La musa nicaragüense
Mi boca muda, sorprendida calla,
mis pensamientos distraídos hayan,
distinguir damas de vestidos rojos,
morenas, trigueñas festivos ojos.
Un poco de hermosura te cuento,
la descripción de las perfectas bellas
con palabras escindes yo te reto,
en rima, en verso y un soneto.
Glamur gris del norte divino viene,
cabello de oro dorado tiene,
vistas azules tiernos concatene,
de tez blanca conquista mujer liebre.
Inocente niña con vellocino,
destella la marca de amorcillos,
orgullosa mariposa natural,
tierra arraigada es original.
Cintura de abeja punzón pica,
marca sagrada de la mujer Nica,
reflejo dominante intoxica.
Con su paseo camina conquista,
al hombre imperfecto con afecto,
que admira el lucir canonista.
La pintura de aguas y montañas,
de volcanes y cordilleras habla,
con frases largas y diana vellosa,
detallo en versos, rimas y prosa.
Origen ancestral de indio llega,
con penachos plumajes y vestidos
de alce, occidente a sur vive,
la reina señora lisa mestiza,
de ojos pardos, y cabello negro,
lisos hilachos, de visión continua,
profana hombre y domina machos.
Silueta como alfa predomina,
el más brusco movimiento limita,
con piel tersa de manos suaves mata,
al paso de sus momentos peralta.
Hablo del dibujo caribe,
bosques verdes y ríos ropas,
con locuciones largas cortas
relato versos, rimas copla.
El umbral mulata caza,
bailarina de mayo es,
pinta sus víctimas raza,
fácil de amar muchachez.
No excedo, extranjero,
propio nativo orgullo,
con poquito de juéguense,
el describir con vanidad,
La musa nicaragüense.
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