El primer día que los científicos comentaron de este fenómeno la mayoría de la gente pensaba que se trataba de un meteorito de basura como el que cayó en el mar en el 2021. Sin embargo, era algo diferente. Claro, no era letal por su tamaño y porque al entrar en la atmósfera se rompería; solo quedaba la incógnita de dónde caería. Y es que por muy pequeño que sea, cayendo en un mal lugar sí podía representar un verdadero peligro.
Las noticias acababan de confirmar que estarían transmitiendo en vivo desde que el meteorito entrara en contacto con la atmósfera hasta mostrar en dónde caería.
No se sabía si era bueno o malo, pero caería en el desierto de Atacama, Chile. Del lado izquierdo tenía al océano pacífico y del lado derecho la cordillera de los Andes. Esto se logró predecir con 3 días de anticipación. El gobierno se mostró muy orgullosos por este evento, incluso organizó una fiesta para recibirlo. Había algunos pequeños pueblos asentados en el desierto así que las autoridades decidieron mandarlos a refugios hasta que el meteorito cayera y se pudiera analizar qué tan viable era vivir ahí. Costó un poco de trabajo, algunos creían que era un presagio, otros no le tomaron importancia y una familia creía que era un plan del gobierno para empezar a construir en el desierto. La fiesta se planeó para realizarse a una distancia segura. Mucha gente viajó para poder verlo en primera fila. Lo habían nombrado: Shin Jidai.
Uno encendía la televisión y aunque el programa fuera de espectáculos, fuera un canal extranjero o local, el tema de conversación era el meteorito. Todos los astrólogos se peleaban por obtener permisos para ir a verlo en persona, otros gobiernos querían tener acceso a él, eran las noticias del día. Incluso muchos artistas se volvieron científicos al hablar de este tema. Uno abría YouTube o Facebook y todos los memes, videos, artículos eran sobre el meteorito. Las películas que tocaban este tema volvieron a ser relevantes y a tomar posición en el mercado. El evento más esperado de la década.
La verdad es que se sabía poco de este meteorito. Sabíamos que caería en la Tierra, que no mataría a nadie, pero era todo.
El día de su llegada todo el mundo por primera vez no despegaba su mirada del cielo. La gente salía al techo de sus casas, otros hicieron viajes para verlo en familia y con amigos, estaba la fiesta, incluso la gente de escasos recursos veía el cielo mientras con una mano se cubrían del frío. Los reporteros actualizaron sus cámaras para que fueran capaces de resaltar la belleza de la naturaleza. Se hicieron transmisiones en vivo, toda la gente hablaba de eso.
“Podemos ver que el meteorito ha entrado en la atmósfera. Como podemos observar va dejando unos pedazos en el cielo. Si no me equivoco es por la fuerza a la hora de entrar a la Tierra que este se va rompiendo, ¿cierto? Desde este punto faltan solo unos minutos para que toque tierra. Hay un ligero tono azul-verde electro en él. Nunca había visto uno así – nunca habías visto un meteorito – la verdad es que se ve muy bonito. Este tipo de eventos une a la humanidad y nos hace reflexionar sobre qué somo, cuál es nuestro lugar en el cosmos y cuál es nuestro destino. Pero amigos, veamos este regalo que nos han mandado las estrellas y que sirva como recordatorio de que somos una sola humanidad, somos todos hijos del mismo universo…”.
Como por 5 minutos todo Chile perdió comunicación; los reportes confirmaron que los sistemas de energía dejaron de funcionar. Los únicos videos existentes de la llegada del meteorito eran los que la gente pudo grabar.
Todas las aerolíneas, grandes y pequeñas, competían por tener más vuelos a Chile. Las empresas automovilísticas ofrecían autos capaces de acercarse a la zona “0”.
Podían verse barcos en toda la costa. La renta de yates y naves de pesca aumentaron. La verdad es que al inicio favoreció a la economía local. Gente de alrededor rentaba sus casas para los turistas, ofrecían tours por todo Chile, restaurantes habían incrementado sus ingresos y el turismo en general estaba incrementando exponencialmente. Muchos artistas iban a tomar inspiración en los nuevos colores que descubrían; incluso había planeas de hacer varias películas, los grandes filósofos y escritores se volvían a preguntar qué somos en el universo, canales de ciencia volvieron a tener una fama increíble.
Poco tiempo duró todo lo bueno.
El presidente de Chile firmó diversos tratados con países extranjeros para que pudieran entrar al país y crear empresas en la zona del meteorito.
Diversas organizaciones se opusieron a esos tratados. Se descubrió que, gracias a los nutrientes del meteorito, la zona “0” era una tierra muy fértil, plantas creciendo más fuerte que antes, muchos cultivos estaban empezando a crecer de nuevo. Los animales marinos incluso visitaban más esta zona. Los pescadores atrapaban pescados más grandes que lo común, incluso los marineros que llevaban una nave pequeña la cambiaron por una más grande. El mundo no se sentía tan unido como nunca.
En las noches era un panorama increíble. Por lo regular el cielo estaba despejado. Las estrellas titilaban en el vacío, incluso la Luna parecía un gran foco de tanto que brillaba. Algunos dicen que incluso podía verse ligeramente del color del meteorito. Este tenía un aspecto azul-verde electro, mientras uno lo veía los pensamientos se perdían en la mente. Parecía una pequeña montaña con varios ríos entrecruzados que desembocaban en la tierra. De noche, incluso se podía ver en la tierra flujos de energía y el mar brillaba como si fuera el portal a otra tierra; el aire corría y se sentía ligero, puro. El meteorito daba vida. Muchos estaban agradecidos con él; gran cantidad de personas cambiaban cuando hacían un viaje a este lugar; lo describían como una experiencia inmemorable.
Pasó un año.
Los noticieros presentaban la nueva gran noticia: “La visita al meteorito será aún más memorable”. El plan era crear un centro de turismo tan grande como las mismas montañas. Contaría con tiendas departamentales, un cine, un parque acuático con acceso a la playa, otro parque con acceso a las montañas, un recinto para espectáculos, un casino, un hotel, un acuario un teleférico por la cordillera de los Andes. Una inversión astronómica. No solo un país estaría involucrado, eran 10 en total. El plan era que la construcción se llevaría a cabo en año y medio, se empezaron a vender lugares y boletos de avión. Incluso, por primera vez, toda un área natural era propiedad privada.
Durante ese año y medio casi no iban turistas. Los periodistas por otro lado estaban muy al pendiente de la construcción. Los debates giraban en torno a este nuevo proyecto. Para muchos era algo negativo tanto para el mundo como para la gente. La idea era poner una carpa encima del meteorito para que la gente lo pudiera ver.
Todos los comerciantes locales fueron desplazados; la gente fue reubicada lejos de la zona para que no fueran un problema. Un periodista extranjero realizo un artículo que dio la vuelta al mundo: “[…] esto es un llamado de atención para el ser humano. ¿Cuándo se detuvieron a mirar el cielo y lo primero que observaron fueron las estrellas y no grandes edificios?, ¿recuerdan cuando fueron a caminar y no se tropezaban con bolsas de basura? El mundo está cambiando cada día, sin embargo, lo está haciendo para mal. Este es un llamado urgente a la humanidad. Si a partir de este día no nos detenemos y hacemos un verdadero cambio, la siguiente gran noticia será la desaparición de la vida en la Tierra. El universo nos ha dado un gran regalo, un meteorito que por días nos unió a todas las naciones; por fin las guerras habían cesado y la paz se podía ver en todos lados. La felicidad que brotaba de la Tierra era palpable. El final de los problemas. Pero ¿ahora? El crimen ha aumentado en una escala sin precedentes, la naturaleza se ha puesto en nuestra contra, los cultivos ya no se dan, el aire huele a podrido y todo el mundo está triste y enojado. No hay marcha atrás. Hemos caído en un hoyo sin fondo […]”.
Por fin pasó el tiempo determinado.
El gran día comenzaba.
Fue un gran espectáculo el que se realizó. Artistas internacionales hicieron presentaciones en vivo, hubo un espectáculo de fuegos artificiales y en todos lados había “grandes promociones”. Fue todo un evento transmitido en vivo, las aerolíneas tenían todos sus vuelos destinados a un lugar: Chile. Todos los hoteles tenían meses ya reservados; incluso gente que rentó cuartos y casas enteras ya tenían clientes por meses. Y claro, el centro de la atracción: el meteorito.
La economía interna del país comenzó a crecer en gran manera. Todos los programas de radios y comerciales televisivos estaban ocupados por el nuevo centro turístico. Estaba en boca de todos.
Fue demasiado tarde cuando llegó la crisis.
Al igual que con una enfermedad que se convierte en pandemia, la crisis económica comenzó de manera aislada hasta que reventó y comenzó a atacar país tras país y sector tras sector. Compañías enormes comenzaron a declararse en bancarrota. La gente se manifestaba por falta de alimento, falta de agua; realmente la falta de dinero se volvió el problema sin importancia. Revoluciones y guerras se empezaron a desatar por todas partes. Los gobiernos desaparecieron como si el viento se las hubiera llevado a donde nadie los podía ver. ¿Qué le dolió más a la humanidad? El Gran Centro Turístico.
Tuvo una historia triste. Cuando estallaron las protestas en Chile la gente quiso tomar este lugar como fuerte en contra de la revolución. No fue tan sencillo como se esperaba. El lugar se llenó de militares que resguardaban a las personas más ricas del mundo, que era lo menos importante. En sus almacenes había el suficiente alimento para el país entero. Además de otros recursos. Fue una matanza ese día. Los guerrilleros creyeron que lo lograrían, aunque ya les llevaban muchos pasos de ventaja. La guerra duró meses, nadie recuerda cuánto tiempo. Las comunicaciones se detuvieron momentáneamente, aunque después se reestablecieron en ciertas zonas. La avaricia del humano no les permitió otra coda que quemar el centro, incluyendo el alimento resguardado. Si no era del pueblo no iba a ser para nadie. Todas las personas que se resguardaban en su interior fallecieron por el fuego. Duró algunos días en llamas el lugar hasta que un día llovió y se logró calmar el fuego. La estructura se vio dañada en gran manera; muchas zonas se habían derrumbado.
La gente trató de empezar de cero. Utilizar el lugar como punto de origen. Sin embargo, el mundo estaba dañado en su totalidad. Cuando se salía a pescar se regresaba sin nada. Los animales comenzaron a desaparecer. Las plantas y árboles empezaron a morir. La gente sabía su destino: la muerte. Muchos comenzaron a viajar a este lugar con una falsa esperanza; si no morían en el camino, fallecían al llegar y ver que su oportunidad jamás había existido. Los grandes monumentos fueron tragados por el mar, otros por la tierra. Lugares emblemáticos fueron lugares sin importancia.
Ocuparon su tiempo de vida restante para “vivirla al máximo”, decían ellos. La verdad es que era una fachada. Todos estaban deprimidos y no sabían que hacer de su vida. No se sabe con exactitud cuánto tiempo duró la humanidad. Quizás años, meses, días. Fue como si el aire nos hubiera tomado y esparcido por todos lados sin dejar el rastro mínimo de nuestra estancia en el planeta.
Al final simplemente miré al cielo, sentía como mi piel se incendiaba. Quería mantener mis ojos abiertos, pero no sé qué pasó primero, si los cerré o si perdí la vista. No sé qué me paso, pero al menos espero que en mi rostro haya tenido una sonrisa y quien esté terminando de escribir esto no tenga el mismo destino.
Estos últimos párrafos ya no pertenecen al mismo escritor: después de que dejó su historia escrita y me la dio, decidí no añadirle más. ¿Qué más le puedes agregar a lo que ya se terminó? Guardaré el texto en una caja. Trataré de dejar un señalamiento por si es que la humanidad sobrevive de algún modo milagroso. Si no lo hace, al menos podré morir creyendo en una esperanza. Quizás falsa. Pero al final, con una esperanza.
Aunque, es realmente difícil terminar una historia. ¿Cómo estamos seguros de que termina?, ¿cuándo sabemos que termina? Muchas historias creen tener un final, pero siempre afectan a otros y esos son otros y sus acciones son una continuidad de la misma historia. Divago mucho, no quisiera concluir esto. ¿Qué más da? Cerraré los ojos y quizás haya muerto. Llega un momento en la vida en la que nada puede cobrar sentido, es más, solo lo vivimos sin saber el por qué. Todos merecemos una vida. Vagar por el camino del destino hasta que hallemos nuestra parada o paradas. Miras al cielo y las estrellas cambian de posición: ahora Orión está a tu derecha, las Pléyades están encima de tu cabeza y Venus está justo detrás de ti.
No evites llorar. Las lágrimas se llevarán los recuerdos amargos y hará que crezcan los buenos sentimientos. Al final, las lágrimas son una extensión nuestra. Parte del proceso de saneamiento. Mira las estrellas, cuéntales cómo te sientes, una de ellas es solo para ti. Será tu luz cuando tengas que irte. No te preocupes si no estás preparado. Incluso los que se sientes listos quieren dejar su luz encendida. Llegará el momento de despedirse. Pero sonríe. Donde termina una historia siempre comienza otra.
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