En aquel momento mis piernas temblorosas comenzaron a caminar sin saberlo, en punto de preocupación y evitando todo aquel que se encontraba en el largo pasillo, abrí la puerta en solo un movimiento, al entrar, cerré la puerta olvidando todos aquellos que la golpeaban para poder abrirla y sacarme de la habitación, mi corazón latía a un ritmo preocupante, pero mi respiración seguía tranquila y más pesada, al poder contemplar su mirada perdida y furtiva hacia una dirección sólida y sin nada coherente e interesante que mirar, no sabía por donde comenzar, que decir o hacer, él en estado inconsciente, pero despierto me dejo inquieta, así que, lo tome de mano, sin siquiera notarme a penas el mínimo tacto mi sentido de presencia le hizo llegar, una mirada vacía y desconcertada, rechinando sus dientes de dolor a penas mirarme, peleaba y me empujaba para que no me moviera más, pero soy alguien terca, con el paso libre de poder ceder para acercarme me mostró un pequeño bisturí quirúrgico, con unas manos temblando hasta la muerte, la mirada hacia abajo en busca de respuestas del porqué estoy ahí, mi corazón se agitó y sin importarme lo mantuve en mis brazos, así permanecí consolándolo, de un momento a otro el continuo pidiéndome perdón mil veces, que mi cabeza empezó a darme vueltas y un constante zumbido que estorbaba en mis orejas, al igual, le dije que estoy bien, le conté unas mil veces y él no escuchaba, al final de no tanto tiempo le dije que me contara lo que sucedió esa noche, con unas lágrimas que rozaban nuestras mejillas me termino por contar lo sucedido.
No más de 6 años la minuciosa y tranquila vida de su hermano mayor a siempre vista era algo jamás antes visto, una armoniosa sonrisa que enamoraba a cualquiera, pero muy en el fondo estaba estropeado, su única preocupación y delirante equivocación que lo llevo a la inquebrantable oscuridad fue el enamorarse ciegamente de una mujer a quien misteriosamente sé sabia poco, no llevo mucho al darme cuenta de que tenía sueños y metas por casarse con ella, aunque él en ese entonces apenas cumplía los 16 años de edad, misma escuela, mismos gustos, mismas clases, siempre estando juntos, estaba realmente feliz, te juro que yo lo estaba, pero poco a poco observando en silencio su hermano ya no era lo mismo, en ese mismo silencio se percató de la crueldad de aquella mujer, tanto el abuso físico y emocional caían por los hombros de mi hermano como una sombra en llamas, con tal de mantener feliz a esa mujer, mi querido hermano se sometía a aceptar todo tipo de acuerdo que le proponía, al mirar que esa mujer era feliz si él se compartía a las amigas de ese monstruo, si se dejaba libremente que controlaran su cuerpo sin preocupación, él cometía todo tipo de actos insolentes, como he dicho, el cegado por amor la seguía a todas partes como una mascota con correa invisible, en ese instante, no, tal vez mucho antes, me di cuenta de que su mayor error fue el enamorarse no solo de aquella mujer, si no, de enamorarse con un corazón sensible en buscar de aceptación y cariño perdido.
Un día antes de su muerte, esa aberración llega a casa de mis padres en busca de mi hermano sin previo aviso, sin poder encontrarlo subió a mi habitación como si fuera la suya, al instante me alerte, pero estaba acostumbrado a su agresividad, sin conocer sus acciones me empujo a la cama, aun dando un golpe frenético en mi nuca, me comenzó a quitar la ropa una por una hasta llegar a mis partes intimas, ella lo acaricio y lambió como si fuera a comerlo, mi miembro se encontraba en estado de excitación, tampoco soy un pervertido y mucho menos me encontraba tranquilamente en esa situación desfavorable, el miedo se emitía en mi ser sin poder controlarlo, casi en querer morir, ella seguía tocándome por todos lados como si fuera su perro personal, mantuvo sus manos en su parte pélvica susurrándome que quería ser cogida por mí, moria porque entrará en ella como una salvaje sin remedio, sus ojos de estimulación y excitación en medio de locura, tomo mi pene y lo introdujo en ella como una loca, solo podía mirar como sus pechos subían y bajaban haciendo un toque abrupto en ellos con mis manos, aun si los estrujaba para que sintiera dolor y me dejará ir, ella sentía placer como una sádica, su vagina sangraba de tal impetuosa manera de introducir mi miembro en ella, mis ojos quedaron atónitos de tal escena, me obligaba a introducir mis dedos, es más, mi mano en ella, realmente no importaba, no importaba, pero solo de pensar que mi hermano pasaba por tales horrores me provocaba unas náuseas, realmente no importaba que tan grotesco pueda ser, pero el simple hecho de que él me viera con una mirada fría y vacía me daba terror y una sensación de dolor y asco, pedía por ayuda, pero no podía hacer nada si me encontraba atado y silenciado, mis lágrimas corrían por todo lados, caí en desesperación cuando mi hermano dio la vuelta y se marchó, la mujer susurraba a mi oído, que era un pervertido y que no debía de preocuparme solo estamos divirtiéndonos, también me dijo que se lo propuso a mi hermano el hacer un trío, pero se negó, por primera vez se negó a algo, eso me transmitió un rayo de luz, al finalizar cubrió su boca en mi pene hasta hacerme venir, pero esto era muy doloroso, tenía miedo, se levantó y dijo en voz alta, al fin pude ser llenada por ti, no quiero sacar su semen de mi cuerpo, ser envuelta por alguien tan hermoso, le mostraba deseo por destruir, estando desnuda, y escurriendo algo por su entre pierna se marchó de mi cuarto, permanecí con manos, pies y boca atados, escuchando por toda una media noche los gemidos de ellos dos, sin un como hacer para dejar de escucharlo, así me encontraba atormentado, sin poder dormir desde aquel momento hasta la actualidad, aunque termine por desmayarme y sin saber que sucedió desperté sin ataduras, y sin esperar salí de la habitación buscando a mi hermano, golpeando la puerta fuertemente y sin respuestas con todas mis fuerzas derrumbe la puerta de su estancia, pero era tan tarde que me adentre en la misma locura y oscuridad de mi hermano, sin mantenerse por otro minuto más, sin poder decir alguna palabra, mi hermano se disparó en la cabeza, el disparo no fue limpio, así que la habitación estaba cubierta de sangre por donde quiera, perdí la inconsciencia, perdí mi vida, mi paz, mi cuerpo, mi alma, perdí, perdí todo mi mundo en una noche, ya no podía sentir más, estaba en mi límite y al igual que morí en esa noche, esa misma habitación de mi hermano permanece aún cerrada nadie se ha atrevido a limpiarla, entre la sangre y suciedad ha permanecido continuamente en recuerdo de su lamentable vida.
Manteniendo su mano en la mía, me contó que no era su intención el hacerme daño, esa noche donde él y yo estábamos juntos, deseaba por cambiar el recuerdo de esa vez, ese día cumpla 6 años de la muerte de su hermano y codiciaba por tener un buen recuerdo, por eso mismo esa noche que peleamos me desgarro y quito la ropa, tenía miedo, dijo, no era mi propósito lastimarte y menos violarte, y yo cegada por el amor lo perdone, un abrazo tan inmensamente llena de emociones me susurro que tomara distancia de él, él no está bien, necesito sanar, para no hacerte daño, para poder amar, para poder enamorarme, espérame hasta entonces que volveré a ti, amor.
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