La Blanca-nieves
Era un sábado el cual decidí salir a beber unas cervezas después de mi trabajo, generalmente no soy de salir solo, pero en vista que mis amigos no podían ese día decidí ir yo solo. Habré estado en el bar apenas una hora cuando me aburrí y decidí salir del bar y pasear en busca de algún otro lugar.
Caminé mucho y no encontraba nada, cada vez me metía por calles mas estrechas y desconocidas para mi y cada vez todo se hacía más desolado, pensé en irme cuando encontré una casona antigua con las luces encendidas y un cartel pequeño pegado en la puerta, al leerlo decía: Función de madrugada: Blancanieves.
Me pareció extraño que haya un teatro en un lugar tan alejado y mas aun a esa hora, ya era más de la 1 de la madrugada, pero por mi curiosidad decidí entrar.
En la recepción no había nadie, solo una caja con un cartel que decía: Ponga su voluntad- Yo puse un billete de veinte que era lo que tenía a la mano.
Había unas escaleras las cuales subí y llegué a otra puerta al abrirla vi las butacas y el escenario.
No había nadie en las butacas, no estaba seguro si habría función o no, pero el escenario estaba encendido y había una escenografía – La cual era un bosque, con maquetas de animales y arboles de cartón, todo muy rustico.
Decidí sentarme y esperar, después de unos minutos de espera apareció alguien en el escenario, era una mujer vestida de Blancanieves
Lucia bastante similar a la Blancanieves de los dibujos animados que conozco tanto en la vestimenta como en su apariencia física.
Apenas salió al escenario comenzó a actuar sin presentación y sin importarle que su único publico era yo. Lo curioso de la obra era que no había otros actores más que ella e interactuaba con los otros personajes hablándole al aire como si los viera en su imaginación, era la primera vez que veía algo así, pero había algo en su actuar y en su intensidad que me fue muy fácil engancharme con la obra.
Mientras la veía actuar pensé que nadie más podría hacer mejor de Blancanieves que ella, era exactamente la imagen de Blancanieves y se metía tanto en el personaje que era fácil interesarme en la obra y no querer ni parpadear para no perderme ni un segundo.
El momento de éxtasis de la obra fue cuando apareció la bruja, supe que era el momento de la bruja por la cara de terror de la Blancanieves además que agarró una manzana como si la bruja se la hubiera dado y la comió, en ese momento se desmayó.
Ya había pasado mucho tiempo y seguía acostada en el piso, sabía que era el momento del beso del príncipe para que la saque del hechizo, pero al no ver ningún actor mas que ella no sabia que tenia que pasar para que se rompa el hechizo de la bruja.
Ya había pasado tanto tiempo que comencé a preocuparme por la Blanca nieves, me paré de mi butaca y corrí al escenario, al verla allí en el piso noté que respiraba y que solo tenia los ojos cerrados haciéndose la desmayada, lo pensé un poco y le di un beso en la boca luego me senté de nuevo en mi asiento esperando que haya echo lo correcto.
Ella abrió los ojos como si hubiera roto el hechizo de la bruja, se paró del piso y siguió con la obra,me sentí muy aliviado que no se haya molestado y que era lo que ella esperaba que yo hiciera.
Cuando acabó la obra bajó ella misma el telón.
La esperé un rato en la butaca esperando a que salga de nuevo y así lo hizo, ya no vestida de Blanca-nieves, me dijo -Gracias por ver mi obra,mañana ven de nuevo ,haré de caperucita roja, yo le contesté -Claro, no me lo perdería por nada.
Fin
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