La inmensidad

Luego de sumergirme en las profundidades del Lago Nahuel Huapi con un grupo de personas dispuestas a ingresar en ese inmenso mundo acuático, pude descubrir que quienes se atreven a nadar en aquellas aguas frías y cristalinas, logran abrir la mente y el corazón, para mimetizarse con los diversos tonos turquesas y captar la inmensidad que transmite aquella majestuosa belleza.

Inexplicablemente, avanzar hacia lo desconocido provoca un temor que debe ser vencido, para evitar sentirse tan pequeño en un mundo amplio y carente de luz propia. Es allí donde se debe enfrentar el miedo para descubrir aquel obsequio tan preciado de la naturaleza, que se proyecta como un»ser tan bondadoso y superior».

Aquella belleza diseñada gráficamente se percibe únicamente al momento de encontrar el equilibrio, la armonía entre la mente y cada movimiento que conforman la plenitud del bienestar.

Es ese instante, donde la magia se apodera de los sentidos y nos transporta para vencer el cansancio, impulsándonos hacia el logro de nuestra meta.

Se dice que es allí, en las profundidades, donde habita una dulce y mística criatura que nos invita a sumergirnos, preparandonos para superar los obstáculos y continuar enfrentando nuevos desafíos.