La orquídea

Ni el paso del tiempo,

Ni la sequía, ni la tempestad.

Pudieron marchitar

la hermosura de aquella orquídea.

Que después de florecer

En su vientre edifico

Lo hoy es su casa y su sustento.

Se vistió de héroe

Pero con un delantal y en una cocina

Lucho día a día,

Por el bienestar de sus hijos.

Después cambio de traje

Pero no dejo de salvar al Mundo,

Y frente a una máquina,

Tejió las vestiduras

Con las que sus hijos

Alcanzarían sus sueños.

Fuiste madre más veces

De las que pariste,

Por eso nada pudo marchitarte.

Hoy le doy

Gracias a Dios,

Por haber creado,

Esa hermosa obra de La naturaleza.

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