La gente se filtra sola

-Dedicado a quienes alguna vez me hicieron sonreír

Las personas que se han alejado de mi vida no eran adecuadas para mi crecimiento; quedaron enganchadas en un filtro que sólo han pasado quienes realmente dan felicidad.

¿Es importante saber de quién lo aprendió? ¿O dónde lo leyó? Realmente no. Lo significativamente importante es la sabiduría que se debe tener para seguir compartiendo la siguiente frase. Sabiduría que tuvo una persona cuando compartió conmigo las cinco mejores palabras que he oído en mucho tiempo… (No, las palabras no son; Amor, te quieres casar conmigo?). Aunque sinceramente me gustaría oírlo, tengo claro que hay algunas cosas que aprender antes; cosas como la frase que sigue dando vueltas en mi cabeza y me ha permitido entender que las personas puedan desaparecer –a veces sin razón aparente-. Por cierto, la persona que me dijo la frase fue mi hermana.

Era un miércoles por la tarde, desafortunadamente no había posibilidad de tardear porque a las personas como yo que hacemos parte del sistema laboral no nos dan esa opción, -aunque lo he buscado- en ninguna parte de mi contrato laboral dice que puedo compartir una tarde soleada de cualquier mes con mis amigos, creo que no tengo derecho a socializar con el mundo o será que creen que no tengo mundo. El punto es que nosotros, los asalariados sólo podemos tardear en un lugar cubierto en compañía de clientes y computadores llamado oficina.

Así que era un miércoles por la tarde, mas tarde… es decir después del horario laboral; estaba en casa y llegó felizmente mi hermana a preguntar por mis amigos de la vida y me dice: oye, ¿cómo esta Martina tu amiga de la oficina? Me quedé pensando y respondí; “Bien, sigue yendo a trabajar, pero sabes ya no me habla; es decir me saluda y la saludo -nos saludamos-, pero no hablamos. De un día para otro sin razón aparente me bloqueó y no ha habido conversación alguna entre nosotras desde entonces, no tengo claro qué pueda haber pasado. Pero supongo que está bien, sigue sonriendo por la vida -si una persona sonríe, no importa cuántos problemas tenga todo está bien-“. A lo que mi hermana piensa y responde: ”la gente se filtra sola”.

Entonces, quedó un instante suspendida en mi mundo -ese que en la oficina no saben que tengo- y mi capacidad de asociación empieza a trabajar -Rápidamente como encontrando un objeto perdido-. Mi cabeza comienza a entender una serie de eventos y a ver la cara de cada una de las personas que hoy no están… Ahora, tenía una explicación con las cinco palabras de ella; la gente se filtra sola. Mi hermana era un genio, tenía toda la razón, todas las personas que se han ido de mi vida lo han hecho porque las partículas solidas no aptas para mi bienestar han quedado atrapadas en una red invisible siendo alejadas de mi presencia.

Es decir, las personas que se han alejado no eran adecuadas para mi crecimiento; quedaron enganchas en un filtro, un filtro que sólo han pasado quienes realmente dan felicidad a mi vida.

Por eso, cada vez que alguien empieza a alejarse, sé que está en un proceso, el proceso consiste en tratar de pasar el filtro, si nunca regresa quiere decir que esas partículas que conforman una persona no son aptas, están atrapadas en el filtro y no volverán. Entonces miro al cielo con un poco de tristeza por su partida, muchas veces con lágrimas en los ojos entiendo que ya fue suficiente y aunque con otras personas piense de qué forma podría flexibilizar el filtro, sé que no es la solución.

Pero debes tener claro que si eres un amigo real, si tus palabras tienen la fuerza de tus pensamientos, si tus sentimientos son auténticos; no existe un filtro capaz de impedir que alguien este toda tu vida.