¿UNA ÚNICA VERDAD, LIBRE Y AL ALCANCE DE TODOS?

Cientos de culturas, miles de años de historia, miles y miles de millones de seres humanos, y millones de ideas, inventos y tendencias componen nuestro mundo. Entonces…. ¿habrá una verdad que nos une de manera global e integral, comprensible y al alcance de todos?

A primeras luces, pareciera imposible que existiera esa verdad, ya que cada ser percibe la verdad de una manera particular, según lo que conoce, según cómo entiende lo que va conociendo y según los esfuerzos que hace por tener una mirada que aúne lo que va comprendiendo.

Un ser humano llega al mundo en un momento específico, sin saber nada, y absorbe lo que le rodea en la medida que sus capacidades se lo permiten. Estas capacidades van incrementándose en él con el tiempo, y así tiene la posibilidad de conocer, y luego comprender, cada vez más. Aquellos que explotan más sus capacidades pueden llegar a conocer más, y quizá, a comprender más.

Absorbemos, entonces, aquello que nos rodea, pero:

  • Muchos estamos rodeados de cosas diferentes.
  • Dos seres con similares capacidades, e incluso rodeados de lo mismo, pueden percibir lo mismo de manera diferente.
  • Todos tenemos capacidades diferentes.
  • Lo que nos rodea (y que nosotros podríamos conocer y absorber para formar nuestra verdad) puede ser aquello que otros, con capacidades diferentes y percepciones diferentes, y por ende probablemente con grados de subjetividad, instalaron en su vida, por lo que heredaríamos subjetividad. Dichas cosas pueden ser de todo tipo: creencias, costumbres, tendencias, formas de trabajo, formas de socializar, etc. Cosas que no podemos señalar como correctas o incorrectas, a menos que se analicen a fondo, a través de un proceso que primero busque determinar las mejores condiciones, reunir a personas con algún grado elevado de calificación, para luego procesar la información de manera correcta, todo lo cual sigue siendo subjetivo.

Pero aún cuando esas capacidades fueran inmejorables, bien utilizadas y la comprensión fuera excelente, ¿qué posibilidad hay de que dos mentes lleguen individualmente a una verdad absoluta que le dé lógica a la existencia y rija la generalidad de la vida de las personas?

La búsqueda de esa verdad de manera totalmente independiente y autónoma por parte de un solo ser humano, es decir, sólo valiéndose de su intelecto y capacidades propias, sin ayuda externa de quien creó esa verdad, a mi parecer, es una tarea absolutamente imposible. Sé que a muchos esta declaración les parecerá demasiada radical, pero si realizáramos el experimento, teniendo a dos sujetos permanente y totalmente separados, ambos con alto grado de curiosidad por llegar a esa verdad, y ellos dispusieran de recursos y capacidades suficientes para conocer lo que desearen sobre la historia y pensamientos humanos, llegarían a una conclusión con muchas diferencias.

Algunos concluirán, por tal motivo, que esa verdad no existe, y que no hay ningún ser superior detrás de todo. Sin embargo, el que algo nos parezca difícil o imposible, o que no entendamos cómo funciona, no hace que ese algo exista o deje de existir. Además, las personas que decidan no creer, tendrán que lidiar con muchos cientos de hechos y factores que están a favor de la existencia de una ingeniería mayor realizada por alguien con una inteligencia y capacidades por sobre las nuestras. Cosas que están a la vista, como nosotros mismos y nuestra complejidad, o como la complejidad del mundo celular y luego el atómico y subatómico, o como el descubrimiento de leyes que rigen nuestro entorno, etc. Y si esa ingeniería fue realizada por alguien, ese alguien tiene obviamente una verdad, su realidad, en base a la cual ha creado nuestro mundo, y por ende, nuestro mundo está supeditado a esa verdad.

Si alguien decide creer en un ser superior que simplemente nos dejó aquí a la deriva, tendrá que lidiar con muchos testimonios de que eso no es así, incluida la mayoría de las religiones de nuestra historia.

Para los que deciden creer que si hay un ser superior con una verdad y lógica común para todos, pareciera, entonces, igualmente imposible, a través de sólo sus esfuerzos, encontrarla en este mundo por todo lo dicho anteriormente.

Volviendo al punto que desacredita el que sólo los esfuerzos individuales puedan lograr esa verdad, podemos mencionar que si una persona decide, a temprana edad, comenzar a indagar, estudiar, analizar, recorrer y conocer todo lo que le rodea, así como los orígenes de ello, y las diferentes corrientes de pensamiento sobre una misma cosa, simplemente no podría. No podría conocer ni la mínima parte de todo. Para hacerlo más gráfico, imaginemos el sólo hecho de querer conocer todas las religiones del mundo, de manera responsable y objetiva, tratando de encontrar la verdad. Pues bien, resulta una tarea imposible, por tiempo, dinero y capacidad, incluso para el más capaz y favorecido con bienes y tiempo, por lo que, obviamente, no está al alcance de aquellos sin estos recursos. Si hubiera un creador justo, como muchos estiman que es el dios de sus religiones, no haría una verdad que fuera imposible de hallar para algunos, por ende, y con este simple ejemplo, descarto definitivamente no sólo la posibilidad de que un ser humano alcance la verdad por sí mismo sin ayuda externa superior, sino también que, habiendo un ser superior y creador, la verdad esté al alcance de sólo algunos, lo que deja en evidencia, a su vez, que no se trata simplemente de un proceso de acumulación de conocimiento.

Para los que sí creen en un ser superior justo y benigno, queda la interrogante de cómo se llega a la verdad de ese ser, verdad que estaría al alcance de todos, tanto del más desfavorecido de entre nosotros como del más instruido. Una verdad que sólo requiere del deseo eral de llegar a esa verdad, y de un esfuerzo real, pero que requiere sólo el uso de capacidades comunes de todo ser humano.

Los medios y métodos que ese Dios tenga para dar a conocer la verdad a quienes cumplan con esos dos requisitos, a saber, real deseo de conocer y esfuerzo, por tanto, deberán ser relativamente sencillos, al menos inicialmente, tal como nosotros le enseñamos a nuestros hijos, de menos a más, iniciando con cosas sencillas al alcance de todos los niños.

¿JUSTICIA NATURAL?

Si la conclusión fuera correcta y por tanto ya tenemos una verdad que debiera estar al alcance de todos, ¿qué pasa con aquellos que no la alcanzan aquí?. Puede pasar que una persona que sí hubiera reunido los requisitos (deseo y esfuerzo), no haya podido poner en práctica los esfuerzos, o no haya podido desarrollar su deseo, ya sea por tiempo, muriendo antes de siquiera poder pensar en eso, o por una vida caótica en la que no ha tenido espacio para ello.

Entonces ¿qué pasaría con ellos?. Por un lado tendremos a los que no buscan la verdad, es decir, que conscientemente deciden no alimentar el deseo y/o no realizan el esfuerzo. Luego a los que la buscan y que llegan a conocerla, y finalmente aquellos que no pudieron. Estos últimos no deberían ver alteradas sus posibilidades y oportunidades, por lo que la sencilla conclusión es que todos tendrán la posibilidad de conocer, y aceptar o no, esa tan preciada verdad, si no es aquí, en esta vida, deberá ser en otro lugar. Cada persona, al tener igual calidad de tal ante su creador, tiene por ende, las mismas oportunidades ante aquél.

¿POR QUÉ TANTAS VERDADES?

Si hay una verdad que está al alcance de todos lo que la deseen y se esfuercen por ella, que es única y que debiera a unirnos en cuanto a prácticas externas, organización y doctrinas, pareciera no entenderse el que haya tantas versiones de pensamientos y puntos de vista de temas que debieran estar aclarados por esa verdad.

La respuesta es nuevamente sencilla, simplemente porque no reunimos los dos requisitos: deseo sincero, y esfuerzo perseverante y coherente a ese deseo. Tomemos el mundo cristiano como ejemplo, cuyo Dios les pide que le pregunten a él, que busquen en él la verdad y sabiduría, incluso les aclara la manera de hacerlo, que es orando, hablando con Él, pidiéndole y esperando y haciendo lo correcto mientras esperan la respuesta. ¿Cuántos de los cristianos que conoces han hecho eso (con deseo sincero y esfuerzo real)? pregúntales y verás tú mismo la respuesta.

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