La palabra olvidada de los Valiente.

Había una vez dos hermanos, la mayor se llamaba Clara y el hermano pequeño se llamaba Teodoro. Ambos se llevaban muy bien y disfrutaban jugando luchas y victorias, eran tiempos de caballeros, dragones, princesas, y armaduras.

Sin embargo, desde que había muerto su abuelita hace unos años atrás, en aquella casa de la familia Valiente, no había vuelto a pronunciarse un TE AMO.

Esta palabra les recordaba demasiado aquella mujer amorosa, con quien habían vivido tantas historias fantásticas y anécdotas de sus infancias. Su abuela siempre les decía te amo, y les recordaba siempre decirles a las personas importantes esta palabra.

Los padres de Clara y Teodoro estaban muy tristes y no tenían fuerzas ni valor para volver a lucir una sonrisa ni decir te amo ya que sufrían mucho la perdida de la abuela.

Los niños a pesar de todo seguían jugando y siendo felices e inventado sus historias.

Clara y Teodoro vivían en una ciudad rodeada de naturaleza, con ríos y lagos muy cerca. Los hermanos siempre salían a jugar juntos a la orilla del rio y regresaban a casa antes de la cena para comer juntos con sus padres y conversar del día. Clara y Teodoro les contaban a sus padres las aventuras que tenían en sus juegos y como peleaban con criaturas enormes y feroces.

Clara era una niña muy valiente y Teodoro un niño muy tranquilo que amaba la magia de los cuentos fantásticos. Teodoro deseaba enfrentarse a dragones para salvar a una princesa en un castillo encantado, como en los cuentos que se imaginaban el y su hermana todos los días y que les contaban a sus padres.

Clara y Teodoro eran exploradores, les gustaba visitar ríos, montañas y diferentes paisajes que los hacia transportarse hacia escenarios donde se encontraban con temibles dragones, princesas y caballeros de relucientes armaduras.

Cada uno de los hermanos tenía su armadura y salía a jugar con ella. El padre de ambos tenía una hermosa espada que Clara deseaba usar para sus juegos, pero su padre siempre le decía que debía estar mas grande para poder usar la espada ya que era pesada y valiosa porque era de la abuela.

Los padres de los hermanos Valiente siempre les recordaban que debían quedarse cerca de casa porque podía resultar peligroso que se extraviaran o que algo malo les pudiera suceder y tenían que volver a casa antes de que se hiciera oscuro.

Una tarde, al anochecer, los niños estaban jugando en el bosque a buscar lugares secretos, se encontraban en el río cerca de su casa. Se acercaba la hora de cenar y Teodoro no había regresado a su casa y Clara estaba muy preocupada por el pequeño hermano y temía que algo malo le hubiese pasado.

De repente, se escucho un grito muy fuerte y tenebroso que asusto mucho a Clara y acelero su pequeño corazón. Salió corriendo a ver qué había sido ese grito cuando de repente se dio cuenta un gran dragón se había llevado a su pequeño hermanito a una cueva muy oscura. Clara decidió sin dudarlo que debía salvar a Teodoro Valiente.

Se armo con su escudo y tomo la espada de su padre y se fue rumbo a la tenebrosa cueva corriendo.

De camino Clara se encontró muchos animales fantásticos y estaba muy atemorizada pero sabia que debía salvar a su hermano, había muchos otros niños que pedían ayuda para salvarse del feroz dragón, Clara no tenía ni idea de cómo salvar a los niños que estaban atrapados.

Siguió su rumbo hacia la cueva del gran dragón, que en su interior era tenebrosa, oscura, hacia mucho calor, y había mucho humo que apenas dejaba ver a Clara por donde caminaba. En el fondo estaba su hermanito colgado en un árbol muy alto y gritaba: – ¡Clara, ayuda! Bájame de aquí! Tengo miedo.

Mas abajo había fuego y allí dormía el dragón profundamente. Clara grito, salto y lanzo piedras hasta despertar al dragón para pedirle a su hermano de vuelta.

• ¿Que haces aquí en mi cueva niña? Debes irte o te comeré en sopa. • ¡Ese es mi hermano y no pienso dejarlo solo!• ¡Nadie escapa de aquí, nadie sabe como salvar a mis prisioneros!

¡jajajajajaja! ¡nadie tiene tiempo, nadie se para a leer ni a pensar jajajajaja!

• Clara se extraño… ¿Era eso que decía el dragón una pista? Yo si que leo, yo si que me paro a pensar y mi hermano merece todo. Entonces alzo la mirada y allí arriba en lo mas alto de la cueva encontró un texto. Era muy antiguo, pero aún se leía y decía así: ‘’Quien ama y es amado, solo con una palabra se puede salvar ‘’: TE AMO. En aquel momento el corazón de Clara se hincho de valor y comprendió que aquella era la única palabra contra la que aquel temible dragón no podía luchar. Alzo su espada bien alto y grito con todas sus fuerzas: • Por mi hermano Teodoro y por todos los niños, abuelos, padres y madres del mundo ….TE AMOOOOOOOO! Cayo al suelo agotada tras haber hecho el mayor esfuerzo de su vida, pronunciar las palabras olvidadas, que le recordaban a su amada abuela.

De los ojos del dragón comenzaron a salir lagrimas y Clara no entendía lo que estaba sucediendo, pensó que había herido al dragón y se preocupo que no iba poder recuperar a su hermano y pensaba en que les diría a sus papas.

Al abrir de nuevo sus ojos, la pequeña Clara estaba en su cama, sus padres al lado con cara de preocupados exclamaron:

• Teodoro, Teodoro, donde esta Teodoro?

Clara se preocupo de que el sueño se hubiera hecho realidad

El pequeño Teodoro regreso del baño, y abrazo a su familia bien fuerte. Teodoro regalo una carta y un dibujo a su hermana, aun la conserva, con muchas frases escritas diciendo TE AMO.