Como el destino vago y cruel de un hombre enamorado, de la sonrisa y mirada de la chica que inciertamente era perfecta, como el destino de unas flores llevadas en la mano a un destino que también era incierto

a donde solo un pobre iluso soñador llegaba a un lugar donde no era cierto y que solo su mente vagaba en un futuro incierto y se olvidaba de su presente, aquel día que en cierta parte tuvo algo de especialidad en donde el simple echo de llevarle flores a quien por unos instantes creíamos que podría volverse nuestro amor eterno y que desgraciadamente no lo fue

el aroma que desprendían las flores que con mucho amor te llevaba y que de primero quedabas impresionada por que sabias que era algo que ya tenia tiempo que nadie lograba, los distintos ramos que te ofrecía y que de los seis tipos de flores que te gustaban por que claramente precisaba lo que tus labios me decían, en esta ocasión solo pudieron llegar tres

busco la manera de poder entender por que todo esto que empezó muy bien llego a terminar con un simple » gracias a ti por todo, me hiciste sentir siempre querida» dentro de esa búsqueda en mi mente encuentro algo que me dice que el amor y cariño que le demostré fue sincero y verdadero y que siempre su forma de ser no la hizo ver 

pero que quizás el problema esta vez no fui yo, si no ella por quizás no entenderme o quizás yo le demostré un amor tan real que no podía creerlo lo cual no supo contenerlo, al final me di cuenta de algo, y era que como podía cambiar algo que siempre fue «incierto»

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