El Karma se manifiesta de muchas formas. Y a veces se te puede aparecer dotado de una encantadora mirada y una bella sonrisa que hace volar tu mente. Y una figura… Que hace que casi pierdas el control de lo que eres. Le ves y le reconoces, sabes porqué está allí y su propósito: hacerte pagar por todo lo que alguna vez hiciste. Sabes el alto costo que llevas a tus espaldas y todo lo que ello implica y aún así… Allí estás, contemplándole. Deseando que llegue y poder tener la oportunidad de conocerle y descubrir todo lo que trae consigo. Incluso dispuesto a sostener su mano y su puñal si eso hace que esté más cerca. ¿Tan tentador y atractivo puede llegar a ser? ¿Vale la pena pagar tan alto precio? Es la incertidumbre con la que no quieres y no puedes quedarte. Y allí vas, por tu propia cuenta a tu perdición mientras disfrutas del camino que te llevará a tu fin. Pero con el placer y la satisfacción de haberlo elegido.

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS