Ramillete en mano,

de ojos azul profundo, 

mirada eterna:

cuando miras a la lejanía, 

En sentido de infantil sonrisa

sin pronunciación. 

Me evades.

Me ignoras. 

Me llamas.

Me abrazas en mi imaginación. 

¡Suspiro!

En desencanto, 

en silencio y sin aliento.

Pintura de antaño, 

pintura de otros tiempos. 

E irremediablemente

voy al mismo café de siempre, 

con tal de verte. 

Verte estampada ahí, en esa pintura, 

en esa imagen que me lleva 

a escribirte, 

a plasmarte entre mis paginas

de poeta loco. 

En donde tu siempre estas presente,

mujer de dalias azules. 

de sombrero negro y de mirada 

fulminante y traviesa. 

Y me pregunto:

¿Que piensas cuando besas las flores?

¿Que piensas cuando miras las estrellas de tu alrededor? 

Tan radiante, tan mística, tan azul. 

Como tu vestimenta antigua,

y tu pose inamovible, 

casi inexistente como tu. 

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS