando llegó el, él macho alfa que le faltaba a mi vida, que hizo que creyera en el amor a distancia, si y si digo distancia es que nunca lo pude ver el tiempo que me enamore como tonta de él.

(Amor de lejos amor de pendejos)

Resulta que anduve con el a escondidas y pum mis papás se enteran, me castigan, lo amenazan y no vuelvo a saber del él, y volver a la normalidad mi mundo de color de rosas se convirtió en la cárcel en la que ya estaba metida.

Sigo aquí sentada pero ahora con ganas de dormir y no despertar hasta otro día lluvioso sin poder lograrlo por qué observo mi libreta vieja llena de historias como está que en algún momento me gustaría mostrarle a alguien que no juzgue las notas que escribí, mirando hacia el cielo visualizando la estrella hasta que llegue a algo más allá, pensado como al un universo le importa un carajo la humanidad, como se burla de lo ingenuos que somos, pensado que el destino se encarga de todo sabiendo que lo aparenta todo pero no es nada, me gusta creer que las casualidades son más bellas, y que el tiempo es el que se encarga de todo absolutamente todo.

Hay veces en las que quisiera pensar que mi mundo algún día podría ser como muchas de las novelas que he leído que tendría un final feliz si lo deseas muy fuertemente y que tus sueños se cumplen, escapó de la realidad cada que pienso así hasta que llega el golpe en tu rostro, que indica que el hora de la cena y debes párate bajar el volumen apagar la música y quitarte los audífonos y ira cenar como si estuvieras bien aunque por dentro se te acabe el corazón de tan duro que palpita.

Regresar al mundo, al que tanto anhelas escapar y llevar a tu imaginación a crear, dónde puede hacer lo que quieras sin importar nada, tu mente viaja y nadie puede impedir que lo haga, el atributo más grande que tiene el ser humano y que es el único que le agradezco a la vida Mi mente, mi imaginación pues con una libreta vieja ya escribí mi anécdota que sin importarme nada, me exprese y dije lo que sentía, con el mismo temor de volver a la realidad, y de que alguien la vea por qué cuando acaba mi ficción, volveré a esconder mi libreta y espérate otro tiempo para escribir tonterías que a nadie le importan un carajo.

Intentando sobrevivir un día más, una semana más, un mes más, un año más, hasta que mi vejez me lo permita.

Ya es noche y tengo que ir a dormir, por fin, me pongo a pensar un rato y digo está libreta vieja es más que una libreta viaja es como no se un diario como el de Ana Frank, es el regalo más preciado que tengo de mi, como este diario saca lo mejor que hay dentro de mi, leo mis estupideces y me enamoro mas de mi me te y mi imaginación, que aunque a nadie le importa está libreta es mi mundo entero, y veo que sin ella no soy nada. Solo me doy cuenta como mi vida es como una motocicleta que viaja a kilómetros lejos de todo y de todos, como sube y baja pues recorre lugares sin importar nada, así me siento cada que escribo en esta libreta vieja, cuando tengo las porquerías llamadas audífonos con música a todo volumen comiendo una excelente sopa Maruchan con mucha salsa y oyendo los gritos tan hostigosos de mamá hacia la perra y de papá hacia mi hermana, y si aunque ya es noche los gritos en esta casa no faltan.

Regresando al principio sigo feliz por no hacer nada por mi misma, intentando cambiar lo imposible, como descubrir que fue primero el huevo o la gallina, sin obtener resultado, y viendo como mi vida se la lleva un suspiro.

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