LA PATA.
Quizás nunca sepas que sos una pata de mi mesa. Una parte indispensable en mi vida para mantenerme de pie.
No te tuve de muy pequeña y me costó entender que elegiste por mucho tiempo, los años más importantes de mi vida, estar lejos de mi presencia.
Me acuerdo aquellas pocas veces que venias a casa, mamá nos obligaba a portarnos bien y a quererte. Las enseñanzas de ella me hicieron crecer viéndote como el superior en casa. A quien debíamos temerle..
No la culpo, siempre hizo todo lo que pudo. Y de la mejor manera.
Cuando crecí, y tuve la oportunidad de que quieras llevarnos con vos, te conocí. Y se me rompió el cristal en el que vivía creyendo que eras perfecto.
Crecí y descubrí que no eras lo que pensé. Y me rompí.
Aprendí que nadie es perfecto, y si bien, todavía sigo viendo que te portas mal, elijo agradecerte todo lo bueno que me diste y después….
Soltarte…
Tal vez estas palabras nunca te lleguen, sabrás lo difícil que se nos hace conversar
Talvez pienses el resto de tus días que no te quiero, pero sí, y cuanto… cuanto querria que no lo pensaras ..
Quizás nunca sepas que sos una pata de mi mesa. Una parte indispensable en mi vida para mantenerme de pie, papá.
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