Misterio de convulsiones
iras transtornadas por el pensamiento;
somos duros cono el mármol
llenos de piedra y viento
sólo para no vivir mintiendo;
desdeñando el hombre, el sueño,
siempre unidos el mal y el desconcierto,
una carcajada irónica, me propone cascada de mentira.
¿Es posible que el sol se haya apagado?
sobran limosnas, hambre y lealtad;
sopla furioso el viento,
este polvo de tiempo anquilosado
por toda la existencia;
un grito de cansancio
implora una pausa en los relojes
para poder pensar.
-Judy Cerón
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