Je’taime 
Aquí comienza mi aventura…
París, la ciudad del amor… O eso es lo que dicen, sinceramente yo no creo que una ciudad pueda hacer que las personas se enamoren, no niego que sea una ciudad linda y que caminar bajo la luz de la luna con la torre Eiffel de fondo no sea romántico, por supuesto que lo es solo que atribuirle a la ciudad casi casi la responsabilidad de que te haga sentir enamorado me parece estúpido.
Mis padres planean desde que tengo recuerdos hacer un viaje, y si, después de tanto tiempo se iba a realizar y como ya te lo estarás imaginando fuimos a París. Claro que estaba emocionado, por Dios como no estarlo, ¡Europa!
No se hacen viajes como estos seguido, pero había algo que no me emocionaba, ¿Por qué París? Habiendo tantos países y tantas ciudades, porque mis padres escogieron la supuesta ciudad del amor. ¿Acaso intentaban hacer cambiar mi parecer? o simplemente una coincidencia. En fin, solo borraré mis cuestionamientos y disfrutaré las vacaciones.
Bueno llegó el momento…
Abordamos el avión, estaba nervioso eso de viajar tantos kilómetros y a tantos pies de altura no era lo mío y el estar en otro asiento que no haya junto a mis padres no me alentaba solo me ponía mas y mas nervioso, ademas ¿Qué se supone que iba yo a hacer 11 horas sentado junto a un completo desconocido?
-Ojalá se amable y en el mejor de los casos sea una chica linda, pensé
Bueno un rato después lo averigüe, era hermosa, tes blanca, cabello castaño y lacio. la observé por un rato…
-Rayos, ya me notó, seguro parecí un tonto o peor aún… ¡Un acosador!
En ese momento saqué mi celular del bolsillo y me coloqué audífonos, cielos que apenado estoy solo espero no sonrojarme.
Creo que el sentarte junto a una chica te pone nervioso.
Dios, me ha hablado, que linda sonrisa tiene…
¡Tonto! He pensado en voz alta ¿en qué estoy pensando? genial y ahora que le digo.
Si que estas nervioso calma no pasa nada soy Diana ¿y tu?
-Miguel, por cierto que lindo tu nombre no como el mío
¿Y por qué no es lindo? Para mi lo es
-¿Te parece? es que demasiado común, no puedo caminar tranquilo por la calle sin que piense que me están llamando.
Ella lanza una gran risa. Hay vamos no puede ser tan común.
-Claro que lo es, a veces lo detesto es más este día 25 de agosto de 2017 a las 8:30 horas en el avión numero AM2517 me hago la promesa de que mis hijos llevaran el nombre mas raro que pueda existir.
En ese momento ella soltó una risa que no pudo evitar llamar la atención del resto de los pasajeros. Poco después me reí yo.
Oye no solo soy yo la de la sonrisa bonita la tuya también es linda
-No quiero sonar vanidoso pero ya sabía, bueno no, sonreí de nuevo.
Te sonrojas rápido, eso es lindo
Ahora ella sonrío. Bueno así nos fuimos todo el viaje, hablando, conociéndonos, en algunos momentos se generaba un silencio que se interrumpía por su linda risa, en fin no me dí cuenta del tiempo cuando de repente aterrizamos.
-Vaya el tiempo se fue muy rápido, y saber que estaba tan nervioso de estar sentado junto a un extraño, o bueno en tu caso extraña una linda chica extraña
-Claro que eres linda, mm aproximadamente 3 semanas, por cierto me encantaría verte de nuevo.
Genial yo estaré el mismo tiempo, incluso podríamos regresar juntos. Ten guarda mi número y háblame cuando puedas.
Inicio…
Llegué con mi familia al hotel, pedimos de cenar, disfrutamos de una película y luego fuimos a dormir.
Tuve un sueño lindo, claro que estaba ella por si te lo preguntabas, durante este sueño caminábamos bajo la luz de la luna en el parque Belleville, un momento muy romántico, la parte triste de este sueño fue que desperté.
Aquella mañana le envié un mensaje, ella respondió al instante, me dijo que si quería verla sería en la última de las tres semanas, yo estuve de acuerdo pues quería estar con mis padres.
Tuve que hablarles de ella para así obtener el permiso de salir con ella y claro el intentar convencerlos de regresar a México con ella.
Mis padres aceptaron la idea solo que querían conocerla, a ella y a su familia, me comuniqué con ella y su familia estaba de acuerdo así que en una cena los presentamos, aquella noche fue bastante bien, con decirte que durante las tres semanas nos reuníamos y explorábamos juntos, era feliz estando a su lado pero ambos queríamos estar solos aunque fuera un día, Y aquel día llegó pero retardado pues el último día que estuvimos en París fue cuando por fin logramos estar a solas.
Despedida…
-Que vacaciones tan espectaculares ¿No crees?
Vaya que si, de hecho extrañaré mas este lugar que lo que extrañé mi casa
-Vaya si que amaste la ciudad, por cierto ¿De donde eres?
Vivo en la ciudad de Monterrey ¿y tu?
-Oh… de repente ya no supe que decir, me entristecí y algunas lágrimas brotaron de lo mas profundo de mi corazón
¿Qué sucede?… Ah claro de seguro hay una gran distancia entre los dos.
La voz de ella comienza a escucharse de igual manera entristecida pues al igual que yo no quería que nos alejáramos.
-Si bueno soy de Puebla y son 12 horas en autobús, 3 en avión.
-Estoy de acuerdo con eso.
Aquel día fue increíble, caminamos por los mismos lugares que con nuestros padres solo que el ir solos entrelazados de las manos lo hizo mejor.
Guardé el mejor recorrido para el final, eran las 19:30 horas cuando la luna comenzaba a brillar y decidí llevarla al parque Belleville, estaba dispuesto a cumplir mi sueño.
Hacia algo de frío y le ofrecí mi abrigo, claro que yo me estaba helando así que sutilmente se acercó y me abrazó.
Sin decir palabra recorrimos aquel parque de la manera mas linda que pudiera existir y no puede haber mejor persona que ella para haberlo hecho.
llegadas las 20:00 horas le tapé los ojos, hice que se sentara y le entregué un anillo, aquel anillo tenía grabado Je’taime.
Cuando se lo entregué le recite el fragmento de un poema:
Cuando uno se enamora las cuadrillas
del tiempo hacen escala en el olvido
la desdicha se llena de milagros
el miedo se convierte en osadía
y la muerte no sale de su cueva
enamorarse es un presagio gratis
una ventana abierta al árbol nuevo
una proeza de los sentimientos
una bonanza casi insoportable
y un ejercicio contra el infortunio
Mario Benedetti
Lo romántico del momento nos llevó a un beso, aquel beso no solo fue el primero de ambos, sino que también fue el último que dí con sinceridad.
Digo que fue el último porque aquella noche a la salida del parqué nos percatamos de la hora, las 22:00 horas, vaya que era tarde, tomamos un taxi, la llevé a su hotel nos despedimos aquella noche y bajo del auto. Había olvidado su celular dentro, no bajé a entregárselo y ahora me arrepiento.
A la mañana siguiente llegamos tarde al aeropuerto, el avión había despegado, lloré aquel día pues ya no la vi otra vez y ya no había manera de estar en contacto.
Sentimientos…
Llevaba ya una semana en casa y todas las noches leía aquellos mensajes que nos enviábamos por las noches, veía las fotografías que me tomé con ellas y lloraba cada vez que recordaba esa ultima noche.
No había tomado su celular desde que llegué, lo había guardado en un baúl y un sábado en la mañana decidí tomarlo, lo desbloquee y encontré escrito lo siguiente:
Después de leer estas palabras entendí su punto, el cuestionamiento que tanto me perseguía me quedo claro en tres semanas y ahora para mi París no sera la ciudad del amor, para mi sera la ciudad que perfecciona la relación.
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