Instante

Instante

Lala

22/06/2021

Se incorporó de a poco, evitando tirar la taza de café, exhausta y con la inconsciente intención de volver a olerlo en ese montón de sábanas arrugadas…

Intentó absurdamente recordar cuando fue que lo había conocido, hacía un poco más de veinte años. Inútil memoria dormida en un cuerpo que todavía sudado, latía entero.

Habían compartido los mismos espacios, se rieron incluso dentro de la misma casa y conocían algunos de los detalles más dramáticos de sus vidas, y sin embargo, jamás se reconocieron cómo hasta ese día.

Rompiendo con todas sus inseguridades ella había aceptado la propuesta. Él llegó con su encanto, ese que lo definía desde siempre, siendo la amalgama perfecta de la exquisita cena.

Se desnudaron el espíritu antes que el cuerpo. Cada palabra fluía y se acomodaba sin permiso en algunas las risas nerviosas del primer encuentro. Dos botellas de vino, el humo de un cigarrillo compartido y el tiempo volando al infinito.

Con divertidas y nostálgicas anécdotas, entre risas y con la incomodidad de intentar esconder el deseo que se les escapaba por los poros, por fin se miraron y se vieron. Y hablaron sin palabras.

Se acercó seguro y le sonrió. Le halagó sus miedos abrazando su actuada timidez y la besó apasionadamente.

Con los cuerpos entrelazados se miraron nuevamente. Clavaron las pupilas en el otro y sintieron con el cuerpo el aliento de sus almas. El silencio y dos corazones latiendo al galope embravecido, sin nada más que ese instante.

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