•La más Valiente•

•La más Valiente•

IACOBUM

16/04/2024

Tengan en cuenta que •Ella• haría literalmente cualquier cosa por descubrir lo que esconden aquellos sueños, lúcidos y tan intrincados, tan ramificados y pesadamente etéreos. Una de tantas voces dice, o más bien grita que saltes por la ventana desde el quinto piso en el que estás; ponte en posición de despegue, un pie atrás de otro dará el impulso suficiente junto a un aventón de ambos brazos hacia arriba con las manos extendidas para salir disparada como una flecha hasta •literalmente la luna•, o la montaña más grande de la ciudad, o hasta donde tu imaginación nos pueda llevar.

La cuestión es que la fantasía siempre (o casi siempre) se ve arroyada por otra fantasía mil veces más densa y 𝘢𝘱𝘢𝘳𝘦𝘯𝘵𝘦𝘮𝘦𝘯𝘵𝘦 más real, la cual es tu propia vida.

Imagina una balanza, en un lado pon una esfera con la nada contenida, es decir, una esfera transparente, y en el lado contrario una esfera arcoíris, llamativa, esplendorosa, mágica; es claro que al poner esta última, con tus experiencias de vida allí contenidas, el peso sea tanto que la esfera transparente, donde la nada habita y lo desconocido deslumbra destellos de luz que tratan de cegarte, salga volando y se pierda en el infinito, jamás siendo recordada, pero de la persona que les estoy hablando, esto no pasaría, o al menos no en un principio, pues luego de agotarse infernalmente en los bucles malditos de las paradojas, Ella haría lo que nadie había considerado seriamente hasta aquel momento…saltar, ¡así es!, para ella ya no se trataría de una opción más sino de algo similar a no romper el acuerdo establecido en mayúsculas con el universo, el cual depende enteramente de una confianza ligada al corazón, para algunos banal pero para otros un cambio radical

El miedo no ha tenido lugar, y en cambio, la fuerte brisa desprendería de su piel cada rastro de personalidad mientras el duro asfalto se expandiría frente a sus ojos, y 0.5 milisegundos antes del choque, ella cerraría sus párpados y la oscuridad abrazaría con fuerza cada fibra de sus sentidos. ¿Acaso he muerto? (se preguntaría), o acaso mi conciencia ha quedado suspendida en un limbo, (más afirmando que cuestionando), e instantes después un túnel giratorio la llevaría a aparecer en alguna otra situación, siempre aleatoria, equivalente a cada posibilidad existente y muy seguramente alcanzable tras haber obtenido el tesoro superando lo más temido, la muerte.

De ahí en adelante, su vida se basaría principalmente en saltar de un sueño a otro, no sin antes explorar lo «imposible»; un paso atrás, y sus manos agarrando el aire casi rasgándolo, ella saldría impulsada como un pájaro desde lo alto de la capilla central; la libertad se podía oler con solo verla volando por los aires, dando una sensación refrescante para unos pocos, y una sensación de rechazo para la mayoría. Es por esto que cuando su presencia hubiese causado el suficiente estrago con la bienvenida del inevitable apocalipsis, ella se lanzaría de nuevo desde lo alto sin abrir sus alas, desterrándose de aquel sueño y apareciendo en otro como un ser desconocido y extraño.

Ese ha sido su precio a pagar, olvidarse de sí misma al final de cada historia con tal de satisfacer el momento presente de sus fantasías.

Hay quienes dicen haberla visto en sus pesadillas o en sus angelicales sueños, ya desgastada y con larga cabellera blanca. Perdida, satisfecha, y adolorida eternamente en sus memorias. FIN.

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