La relación entre el internet y el incremento de la violencia en la sociedad peruana

La relación entre el internet y el incremento de la violencia en la sociedad peruana

Ronaldo Rai Gonzales Alatrista.

Brian Antonio Falcon Terrones.

Piero Pablo De Jesús Mendoza Jaramillo.

Deivid Martin Barrios Quispe.

            Según el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI) en su Encuesta Nacional de Programas Presupuestales 2022, la tasa de homicidios en Perú mostró un aumento preocupante. En 2021, el número de homicidios alcanzó 2,487 casos, lo que representó un incremento del 12% en comparación con 2020. Además, la violencia de género ha sido un problema significativo. En 2022, el Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables (MIMP) registró más de 137,000 casos de violencia contra la mujer, un aumento notable respecto a años anteriores. Esto indica que nuestra sociedad se ha vuelto más violenta. Sin embargo, ¿tendrá el internet algo que ver con esta problemática? La masificación de este medio y la falta de programas de prevención sobre su uso adecuado juegan un rol importante en el incremento de la violencia en la sociedad peruana. A través de este artículo de opinión, buscamos sensibilizar al público sobre el impacto del internet en el aumento de la violencia en nuestra sociedad.

             En este sentido, Manrique (2020), señala que existe una relación directa y significativa entre la adicción a internet y la violencia escolar, sugiriendo que un uso excesivo de este podría desencadenar conductas violentas entre los estudiantes. Nos parece innegable que tanto nuestra generación como las futuras están creciendo paralelamente con el avance de la tecnología y el internet. De hecho, se observa cómo los niños, desde muy pequeños, desarrollan habilidades sorprendentes en el manejo de dispositivos tecnológicos y redes sociales. Sin embargo, la falta de control parental contribuye al desarrollo de una adicción temprana al ciberespacio, donde el fácil acceso a una vasta cantidad de información, sin filtros adecuados, los expone a contenidos inapropiados, incluidos materiales violentos o negativos. Estos contenidos pueden ser imitados en su entorno social, principalmente en el colegio, lo que nos sugiere que es en este contexto donde se gestan comportamientos violentos originados en el uso desmedido de internet. En concordancia con lo anterior, un estudio realizado por la Defensoría del Pueblo en 2021 reveló que el 29% de los estudiantes han sido víctimas de ciberacoso, y el 52% de los docentes considera que la violencia en el aula se ha incrementado debido al uso de la web y redes sociales. Esto evidencia que la violencia escolar no es un problema aislado, sino que está intrínsecamente ligada a la interacción de los jóvenes con el mundo digital. Así, podemos argumentar que la exposición continua a contenidos violentos distorsiona la percepción de la realidad en los niños, afectando su desarrollo mental y emocional, lo que representa un riesgo significativo para la convivencia escolar.

            Otro factor que agrava esta situación es el anonimato en internet, el cual facilita el ciberacoso y sus consecuencias. Al respecto, Robles y Ramos (2023) destacan que el ciberacoso se ha convertido en una problemática importante derivada del desarrollo tecnológico, ya que las TIC permiten a los agresores aprovechar el anonimato en internet para llevar a cabo conductas que, en muchos casos, son ilícitas. Si bien este avance ha simplificado nuestras vidas al ofrecernos acceso a una vasta cantidad de información, también consideramos que ha permitido el abuso del anonimato para causar daño, convirtiéndose en un factor que, en lugar de ser una ventaja positiva, facilita que el ciberacoso se vuelva común en la esfera digital. Según un estudio realizado por la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT), más del 50% de los adolescentes ha experimentado acoso en línea, y casi el 20% ha sido víctima de acoso reiterado a través de redes sociales y otras plataformas digitales. Este panorama nos revela el impacto significativo de este problema. Además, un informe de UNICEF destaca que el acoso virtual incrementa los niveles de ansiedad, depresión y estrés en las víctimas, y en los casos más graves, puede relacionarse con comportamientos autodestructivos e incluso suicidas, lo que subraya las graves consecuencias de esta forma de violencia. Si bien reconocemos que el avance tecnológico ha traído grandes beneficios, también observamos que ha dado lugar a nuevas formas de violencia que se aprovechan de las libertades que el internet nos brinda. Por ello, es crucial tomar conciencia de nuestras acciones en la red y conocer los riesgos y límites del uso de internet, lo que nos lleva a cuestionarnos si el Estado debiese limitar el acceso a la información en la web y si somos realmente conscientes del impacto que el internet puede tener en nuestras vidas.

             Además, la falta de acompañamiento y afecto parental incrementa el riesgo de que los adolescentes participen en ciberacoso. En este sentido, Tapia (2020) sostiene que una percepción negativa de los padres hacia sus hijos aumenta significativamente las probabilidades de que los adolescentes se involucren en actos de ciberbullying, especialmente cuando no existe un monitoreo adecuado de sus actividades en línea. Notamos que el acompañamiento parental continuo durante el desarrollo de un niño o adolescente es fundamental para la correcta formación de ciudadanos responsables, y con la creciente masificación de las actividades en línea, creemos que este acompañamiento debe intensificarse, ya que muchos padres, debido a la brecha generacional, se muestran indiferentes ante lo que sus hijos realizan en los espacios web. Sin embargo, estamos seguros de que no solo se requiere de supervisión constante, sino también de amor y cariño por parte de los padres para fomentar valores sólidos que, a futuro, prevengan que sus hijos sean víctimas o victimarios de ciberacoso o sexting, ya que la ausencia de un acompañamiento parental adecuado puede ser el origen de conductas violentas en una persona, lo que a largo plazo conlleva una falta de control sobre sus acciones y una indiferencia frente a las consecuencias de estas. Investigaciones de la American Psychological Association (APA) demuestran que la falta de involucramiento parental durante la adolescencia está directamente relacionada con comportamientos antisociales y un mayor riesgo de desarrollar actitudes agresivas. Por lo tanto, es imprescindible que los padres sean conscientes de los riesgos asociados al uso de las redes sociales y comprendan que sus hijos podrían verse involucrados en situaciones que los afecten tanto a ellos mismos como a otras personas.

            En cuanto a la formación parental, Grané (2021) resalta que los padres a menudo tienen poco conocimiento sobre las actividades reales de sus hijos en el entorno digital y sienten la necesidad de recibir orientación para fomentar un uso seguro y saludable de los medios. Identificamos que, en la actualidad, los niños interactúan con la tecnología a edades cada vez más tempranas, muchas veces sin comprender los riesgos asociados, por lo que aseveremos que la supervisión parental es insuficiente, principalmente debido a la falta de conocimiento sobre las posibles consecuencias de un uso inadecuado, como el desarrollo de adicciones al internet o la exposición a contenidos inapropiados. Vemos necesario que los padres reciban una orientación profesional adecuada que les permita comprender estos riesgos y gestionar el comportamiento de sus hijos frente a la tecnología, ya que informarse correctamente sobre el uso responsable de internet y otras tecnologías no solo beneficiará a los padres en el control de las actividades digitales de sus hijos, sino que también contribuirá a una educación más consciente y preventiva ante la violencia y otros peligros presentes en el entorno virtual.

             La educación y la prevención son clave para abordar la adicción a internet y sus consecuencias, y al respecto, Espinel y Leguizamón (2022) concluyen que, además de informar sobre los efectos de la adicción para fomentar un uso responsable de internet, es importante sensibilizar a la sociedad sobre los riesgos que esta representa y fortalecer los factores de protección a través de programas preventivos. Debemos reconocer que esta adicción hoy por hoy es una problemática real en nuestra sociedad que, en muchos casos, puede desencadenar conductas violentas en quienes la padecen, por lo que consideramos crucial implementar programas compuestos de varias etapas que utilicen diferentes recursos, como entrevistas con profesionales de la salud mental y charlas educativas sobre los riesgos del uso inadecuado de este, ya que estos programas contribuirían significativamente a la prevención de la violencia en nuestra sociedad, que enfrenta una creciente ola de inseguridad y brutalidad. La evidencia internacional muestra que dichos programas pueden reducir considerablemente los casos de adicción y sus efectos colaterales, como la violencia y los problemas de salud mental. Examinamos que en países como Corea del Sur, que enfrenta uno de los mayores índices de esta problemática en el mundo, se han implementado programas de prevención a nivel nacional con resultados positivos, y un ejemplo destacado es el Programa Nacional de Rehabilitación de Internet, que ofrece terapia individual y grupal, además de talleres educativos, y que ha logrado reducir significativamente los casos de adicción, mejorando la calidad de vida de los afectados. En Perú, los programas específicos para combatir la adicción a internet son escasos o inexistentes, pero el Ministerio de Salud ha reconocido la importancia de abordar este problema a través de políticas públicas.

              Es esencial implementar programas educativos para prevenir riesgos digitales en estudiantes vulnerables, y como señalan Giménez-Gualdo et al. (2021), la gran exposición de los menores al mundo digital evidencia la necesidad de que los centros educativos enfoquen parte de su labor en la prevención y en fomentar el uso seguro de las TIC. Somos conscientes de que actualmente existen pocos programas o campañas escolares dedicados a este propósito, lo que deja a los estudiantes, un sector especialmente vulnerable, expuestos a los peligros del cibermundo; por ello, estimamos urgente la implementación de un programa que integre tanto a alumnos como a profesores para promover una convivencia digital consciente y prevenir acciones maliciosas en línea. Aseveramos que este tipo de programa no solo permitiría identificar los riesgos inherentes a la navegación vía web, sino que también fomentaría el respeto mutuo entre los usuarios desde una edad temprana, lo cual podría prevenir futuras conductas inapropiadas en el entorno digital. En un contexto donde la digitalización avanza rápidamente, creemos que la integración de estas iniciativas en el sistema educativo es crucial, y nos preguntamos qué impide a las instituciones educativas implementar programas de este tipo en nuestro país.

              En ese marco, el patrullaje cibernético podría ser una estrategia efectiva para reducir el ciberacoso y mejorar la seguridad en línea, y Gonzales (2023) destaca que, aunque en algunos casos de intimidación por medio de las tecnologías digitales se han impuesto penas de hasta 20 años de prisión, es esencial establecer políticas de prevención como el patrullaje cibernético, el cual se lleva a cabo en países como México y Colombia, donde se monitoriza el entorno digital las 24 horas para prevenir nuevos incidentes. Tenemos la impresión de que la adopción de un sistema similar en nuestra legislación podría ser una herramienta valiosa para apoyar a las fuerzas del orden en la lucha contra actividades ilícitas que fomentan la violencia en internet, ya que, aunque el sistema jurídico peruano tipifica delitos informáticos, estos rara vez son identificados y sancionados, lo que resalta la necesidad de medidas preventivas más eficaces, y hoy en día vemos que en estos países se han reportado la efectividad de este programa en la reducción de dichos delitos. Sin embargo, sostenemos que es crucial considerar el balance entre seguridad y derechos individuales, por lo que la implementación de estas medidas debe ir acompañada de garantías legales que aseguren la protección de las libertades civiles, evitando que el sistema extienda en exceso los límites del control estatal.

                Además, los videojuegos, como una de las manifestaciones del uso del internet, refuerzan estereotipos machistas y exacerban la violencia de género, afectando tanto a hombres como a mujeres. En relación con esto, Rojas (2022) menciona que los hombres que se identifican fuertemente con personajes masculinos en estos juegos tienden a mantener creencias tradicionales sobre la masculinidad, lo que reduce su empatía hacia las mujeres que han sido víctimas de agresión, y creemos que este fenómeno contribuye a la perpetuación de una cultura machista que ha sido un factor principal en la violencia de género a lo largo de la historia, es así como observamos que, en el contexto actual, los videojuegos con personajes y contenido que refuerzan estos estereotipos no solo amplifican el problema, sino que lo modernizan, integrándose en la vida cotidiana de los jóvenes. En Perú, la violencia contra las mujeres ha aumentado considerablemente en los últimos años, y según datos del Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables (MIMP), en 2023 se reportaron más de 165 feminicidios y más de 150,000 casos de violencia física o psicológica contra mujeres, lo que nos lleva a reflexionar sobre cómo los factores culturales, incluyendo la influencia del contenido mediático como los videojuegos, alimentan la normalización de conductas violentas. Sin embargo, convenimos también que es fundamental reconocer que los hombres son impactados de misma forma por estos videojuegos, ya que promueven una imagen distorsionada de la masculinidad y, como resultado de esto, antivalores como la desigualdad, la indiferencia y el odio se transmiten de manera sutil al usuario, quien, muchas veces sin darse cuenta, los adopta y refleja en su vida diaria. Por lo que consideramos que la normalización de estos estereotipos en los videojuegos ha conducido a la aceptación generalizada de valores machistas, evidenciando que esta problemática está profundamente arraigada en la idiosincrasia de nuestro entorno.

                En conclusión, es innegable que la violencia en nuestra sociedad ha tomado nuevas formas en el entorno digital, con el internet desempeñando un papel relevante en este fenómeno. El incremento de la violencia escolar, el ciberacoso y la normalización de comportamientos agresivos en videojuegos son solo algunos ejemplos de cómo el mundo digital puede influir negativamente en las conductas de las personas. Ante esta realidad, resulta imperativo que tanto el Estado, los padres y las instituciones educativas tomen un rol activo en la formación de jóvenes responsables en el uso de la tecnología. Solo mediante una educación adecuada y el acompañamiento parental constante, se podrá mitigar el impacto de estos factores y prevenir que la violencia en internet siga afectando a nuestra sociedad.

Referencias

Espinel González, S. P., & Leguizamón González, M. C. (2022). Adicción a Internet en tiempos de COVID-19. Programa de prevención. Revista Virtual Universidad Católica Del Norte, (67), 191–216. https://doi.org/10.35575/rvucn.n67a8

Giménez-Gualdo, A. M., Galán-Casado, D. A., & Moraleda-Ruano, Álvaro. (2021). Competencias clave  para la mejora de la ciberconvivencia escolar: el programa “Alumnos ayudantes TIC”. Education in the Knowledge Society (EKS), 22, 6-11. https://doi.org/10.14201/eks.22168

Gonzales Saucedo, L. D. (2023). Propuesta de un sistema de prevención y protección ante el ciberacoso en Divincri Chiclayo 2021. [Tesis de titulación, Universidad Señor de Sipán] Repositorio institucional de la Universidad Señor de Sipán. https://hdl.handle.net/20.500.12802/12005

Grané I Oró, M. (2021). Mediación digital parental. ¿Es necesaria una educación digital en la primera infancia? Edutec, Revista Electrónica De Tecnología Educativa. (76), 7–21. https://doi.org/10.21556/edutec.2021.76.2037

Manrique Ramos, M. F. D. (2020). Adicción a internet y violencia escolar en adolescentes de Lima Norte, 2020. [Tesis de titulación, Universidad Cesar Vallejo] Repositorio institucional de la Universidad César Vallejo. https://hdl.handle.net/20.500.12692/49270

Robles, F. y Ramos, V. (2023). Ciberacoso sexual en Perú, la amenaza sin rostro. Informática y Derecho: Revista Iberoamericana de Derecho Informático (segunda época). (13). 29-44. https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=9265274

Rojas Gomez, G. E. (2023). Relación entre el uso de videojuegos con los estereotipos de género y la agresividad. [Tesis de titulación, Pontificia Universidad Católica del del Perú] Repositorio institucional de la Pontificia Universidad Católica del del Perú. http://hdl.handle.net/20.500.12404/24496

Tapia, M. (2020) Cyberbullying y sexting. [Tesis de titulación, Universidad Cayetano Heredia] Repositorio institucional de la Universidad Cayetano Heredia. https://hdl.handle.net/20.500.12866/8959

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