La industria cultural en el entretenimiento

La industria cultural en el entretenimiento

Fer Castillo

17/09/2024

La industria cultural dentro de las series de streaming a partir de los estudios en la escuela de Frankfurt

La Escuela de Frankfurt fue conformada por aclamados profesores filósofos, como lo es Max Horkheimer y el economista Friedrich Pollock, quienes fundaron el “Instituto de investigación social”, afiliado a la misma “Escuela de Frankfurt”. Esta institución es la primera de orientación abiertamente marxista, en ese entonces sus estudios iniciales enfocados en la economía capitalista de la época (1920s); al principio, se empezaron a enfocar en la crítica de la práctica política, específicamente en las oposiciones comunista y socialdemócrata, atacando todas sus percepciones economistas. En las series streaming de hoy en día, se pueden ver a diferentes sectores de la sociedad divididos a causa de la cultura; no sólo debido a las percepciones económicas, comunistas, sociales o demócratas, sino que a la manera en que la publicidad y los diferentes medios anuncian y proponen diferentes conceptos e ideologías nuevas día con día. Estas mismas series de streaming son un ejemplo moderno de lo que está creando a la industria cultural de hoy en día, ampliando y reiterando muchos de estos principios que los autores investigaron en esta institución.

Adorno expresa que la cultura de hoy en vez de favorecer la resistencia favorece por el contrario la integración del status quo. A mediados de los años cuarenta creó junto a Horkheimer este concepto de “industria cultural”, en el que la cultura conformada por prácticamente puros productos globalizados, la usan como mercancía. En series como Gossip Girl se puede ver claramente este concepto. La serie se desarrolla en Manhattan, hay personajes pertenecientes a la Élite y hay otros que viven en Brooklyn o en ciudades con menos prestigio. Según la ciudad origen de cada personaje, es la manera en la que los tratan cuando van a la preparatoria.

Otro ejemplo de cómo se conforma esta industria cultural es con el “control de la producción cultural”. Para estos mismos dos autores, las empresas grandes son las que controlan la producción cultural; son las que deciden qué tipo de historias se cuentan en las series, qué temas se tratan y de qué manera se plantean; estas empresas priorizan las suscripciones y el poder tener las mayores ganancias posibles: “El terreno en el que la técnica adquiere su poder sobre la sociedad es el terreno de los que dominan económicamente” [Adorno y Horkheimer, 1947].

Sociedad de consumo en la actualidad

Adorno y Horkheimer argumentan que los productos culturales se estandarizan para poder ser predecibles y fáciles de consumir, esto conforme a los gustos y las expectativas cambiantes que va teniendo el público. A la fecha muchas plataformas de streaming siguen ciertas fórmulas narrativas que les permite analizar mejor la respuesta de la audiencia ante diferentes contenidos, estos estudios les permiten maximizar las ganancias y ofrecer contenido que se consume rápidamente y que se puede replicar de manera fácil.

Con proyectos y estudios por parte de esta escuela, específicamente uno de Adorno en colaboración con Horkheimer, llegaron al concepto de que existe una “pasividad en el espectador” en la cultura del consumo. Es decir, la gente consume los productos culturales que se les pone en frente, sin pensar críticamente sobre qué van. De esta manera también, se mantiene el status quo social. Nuevamente como ejemplo, las plataformas facilitan el consumo ininterrumpido mediante la reproducción automática de los episodios en las series, de esta manera pasan al espectador de un contenido a otro sin reflexionar bien qué es lo que están viendo.

En la lectura, el ejemplo que ponen es la fabricación de los coches en serie, es el mismo esquema de organización y planificación, y así puede pasar tanto en el contenido y los productos que se ofrecen, como en los distintos proyectos de urbanismo. “Se ha previsto algo para cada uno, de tal modo que nadie pueda escapar” [Armand y Michéle Matterlart, 1997]. Cada industria se rige bajo un método de producción global de la cultura que a su vez está relacionado con las demás industrias.

Obras de Arte en los productos de entretenimiento

Adorno fue en su tiempo partícipe de un estudio acerca de los efectos culturales que tenían los programas musicales de radio, se vio tentado con esto a “medir la cultura”. Se dio cuenta de: “la necesidad (que existe) de limitarse a datos seguros y ciertos” [Horkheimer, 1972]. Criticó el rango de la música, y la denunció la “felicidad fraudulenta del arte afirmativo”, ósea, un arte automáticamente integrado en el sistema, en otras palabras “no genuina”. La perspectiva de Adorno y Horkheimer en este tema es: un producto mercantilizado y destinado a ser consumido por las masas, perdiendo su función crítica y la verdadera capacidad de generar un cambio social.

Según la escuela de Frankfurt, se sigue una fórmula repetitiva para poder garantizar el éxito comercial, quitando toda originalidad y la expresión individual que caracteriza al verdadero arte en cada obra. “Muestra muy bien que un arte como el cine sólo tiene razón de existir en el estadio de la reproducción y no de la producción única (…) deja obsoleta una vieja concepción del arte que llama “cultual” [Armand y Michele Matterlart, 1997]. Estos autores expresan sin duda un total desconcierto ante su nostalgia provocada por la falta de experiencias culturales libres de ataduras de la técnica.

Ejemplificación en Series de Streaming

Una serie con la que se puede fundamentar lo anterior puede ser perfectamente “Emily en Paris”, ya que en cuanto al efecto que se plantea por parte de la Escuela de Frankfurt en esta serie se refleja la estandarización del contenido de modo que el entretenimiento termina siendo más que nada superficial. Esta comedia romántica tiene la trama sobre una joven estadounidense que viaja a París por parte de su trabajo, pero en vez de quedarse sólo una semana termina quedándose a vivir ya que en la empresa notan sus grandes habilidades de negocio y la terminan contratando permanentemente. En la historia resaltan los famosos clichés
y muchas situaciones (amorosas y laborales más que nada) idealizadas, las cuales buscan satisfacer las expectativas de la audiencia objetivo. Se muestra de igual manera, se muestra “glamorosa” a vida de la protagonista, llena de eventos de moda y lujo y con situaciones muy cómicas en el transcurso. No se abordan temas conflictivos o que requieran de análisis más profundo, simplemente entretiene.

En conclusión…

Las teorías de la Escuela de Frankfurt, por parte de Adorno y Horkheimer se enfocan en la parte superficial e idealista de los productos en el entretenimiento y de qué manera es que la industria cultural ha estado dominada por lo que son las potencias empresariales/económicas a nivel mundial. A caso… ¿el mundo es dominado por lo material más que por el arte y productos genuinos o con valor sentimental y verdadero? Pues estos filósofos llegarían a la conclusión de que este pensamiento es afirmativo.

por Fernanda Castillo

16/septiembre/2024

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