PARTE 1

MUERTE

En los calores escandalosos de julio, la pestilencia de la muerte recorrió las calles de UGARIT, en forma de una niebla turbia y sórdida, transformando la tarde en un ocaso naranja opaco, fue precedida por una TEMPESTAD fuerte de vientos escandalosos hambrientos de ramas secas, la noche anterior de la llegada del soplo helado de las postrimerías del mundo, los niños que jugaban entre el Amazonas y el Atlántico vieron luces brillantes que saltaban sobre las olas del rió Amazonas como luciérnagas monstruosas, bufeos coloridos caminaron sobre las marejadas de la pororoca, también observaron con asombro bultos gigantes que no podían determinar con serenidad que cosa era eso,lo que la mar expulsaba y brotaban como burbujas titánicas, pero al mirar con mayor claridad vieron que eran los ahogados perdidos de naufragios remotos, salieron a flote y rebalsaban sobre las crestas espumosas como ballenas blancas, hombres en silencio sepulcral de tristeza profunda, fue un instante que pareció una eternidad, para luego ser devorados nuevamente por el océano, fueron jalados bruscamente por sus cabezas desde la entrañas de las profundidades por manos invisibles para desaparecer para siempre.

Las gentes del pequeño poblado amazónico entre el mar y el rió, de calles de piedra con el olor del salitre hondo marino era muy pintoresca, sus casas uniformadas de un blanco pálido, antepechos de marrón fuerte,ventanas de madera de cedro pintadas del mismo color que sus puertas, portones gigantes siempre abiertos de par en par matizados de verde aceituna, con jardines interiores donde las azucenas y girasoles crecían sin temor, techos de tejas de barro rojo oscuro, rodeaban a un plaza circundada por arboles gigantes de mango y pomarrosa, los micos titis que salían de la selva espesa habían invadido sin prevención la plaza y las casas donde las asaltaban robando comida, chécheres y algunas sonrisas de sus gentes, sus chillidos algunas veces se hacían insoportables, pero ese día de julio quedaron en silencio mirando hacia el cielo observando encantados como las bandadas de pájaros amazónicos en esa hora de premoniciones dolorosas, no fueron a la plaza principal a su espectáculo de los atardeceres donde cantaban los himnos de la jungla en silbidos de romance, sino que huían despavoridos hacia la vorágine escabulléndosede la extinción, también los micos escurridizos corrieron aterrorizados hacia los matorrales de la frondosa selva en un silencio horripilante.

El horizonte antes de la llegada de la peste se dejó ver de un azul profundo donde unas nubes gruesas viajaban con una lentitud que podía tocarse y sentirse, un torbellino de luces brillantes antecedía la formación, se revolcaban en su cúspide fantástica, y los vientos desvergonzados revolcaron la tranquilidad de la plaza y levantaron uno que otro techo indefenso ante el poder de la brisas del rio mar, nunca se vio en UGARIT un atardecer como ese día de julio el sol se tornó del color de las toronjas maduras, una enorme sombra cubrió perezosamente a la iglesia imponente que cuidaba bajo un cristo de brazos abiertos sus vidas y esperanzas y al antiguo fuerte portugués que alguna vez los resguardo de piratas, corsarios y bandoleros, cuando una ola gigantesca golpeo al gigante de piedra dormido por siglos protector eterno de esas tierras despertando por un instante al desconcertado pueblo, dejando los cuerpos de muerte de iguanas vírgenes sobre las playas del UGARIT.

UGARIT era un pueblo que se encontraba en el furor de un crecimiento desbordado por la grande bonanza de la explotación de la siringa en el medio amazonas, un pueblo sin miedo a nada y a nadie, pero ese día de plagas misteriosas se encontraron desorientados, expectantes al silencio incipiente sin sentido e irreal y no encontraban explicación alguna al viento glacial de la desgracia que asistían y la superstición gano la partida.

Los que vieron esto, contaron que algunos decidieron morir por el abrazo de las túnicas de la mar antes de enfrentar la ira del destino, los amantes decidieron entregarse a los amores desbordados, sin miedos ni prejuicios y se amaron sin pecado bajo los mangos del parque y en todas partes donde pudieron, sin miedo a la vergüenza de la deslealtad, donde las miradas cobardes los observaban con el aura amarilla de la envidia, las mujeres que vendían amores furtivos decidieron entregarse sin paga y por primera y única vez fiaron sus caricias de amor prohibido a todo aquel que se les acercaran, nunca fue más feliz, Gonzalo Santos Damon, famoso POLVO FIADO en los bares y casas de lenocinio de UGARIT, los rivales decidieron enfrentarse sin temores a los machetazos y cuchilladas febriles para dejar aclaradas de una vez por todas las diferencias pasadas , algunos se transformaron de hombres a seres extraños con maquillajes tiernos y vestidos de mujer festivo de colores arcoíris, que coqueteaban con descaro desbordante y correteaban a los marineros asustados del muelle del Puerto de la ilusión, para brindarles un amor diferente antes que la tragedia los arrebatara de la faz de la tierra de la cachaza y esperanza.

Otros decidieron morir de penas de amor y se arrancaron el corazón, otros se ahorcaron bajo la luna de sangre que acompañaba tímidamente la noche del día de la confusión, sin embrago Otoniel Graciña López, un hombre desencantado de la vida desde antes de la llegada de la peste, justifico ese día su cobardía de matarse, escuálido como una lagartija, mirada de vaca marina, cabellos desorientados era el sepulturero más peligroso del pueblo, definitivamente estaba cansado de enterrar a otros.

Estaba destinado a no morir ese día bajo el yugo del cordel, intento claramente huir del destino como los otros trastornados, pero al saltar de su silla al vació de la hora suprema, enfrentado con valor a el tufo del suicida, el listón que sostenía la soga álgida se quebró en un traqueo ronco y sus nalgas finas rebotaron en forma escandalosa sobre el frío piso de su habitación, quebrándole el ultimo huesito de la columna vertebral, por cierto el más doloroso y el listón de dos por cuatro fracturado, por fuerza de la gravedad le propino un golpe tan fuerte que le rompió la cabeza, salió corriendo chiflado de dolor por las calles empedradas del puerto, bajo la llovizna pertinaz que lloraba la tristeza del futuro, en ese momento los amantes, los mirones, los invertidos, las que estaban fiando, los micos y todos en general, pararon para mirarlo cabalgar de dolor y bailar al mejor estilo Tapatío, con una mano en la cabeza, frotándose desenfrenadamente y lo otra en la nalga de igual forma que la otra mano, con un leve quejido “ayayay – ayayay”, saltando intensamente, intentado con ese baile frenético alejar el sufrimiento de sus entrañas, con una cuerda roja amarrada al pescuezo, arrastrado un listón de madera azul desgatado por la pobreza, de unos dos metros con puntillas oxidadas, por el parque de los mangos y pomarrosas, todos se miraron con un aire de indiferencia y rieron sin control carcajadas de brutalidad ante la amargura dolorosa de Graciña.

Otoniel Graciña López intento posteriormente quitarse la vida en dos oportunidades más, espero unos tres meses donde pudo volver a sentarse cómodamente, y decidió tomar veneno para ratas lo suyo no era la horca definitivamente, pero el destino del que siempre huyo lo castigaría nuevamente, cuando sintió un ardor profundo en sus entrañas que lo carcomían rápidamente y agonizantemente, comenzó a darse tumbos contra las paredes como un desequilibrado apasionado del sufrimiento, se arrepintió – corrió hacia la calle pidiendo ayuda, gritando –

“piedad, piedad, me estoy muriendo que alguien me ayude que me muero auxilio que me muero”

las suplicas y gritos desdichados fueron escuchadas rápidamente, la enfermera Cruesa Coello que trabajaba en la casa principal del parque, propiedad de José Antonio silva donde la iglesia majestuosa podía verse desde su jardín interior, lo vio y corrió en su ayuda precipitadamente, le pregunto con voz de trompeta:

“que tomo, que tomo”

Otoniel Graciña López con la boca espumeante y voz entrecortada

“RACUMIN , RACUMIN”.

Los conocimientos de Cruesa en las artes de cuidar a enfermos, niños y moribundos, le permitieron pensar y actuar rápidamente, tomo la decisión ágil de un lavado estomacal y al intentar salvar la vida de Graciña volvió a lastimarlo ahora más profundamente al empotrar la sonda auxiliadora por la retaguardia del envenenado, nuevamente le descuadro el ultimo huesillo de su columna vertebral y lacero algunos tejidos blandos de sus nobles posaderas por no tener tiempo para lubricar tan importante lugar; sobrevivió por segunda vez para intentar una última prueba a su cometido final.

Después de otros tres meses después del castigo atroz, que le salvo la vida pudo volver a afirmar dignamente su trasero , Otoniel Graciña López visito a Macapa, un hombre de tez oscura de unos dos metros, fuerte como un buey, bigote de morsa vieja, muy buenos modales, reciclador de hierros viejos, de hablar tierno con una voz de colibrí que tenía como especialidad el trasmitir el sueño a modo de un somnífero letal, cuando departía mentiras de aventuras lejanas, dueño de la tienda más grande del Puerto donde desembocaba el amazonas al mar, su entrevista fue para hacerle un reclamo sin rabia pero reclamó al fin y al cabo, en su tercer y último intento de eliminarse de este mundo, tomo una cuantas cucharas de otro veneno mata ratas, aparénteme más fuerte que el RACUMIN en aguas de carambola.

No pasó nada de nada, solo una diarrea del inframundo lo ataco por tres días y tres noches con sudores pavorosos y nerviosos, tubo rabia intensa por un segundo, pero se acordó de sus antiguas desventuras con la muerte, se tocó las nalgas y sonrió como japonés intranquilo para sí eternamente, el veneno para ratas que había comprado con antelación era un purgante para caballos de mil demonios, camino con incomodidad y precaución como un pingüino ecuatorial, con el trasero irritado similar al de algunos primates africanos, por el parque de los micos titis después de esas tres noches del infierno, llego a la tienda de la equivocación y le dijo a su amigo y dueño:

“Mira Macapa ya no importa moriré cuando me toque morir, pero pilas con sus productos que vendrán otros, no les quite esa oportunidad”

Macapa lo miro con tristeza insondable y comprendió sus suplicas, cambio de inmediato la posición de los venenos matas ratas y los alejo de los purgantes del infierno, Graciña se fue en silencio arrastrando los pies bajo la arena de piso de madera de la tienda de ilusiones no cumplidas, decidió que el destino guiara su futuro y se dio cuenta que la vida de los hombres no está en mano de ellos, sino depende de la voluntad de los dioses, años después de una enfermedad de azucares en la sangre o mal de dulce, Otoniel moriría en una ciudad lejana entra las marañas del amazonas de nombre LETICIA.

PARTE 2

MUTACIÓN

La locura febril que arrebato por un instante la tranquilidad de los hombres y mujeres de esta frontera olvidada, nunca seria recordada por nadie solo por los que la vivieron y se decido por orden municipal ser borradas de la memoria y de los libros de historia, pero nunca fue olvidada por los dioses de la cordura.

EDICTO PÚBLICO.

Se ordena a partir de hoy 1 de agosto de 1913, que las locuras cometidas por los ciudadanos de UGARIT sean olvidas por vergüenza a nuestras generaciones futuras.

  • Todo lo que se cuente sobre este día es mentira son solo especulaciones.
  • Todo libro que se encuentre con algo relacionado al día de la locura será quemado
  • Que Pablus Poquerectus sea expulsado de UGARIT hacia las selvas del amazonas por ser el más desvergonzado en el día de la locura.

Comuníquese y cúmplase

ARSENIO VITURINO GALVIS

PERFECTO DE UGARIT

las semanas y los meses pasaron, la peste no toco a ningún ser pensante, entonces el pueblo decidió concederse una oportunidad a su vida normal y olvidar la locura temporal que arribo del rio mar en esa tarde de Julio de 1913, los esposos se reconciliaron y se olvidaron para siempre los pecados de amantes secretos, los rivales que no murieron olvidaron sus desavenencias y decidieron vivir en paz, las fiadoras de amores furtivos volvieron a cobrar trayendo inmensa tristeza a Gonzalo Santos Damon “POLVO FIADO”, los que se transformaron decidieron conservar sus nuevas vidas y el primero que los precedió fue un tal Pablus Poquerectus, que fue expulsado del pueblo como un escarnio a su propio desafuero, buscado a quien culpar por sus pecados de locura turbada y marcho hacia la vorágine.

Pablus era un personaje celebre antes de su transformación, era apasionado de las artes del dibujo arquitectónico y el diseño, había intentado estudiar arquitectura en Europa, pero los escasos recursos económicos no permitieron su buena fortuna, se dedicó a la construcción de casas coloniales como maestro de obra , regordete como un hipopótamo, mirada de águila pescadora, manos de miquita y pies de danta vieja, pero ese día de julio nunca se supo si fue el abrazador letargo de la neblina que llego del rió mar o ya tenía esas mañas escondidas en lo más recóndito de su corazón, ese día con el primer fogonazo del vapor de la muerte, fue el primero en correr feliz por el parque y desvestirse con movimientos ondulantes ya sin ropa comenzó a desfilar con las manos en la cintura con graciosa sonrisa y un contoneo en la cabeza intentándose llevar sus cabellos a su cara colorada de felicidad.

Entre las locuras de ese día las gentes corrían como desquiciadas buscado un lugar seguro como cuando un barco naufraga sin encontrar terreno seguro, no se dieron cuenta de la metamorfosis de PABLUS y si se dieron cuenta no le dieron la importancia merecida, la decisión que tomo Poquerectus lo llevaría al destierro en edicto púbico el primer día del mes de agostos de ese año de nuestro señor, del pueblo de la caipiriña y el copuazu.

Corrió desnudo por las calles del Puerto Ugarit, se enfrentó con valentía al cristo de brazos abiertos que se encontraba en la parte frontal más alta de la catedral, camino coquetamente frente a él, con pasos largos, agiles y dóciles dando giros elásticos cada cinco metros para devolverse, para que el guardián espiritual pudiera ver la magnitud de su elegancia, sonrió pícaramente. –

soy Feliz Soy Feliz

. – con una voz suave ya diferente con la que comúnmente se expresaba.

Fue a donde las negras antillanas que habían llegado al Puerto a comienzos del siglo, vendedoras de frutas tropicales ensortijadoras de cabellos largos, se atigrento a las afuera de su casa, espero que salieran corriendo por el miedo a la muerte blanca y a hurtadillas robo unos vestidos coloridos los cuales se los coloco de inmediato, se ajustó los atuendos gigantes con el cordel que le ayudo a quitar a Otoniel Graciña López después de su no exitoso ahorcamiento, a la cintura con fuerza para resaltar o imitar una guitarra femenina, pero quedo como un envuelto mal amarrado, se pintó la boca de rojo carmesí, se tiño el cabello de un negro azabache brillante, se sombreó los ojos, se colocó pestañas ensortijadas que le llegaban a la frente, una pañoleta de piñas amarillas y sandias verdes rosáceas cubrieron una parte de su cabeza y se la ajusto en la cumbamba, finalizo maquillándose como un payasito de circo pobre con polvos blancos.

Quedo perfecta la transformación, lo único que no combinaba con aquellos pintorescos atuendos eran los zapatos, tenía patas de animal de monte, grades y gruesas, con callos que parecían pequeñas colinas explotadas por la minería por doquier, dedos gigante sobre todo tenía un dedo cabezón con curvatura “un juanete asqueroso” hacia la derecha con un uña encarnada que le daba un aspecto grotesco en el pie izquierdo y seis dedos rechonchos en el derecho, resecos como las arenas del desierto, unas deformadas uñas que crecían como espigas de mala muerte, le toco por obligación usar chanclas de caucho del color de las margaritas marchitas, que no combinaban en nada con sus atuendos papayescos, porque ningún zapato de mujer le ajustaba, los que la vieron por primera vez luego de la mutación se asustaron y se convencieron que la niebla de la muerte se había transformado en ese fenómeno espantoso de la naturaleza.

Corrió a su casa feliz saltando como una ranita y se encontró con su madre cara a cara,

que le paso mijo, que le paso

Pablus movió locamente y rápidamente los ojos ensortijados

ahora soy una mejor persona, soy especial”

su madre sorprendidita le dijo:

oiga mijo vaya y cambiase que su papa no lo vaya a ver a sí que se muere

el movió la cabeza con desaire y voz cada vez más delicada,

“soy especial mami, soy especial

ella lo miro como ojos de perro rabioso a punto de morder

que especial, ni que nada, lo que usted es un pobre Marica y marica feo, uuuhy que horror”.

Después del desafortunado encuentro con su madre decidió por voluntad propia exiliarse de su hogar y se refugió por los lados delfuerte de Ugarit, que estaba rodeado en esas época por bares de mala herencia y casas de amores escondidos, hasta su expulsión por decreto el primero de agosto de ese año de la historia, don Carlos Damasco Inti , le dio abrigo en su local de bebidas exóticas y menjurjes misteriosos en esos días después de la niebla oscura de las penurias, se dedicó a intentar vender amores contrariados y como nadie los compraba, decidió pagar para que lo amaran los vagabundos, borrachines y perturbados, que deambulaban por las calles de puerto tronchado, después de su expulsión dejo un vació sórdido en sus compañeros ocasionales a la postre a pesar de todo, era un ser que se entregaba con pasión e intensidad fogosa, nunca se enamoraba, pero alguna vez hizo comentarios breves a algunos amigos que ellos sabían que cuando las mariposas saltaban en su barriguita no le importaba nada y se consumía en sus deseos de corazón desbordado de cariños tiernos.

Sus amantes ocasionales le pusieron con ternura el remoquete de el “patas lindo” nunca se supo donde murió pero desapareció en las marañas del monte bajo las nieblas perpetuas,su linaje aún perdura por algunas calles de las ciudades amazónicas con los mismos pintorescos atuendos y caras coloridas de caminar extraño, miradas profundas y deditos de miel buscadores de placeres secretos en hombres de rio y de mar, pero los últimos que lo vieron, especularon que en IQUITOS dejo su corazón, es en esa tierra de rio majestuoso es donde reposan sus restos sagrados.

Un amante secreto escribió unas frases para su sepulcro final, el epitafio de ternura y las lanzo al rio paciente de amores diferentes un 31 de enero de 1918.

Aquí yace un ser diferente que amo sin prejuicios

A todos y todos, amo con la paciencia de Lot

Amo con la fuerza de Hércules

Amo con la pasión de Afrodita

Y fue castigado como lo fue Medusa por ser la más bella y ofender a los dioses

Patas lindo te extrañaremos

Con seguridad nos encontraremos en otra vida o en otros mundos

En cien o en mil años no importa nos reencontraremos

ANONIMO.

PARTE 3

MURURE

Algunos fueron convertidos en piedra al intentar matar la luna como exorcismo místico a la peste aterradora, los que dejaron este cosmos por penas de amor y errores fatales fueron rezados y olvidados como las hojas que el gran rio despoja con los torbellinos de marzo, otros se enfrentaron al verdugo imaginario con bebidas mágicas o simplemente con cachaza pura.

Donde se refugió por un tiempo Pablus Poquerectus, era el bar más famoso del pueblo de la locura, se reunían bandidos, putas, comerciantes de caucho, maricas, vendedores de ilusiones, farsantes, políticos, suicidas, esclavos negros traídos del áfrica, esclavos indios traídos de chorrera, malabaristas, tumbadores, jugadores de póquer, ladrones, asesinos y tontos.

Don Carlos Damasco Inti, era su propietario y abría las puertas de su negocio puntualmente todos los días a las cinco de la tarde en punto con una ceremonia de indio apache para la buena fortuna, menos los lunes que para era sagrado y seria sacrilegio fatal si lo hiciera, estaba convencido que él era culpable de que la peste blanca azotara al pueblo, porque incumplió con sus principios cabalísticos y ese lunes de julio abrió sus puertas a unos políticos vendedores de ilusiones y farsas, llegados de las capitales de la jungla a prometer lo incumplible.

El bar llevaba el imponente nombre “ENCANTO DOS MISTERIOS” se especializaba en bebidas exóticas, MURURE – SIETE RAICES – GENGIBRE – CHUCHUWUASA y variados como cerveza, aguardientes franceses, cachaza pura, caipiriñas, brandis de mala calidad, ginebra entre otro tantos más.

La pompa de ese lunes antes de la neblina nefasta, estuvo antecedida por una banda de músicos que tocaban pregones de júbilo, malabaristas, buhoneros, loros parlanchines, magos, micos juguetones, equilibristas, bufones enanos, gigantes, el hombre más fuerte del mundo, siamesas hermosas, el hielo que habían estado antes en macondo fue importado para esta fabulosa ceremonia con Melquiades abordo para que las gentes de este pueblo olvidado lo conocieran en horas de la mañana, posteriormente llego una fantástica comitiva con una recua de indios contratados de todas las comunidades vecinas con banderas gigantescas donde divulgaban el nombre de la candidata a su elección de gobernadora del amazonas con la bulla y la escandalosa pólvora extravagante, silbidos marineros y animalitos de papel saltaban, pululaban por los cielos del pueblo de la desgracia por doquier.

Llego la hora fantástica, un desfile militar la anteponía con la serenidad, orden, uniformidad pero con la fuerza de los ejércitos de la Roma antigua de uniformes blancos, gorros rojos, cinturones negros y las botas brillantes refulgían a cada paso de la caravana maravillosa, el paso de ganso era imponente y la banda marcial hizo estremecer a la gente del común que miraba con la boca entreabierta tal maravilla, apareció un carruaje colonial de linda presencia, siete caballos blancos la aventajaban adornados de cabelleras color del oro que caían y se deslizaban como bardas brillantes sobre el suelo empedrado, se abrió paso ante el desfile castrense como un barco que cruza el océano de anhelos y los hombres del desfile se transformaron en oleajes gigantes que se apartaban como ondas secretas, ante el paso de la carroza, suavemente se posó sobre la fachada de “ENCANTO DOS MISTERIOS”.

Descendió con el garbo de la reina de Inglaterra, una morena de ojos grandes, piernas grandes todo grande de mirada escabullida bajo unas gafas de nomo, con la mano izquierda al alza saludando como una princesa al pueblo descarnado, miro con la indiferencia del traidor al mar lejano y con una sonrisa falsa se adentró en la cantina de bebidas misteriosas, don Carlos Damasco Inti la recibió con una venia, moviendo el brazo derecho en una onda de elegancia pura,

se bienvenida a estos humildes aposentos, es un honor recibirla este lunes para su gran actuación, perdón para su propuesta de futuro”

Ella ni miro a don Carlos Damasco Inti y este se hizo el de huevas de apio y con la venia en las venas se fue corriendo lentamente para que pasara la imponente esperanza del Amazonas

Le pregunto a Totumo, secretario eterno de campaña sobrias, su antiguo cuñado hombre de confianza que en las épocas en que su destino tuvo fortuna, con el contrabando de caucho antes de que prestara recursos a Arana y se quebrara financieramente y espiritualmente, la había apoyado con dineros para que estudiara en las áreas de la pedagogía y fuera una gran educadora de las amazonas, se alimentara, se vistiera y alguno que otro lujito que la reina prefería.

“Oiga mijo despierte, cabron dónde está mi habitación en esta pocilga de mierda”

Totumito como perro regañado con las orejas gachas y el hocico triste le contesto con suaves acentos

por aquí mi reinita, por aquí”

Señalando con respeto la lujosa pieza de mala muerte que se la había preparado con antelación en el bar de la ilusión y alejándose sin mirarla por respeto.

Ella entro en silencio a su morada temporal prendió el ventilador oxidado, miro la cama tenebrosa y llamo a canelo con voz del tambor militar,

“Totumo – Totumo, marica, consiga una hamaca una hamaca grande que en esa cama de muerto no me acuesto ni loca”

Corrió como loco de deseo

don Carlitos una hamaca una hamaca grande para la reina de las amazonas

don Carlos le contesto. –

“ya le consigo una con las caribeñas”.

Una hora más tarde retozaba bajo el sonido metálico del ventilador y las ondas de la hamaca grande de colores vistosos y lazos de verde esperanza, escondida en sus pensamientos de amor, un médico irlandés de acentos raros había robado su corazón, se paró bajo el escandaloso sopor de la habitación, desnuda y se miró frente a un espejo grandioso roto por todos los bordes con una capa brumosa que no permitía ver más allá de lo que se quería ver, se dijo para sí misma

soy bella, porque me dejo, apenas descendió mi fortuna al tártaro, pero volveré ganare estas elecciones con mentiras, con farsas con una actuación maravillosa soy la mejor en estos teatros con el pueblo, al fin y al cabo, al pueblo nunca le toca, además el pueblo es noble y olvida rápidamente y cuando mi riqueza ascienda nuevamente lo buscare y lo comprare con champaña, le enviare recurso cada fin de semana para que se emborrache pagare sus cuentas a nombre del estado, me emborrachare y realizare fiestas fantásticas en su nombre y haré creer al pueblo que es por ellos mi alegría con los licores y bebidas raras traídas de Europa(whisky old park) y los contratos le lloverán a granel

Sonrió para sí misma con un cinismo cruel.

Y canto una frase de una canción de amor:

“FUERTE TORMENTA – CORAZON MARTIRIZADO – TRISTEZA DE MI AMOR QUE ME DUELE TANTO _ AMOR PERDIDO _ AMOR QUE CANTA BELLAS CANCIONES EN EL RIO DEL OLVIDIO – TARARA TARARA.”

La noche fue la acompañante del sainete ese lunes antes de la bruma fatal, se vistió con un vaporoso vestido blanco espectacular y una rosa roja de plástico acompaño la oreja derecha porque tenía el don de resecar cualquier flor viva, aretes gigantes le colgaban como los jardines de babilonia en sus orejuelas, que habían sido de la luna y encontrados por unos pecadores en el rio mar, entregados al anhelo de las amazonas como símbolo de grandeza, manifestaban al pueblo los cómplices de la mentira al pueblo como una verdad absoluta.

Sonrisa de pollo al matadero, ingreso a la placita de Ugarit por el frente con ambas manos al cielo mirando a la luna y a las estrellas con fe.

La gente del pueblo asistió más por el espectáculo burdo que por esperanza verdadera y no fueron muchas, pero ella siempre preparada para el infortunio e improvisto de una vez llamo a la recua de indios para completar la plaza y dar la impresión de grandeza y pensó para sí misma riendo en silencio

soy una mañosa

Antes de comenzar la comedia, la pólvora estrafalaria fue compañera de la luna y los relámpagos de fuego asustaron a la CURUPIRA que prefirió correr a la selva bruta que enfrentarse a ese monstruo descomunal desconocido.

Los silbidos, los bravos, los gritos de Viva La reina, los borrachos bailarines, la música desentonada, las caipiriñas ubicadas en cada esquina de la villa se repartían al pueblo para la alegría electoral fugaz.

Ella alza la mano derecha ya frente al público expectante, estira los dedos robustos y chaparros, llenos de anillos de oro brillante que peleaban con los soles de la noche loca, marcando el número cinco en una orden discreta, puso el silencio como compañero al ínstate de la oscuridad triste.

Se paró frente al estrado público y miro al cielo cómplice del pecado de las tinieblas de la noche, duro diez minutos en silencio, el poblado se miraba encubridor no sabía que hacer creando más curiosidad e incertidumbre a sus palabras, como una obra de opera ya realizada, presentada en muchos otros escenarios, grito con voz del trueno

no más costeños

Totumo reaccionó rápidamente y le jalo el vestido brillante y la miro con culpabilidad

Reinita, es suegro costeño acuérdese que va a ser la esposa del pueblo”

ella lo miro indiferente y prosiguió:

Dejaremos de ser la escoria del mundo, los olvidados de dios, seremos ejemplo para otros pueblos no imitaremos a nadie, ellos serán los que nos imiten, crecerán azucenas en las playas del rio mar, no sufriremos más de hambre ni de sed

– alzando la voz – los calanchines gritaron en forma fenomenal y el pueblo se retorció de euforia maniática, aparecieron los VIVA LA REINA -QUE VIVA, en ese momento Totumo ante la multitud abrasadora se resbalo y callo de rodillas frente a la gran dama del rio, ella lo miro por segunda vez, pero esta vez con displicencia y desprecio brusco.

“Levántate no es necesario que te postres ahora, tal vez en otro momento si, pero ahora no”

Totumo con vergüenza descarnada se levantó impávido y se picureó entre la loca multitud.

Seremos el futuro de nuestra patria, construiremos castillos de mármol en honor al rio, el pueblo egipcio, la Roma antigua, la Grecia de la democracia, quedaran eclipsadas ante nuestra grandeza, haremos de este puerto olvidado, el puerto más grande del mundo

alzo la voz al cielo con fuerza inusitada, prosiguió diciendo,

donde los trasatlánticos fondearen llenos de riqueza, no permitiremos que se lleven los tesoros de la patria seremos sus protectores, los ríos miel y leche serán reales, el mana caerá del cielo, trabajo para todos, pobreza para otros

los habitantes de Ugarit escasamente habían escuchado de pueblos como Manaos, Leticia e Iquitos, pero aplaudían de igual modo, los titiriteros que yacían a su lado representaban sus promesas con muñecos de colores.

No corrupción seremos los más íntegros y los recursos que nos encomienden serán tratados con el respeto que merece el pueblo,

– grito con fuerza y el pueblo tuvo nuevamente un orgasmo formidable y se revolcó en sus mentiras de placer.

Y de esa forma mantuvo un discurso conocido por una hora más, una de sus acompañantes de nombre LEONA, candidata a una curul en la asamblea departamental la miraba con los ojos desorbitados de incredulidad, nunca había escuchado tantas promesas falsas y mentiras puras en un discurso político.

Para completar la farsa llamo a canelo-

“Totumo – Totumo, donde se metió este desgraciado tráiganme al infeliz”

Totumo que había huido entre la muchedumbre apasionada, apareció con la gética regañada.

“Si mi reina” pregunto Totumito. –

“Tráigame la biblia”

Abrió al azar el libro bendito, y leyó una frase para terminar el discurso farandulero,

“Yo soy la verdad y el camino”

Concluyo “el que me sigua tendrá garantizado la vida eterna”.

Y en francés para desconcertar al enemigo pronuncio una frase gritando al infinito:

¡soy LAVOE! (La Voz).

Bajo una gritería descomunal, la pólvora volvió hacer de la suyas y el cielo amazonense volvió a brillar con intensidad frondosa, hasta la luna se asustó y no encontró sus aretes, los payasos los micos, los loros parlanchines, los bufones, los enanos, los gigantes, las siamesas, hicieron su último acto en este pueblo dando alegría efímera a los que asistieron a la comedia, solo Melquiades tomo el gran trozo de hielo lo tapo con aserrín lo metió en el baúl de maderas nobles de roble que había recorrido las calles de macondo meses antes y marcho con paso militar en el silencio de la vergüenza buscado a los gitanos que lo acompañaban y no quisieron participar de ese acto vil.

La reina bajo del atril de la cortedad, beso a bebes, niños, repartió bendiciones, beso al bobo del pueblo en la boca, abrazo a los borrachines y bailo un ínstate con ellos, sano a los enfermos, resucito a un muerto de cirrosis alcohólica, finalizo con un despido castrense llevando su mano derecha a la frente y se marchó corriendo.

“Totumo tráigame la carroza mire que van a ser la doce no sea que esta hijuepuerca se trasforme en calabaza y los corceles en ratas, vámonos, vámonos que el teatro de la farsa sigue en otro pueblo”

En su afán de retirarse, la reina de las amazonas perdió una zapatilla de cristal, que la encontró con fortuna esplendida Pablus Poquerectus, en un augurio que se haría realidad el jueves de la llegada de la plaga.

Don Carlos Damasco Inti, después del día de la locura de julio de 1913, nunca estuvo más convencido que él era culpable de la peste, pero no de la peste blanca que azoto al pueblo, sino porque permitió que se alojara por un día y fuera de eso un lunes la desgracia que azotó a la amazonia por cuatro años.

PARTE 4

LA PESTE

Pero la muerte si alcanzo a UGURIT pero no era roja como la sangre, sino blanca como la espuma y persiguió a vacas y cerdos en forma de postulas blanquecinas en sus hocicos negros, que las transformaban en seres espantosos, segregaban una babaza espesa de color rosa verdoso por sus narices y bocas, sus caras descarnadas causaban un fastidio de repudio incomprensible, la calores febriles eran sus acompañantes con las aftas horribles y la inanición las llevaban a la expiración descarnada, fueron arrebatadas para siempre y por siempre de la tierra de ríos de miel que prometió la reina del amazonas.

UGURIT era una tierra de mar y de rio, donde los cangrejos azules caminaban en forma extraña por sus calles en manadas ordenadas, cuando se dispersaban por el paso de caballos o mulas, entraban a sus casas blancas de techos rojos y puertas gigantes atacando sin piedad a sus moradores con sus gigantes garras, rastrillando los corredores empedrados con sus cascos de tanque de guerra diminuto, el olor a marisco y pescados alcanzaban a simular los olores del julio pasado, la peste se intentó olvidar, pero el puerto era el proveedor más importante y grande que suministraba carne en latas de metal de color bermellón con un novillo amarillo impreso en su torso de mirada inocente, deprimido como sus antecesores en la era de la peste blanca, a las grandes casas caucheras del interior del amazonas, Manaos y sus ciudades adyacentes en Brasil e Iquitos en el amazonas peruano.

Y los escases por la muerte blanca pronto comenzó a exhibirse en forma exasperante, el abastecimiento al medio amazonas era imposible de cumplir, para saciar el apetito de caucheros que sangraban los árboles sagrados del Amazonas, el ganado había sido arrebatado de sus tierras, la codicia de las caucheras les exigía el cumplimiento de contratos pagados con anticipación, para que su producción no declinara bajo las sombras de bruma de la jungla.

“Yichiri eso que es”

“Carne molida en lata, la traen del Brasil”

“Mira me encontré un anillo”

“Yo una uña”

“No le pare bolas a eso y coma que el trabajo esta duro”

Mientras rasguñaban la corteza bendita de los árboles de la riqueza impura.

PARTE 5

EL VIAJE

Lengua de pirarucu y cabeza de jaguar, indios Boras habían sido vendidos como esclavos en providencia en el día de la neblina en UGURIT, como presagio fatal del destino, habían sido capturados en cercanías de la quebrada del CAIMO por el rio cahuanari, y llevados al cepo cruel bajo el golpe feroz del látigo de danta, y vendidos por Julio Cesar Arana a un Comerciante Brasilero de nombre José Antonio Silva, nombre que heredaría posteriormente Cabeza de Jaguar.

Cabeza de jaguar y lengua de piraruco, con otro tantos desdichados fueros transportados en el vapor Liberal propiedad de Julio Cesar Arana como bestias salvajes en la cubierta, bajo el calor y humedad infernal de la selva y los remolinos de mosquitos que los atormentaban día y noche fueron sus guardianes infames, la lluvia fue su compañera eterna en su viaje de esclavitud perpetua y los baños de agua de sal para curar las llagas de las heridas producidas por los golpes y el látigo de danta fue un verdugo espantoso hacia esas tierras lejanas de Ugarit, recorriendo el Igaranaparana, llegando después de cinco noches a las bocas del putumayo, dos puestos de control sobre el Ica les hicieron control aduanero, un sub comisariato en las bocanas del igaranaparana y un comisariato cerca de la frontera con el Brasil, que habían sido fundados por un militar perfecto de Iquitos por mil novecientos tres de nombre Pedro Portilla en recuerdo a ciudades perdidas por Perú en sus guerras infructuosas con Chile en el pacifico y en un descuido imperdonable de Colombia.

Zarparon un doce de octubre de 1913 de el gran lago donde unas corrientes tormentosas de la cascada fabulosa lo alimentaban, los niños que miraban a los infelices que partían a la incertidumbre lloraban su desgracia, los padres de los niños del hacha vendidos prefirieron no mirar y partieron en silencio a la selva del caucho a seguir su oprobia vida salvando sus propias existencias, el miedo era el agobio a la infamia de esta tierra olvidada de chorrera entregada a la maldad de la voracidad y poder del demonio blanco que alguna vez fue vendedor de sombreros Panamá nacido en pueblo mezquino del Perú de nombre Rioja.

Cabeza de jaguar en su penosa travesía encadenado con esclavas del color del cobre viejo a el cuello, cintura y pies, le producían serias laceraciones, iniciaban con rojos profundos, para volverse ampollas traslucidas llenas de agua blanquecina de olores ominosos para terminar en llagas profundas, que muchas veces se llenaban de gusanos sucios,experimentó a defenderse de estos perversos seres comiéndoselos, descubrió que se fortalecía físicamente en estas artes de sobrevivencia, aprendió a viajar por las serpenteantes curvas del rio amontonado con los otros hijos de la adversidad, se adiestro en las artes del soñar despierto, llegando a la desembocadura del gran amazonas,descubrió que podía oír a las estrellas escuchaba sus cantos con claridad fina, sintió miedo porque sus ancestros le habían relatado en sus historias bajo el fuego de la maloca, que el don de escuchar a los seres brillantes del cielo solo eran regalos para los dioses de la voráginey de los demonios del inframundo y mirando su adversidad se convenció que no era ningún dios y se sintió miserable, la hiel de su cuerpo se enfureció, sintió un mareo siniestro, fuerte y se arrastró a vomitar su destino en desaforada forma, grito al infinito con voz sorda soy MEY(diablo).

El vapor liberal antes de iniciar, su derrotero final a Ugarit, realizó una escala en un poblado tacaño olvidado por todos de nombre San Antonio De Leticia, a recoger una carga de caucho que habían sido dejados por una embarcación de nombre Moyobamba que venía de San Pablo, población cercana a Iquitos y había emplayado en cercanías de Leticia por la inexperiencia de un piloto borracho que no conocía el canal en épocas del rio seco.

Leticia era un poblado de unas diez casas mezquinas de maderas podridas, olvidados por los años de usurpación, una sola calle recorría el frente del miserable puerto sobre el rio amazonas, un suelo pelado rubio seco era su acompañante permanente, los habitantes de este poblado en 1913 estaban cubiertos de enfermedades terribles, la tuberculosis los dilucidaba como esqueletos andantes con toses alborotadas, la fambruesia les deformaba sus rostros y cuerpos con verrugas espantosas, el dengue era su padre y la malaria su madre.

El desastre acompaño a el liberal, después de cargar el caucho en Leticia, partió hacia Ugarit, una fiebre con vómitos de sangre se llevó para siempre a cinco miembros de la tripulación que cabeza de jaguar conocía como los civilizados, el color amarillo de sus rostros era espantoso y sus miradas del color de las amapolas, producían una alegría secreta en los esclavos de chorrera, que celebraban en silencio la tribulación de su enemigo.

Fueron echados al rio con ágil prontitud por temor de contaminación a los otros miembros de la tripulación por el capitán Mafaldo Angarita un hombre alto de una tipología venosa, flaco como un galgo azawakh, orgulloso de sus dientes dorados que los perdería en una borrachera salvaje de cachaza en Ugarit, donde se quedó dormido con la boca accesible de par en par y los cuatreros de muelas preciosas, aprovecharon su descuido alcohólico para arráncaselas de raíz brutalmente y de forma infame perdería por siempre el brillo de su espíritu, peruano de nacimiento, fueron despedidos con armas que echaban fuego por la boca así lo veía lengua de pirarucu, el capitán había sido criado en cercanías de Manaos Brasil, conocedor de los secretos del rio amazonas, al tocar el majestuoso raudal los cuerpos amarillos de la tripulación civilizada fallecida,ferozmentey rápidamente los caimanes negros los desbarataron como muñecos de papel en un frenético banquete de exaltación.

Una noche a un día y dos lunas de Ugarit arribaron a un poblado brasilero de nombre SAN JOE, por alguna provisiones finales y se encontraron con una fiesta en la aldea ribereña que era estruendosa y feliz, las gentes reunidas frente al puerto bailaban en comparsas con vestidos tradicionales portugueses velas en las manos, los tambores hacían de las suyas, con pasión eufórica y alegría mortal en una celebración desconocida, un carnaval de adoración a la vida y a la muerte, el capitán, el contramaestre y algunos tripulantes que no estaban de guardia decidieron bajar a disfrutar de tan fenomenal fiesta, la música era un instrumento hipnotizador y condescendía olvidar las penas lejanas del alma, cabeza de jaguar en sus melancólicas meditaciones sobre la cubierta de madera del Liberal anclado a la barandilla por las sogas del metal atroz, miro con firmeza al cielo y comenzó a escuchar el consejo de los soles del universo, luego cantaron para él una balada de guerra efímera, después de esto la afonía fue su camarada, miro impávido al rio y vio a un ser fantástico que emergía como una sombra esplendida en silencio, levantándose suavemente sobre las olas del gran rio, su atuendo era un vestido de un blanco impecablemente crudo que brillaba como escamas de pirarucu, un sombrero de color negro profundo con vida propia y ojos de mantarraya, un cinturón brillante de piel similar al de las anacondas negras que descargan cañonazos sabilisticos a los arboles gigantes de la ribera para tumbar, atrapar y comer micos, con una hebilla lumínica del color de la turquesa similar a las conchas del lejano mar , zapatos mocasín marrón como las ónices membranas de la cucha, un báculo de madera cedro escarlata coronado por una diamante rosa lo acompañaban,alzo la mirada y dio una ojeada a cabeza de jaguar, levanto la mano izquierda y se tocó el sobrero impecable en un saludo cortes a cabeza de jaguar, sonrió suavemente, volteo la cabeza lentamente y prosiguió su caminó sobre el rio flotando mágicamente sobre un cardumen de sardinas plateadas que hacían burbujear los lomos del cauce magnifico, hasta que llego al puerto y bajo las luces brillantes y la hojarasca que se levantan sobre el muelle, se perdió entre la muchedumbre y la música brutal, un remolino frugal cruzo fugazmente la tranquilidad del caudaloso rio esa noche, después que se perdiera en la turbulencia del agasajo ese fantasma inverosímil, cabeza de jaguar sintió un temblor fuerte un mareo lento lo acompaño por un momento, una charapa gigante golpeo el casco de la embarcación moviendo de babor a estribor violentamente el barco de esclavos, de inmediato se acordó de Flor del Demonio, capitán de abisinia cuando contaba historias de la selva Bora.

¡Cuando una charapa se interponga en la proa de una canoa o golpea con brusquedad una embarcación, es signo de mala fortuna, atraso! –

cabeza de jaguar, sonrió en su esencia y se dijo.

“que más atraso o mala fortuna con lo que estamos pasando los hijos de la coca, el tabaco y la yuca dulce”.

A pesar de sus cavilaciones, cabeza de jaguar quedo atónito ante la elegancia, sobriedad y belleza de este hombre resplandeciente de las profundidades del rio amazonas y volvió a mirar a la villa del rio y escucho sus risas, sintió el júbilo que los acompañaba, percibió las vibraciones del baile armónico y frentico, esa energía mágica llegaba al liberal en forma etérea, se podía palpar en el ambiente, los olores llegaban tan puros, que por instante sintió paz.

El amanecer fue de una tibieza noble esa mañana, pero el alboroto rompió la caballerosidad de la alborada, los pájaros asustadizos por los gritos se espantaron, los caimanes marrones escaparon al rio velozmente, el jaguar se escondió entre las ramas de la jungla, las mujeres gritaban y lloraban, la niña más hermosa del SAN JOE había desaparecido, habían encontrado sus vestidos violetas rasgados en las orillas del rio, y la mujer más vieja golpeaba las arenas de la playa maldiciendo su desagracia gritando entre sollozos y lágrimas furiosas, los niños abarrotados como tumultos miraban con ojos de temor al rio mar.

Fue el Bufeo Colorado – Fue el Bufeo Colorado, ese demonio del monte y del rio se llevó a mi hija, mi hija la más linda y única virgen de este pueblo ribereño

La anciana mujer al levantarse para seguir con sus anatemas al espectro del rio, se desplomo y murió en ese instante entre las dunas de silicio, frente a las aguas del gran Amazonas, una foto añeja reposaba en su puño apretado, el viento de la selva se la arrebato, la foto rodo dando volteretas por las orillas del rio, se detuvo para descansar sobre unas rocas toscas, la brisa suave revolcó a unas arenas flojas que la cubrieron un poco, pero dejaron ver unas palabras sobre el costado posterior, estaba escrito en un rojo fuerte.-Margarita da silva procopio la virgen.

El vapor partió del pueblo del bufeo colorado y llego a su derrotero final Ugarit, se había despedido de la pesadilla del puerto del diablo acuático, con pitos, sonidos marineros y rindió honores a la virgen con doce salvas de pólvora al céfiro inocente, cabeza de jaguar sintió antes de zarpar una brisa suave sobre su cuello giro rápidamente la cabeza, era ese ser que le decían el demonio del rio, emergió por un momento pero su color de un rosa vivaz brillante fuerte lo encegueció por un segundo, resoplo por la cabeza o así le pareció a Cabeza de jaguar, le guiño un ojo, sonrió pulcramente, le dejo ver por un ínstate a Margarita la que fue virgen, lucía radiante y feliz, lenta y mansamente ese ser hermoso comenzó a descender a las profundidades del rio con su prometida la que había raptado la noche anterior tomándola por la mano, desaparecieron bajo unas burbujas de ternura que fueron desvaneciéndose sosegadamente sobre lecho del caudaloso raudal, nadie los vio solo el que escuchaba a las estrellas.

El arribo del Liberal a UGARIT fue en las agonías de la tarde del 08 de noviembre de 1913, las gentes del pueblo de la locura ya habían olvidado a la niebla turbia que arribo en julio pasado y los esperaban con música, gozo alborotado, saludando al viento, saltando sobre los acantilados del rio,las mariposas de colores los envolvían, el júbilo era increíble, inverosímil, una subienda de pacos gigantes apareció de la nada por la proa del Liberal dando la impresión de la caída de miles de rocas del cielo a el rio, que se encrespo salvajemente, la buena fortuna llego a Ugarit con cabeza de Jaguar y los pescadores de Ugarit de inmediato se prestaron como marinos de rio, expertos cazadores de peces místicos y mentiras de reinas de la jungla a la captura del manjar enviado por el reino celestial.

No falto el inocente que pensó que las antiguas promesas de la reina de las amazonas se estaban cumpliendo y se acercaba el fin del mundo nuevamente.

El capitán, los sobrevivientes de la tripulación, y los esclavos se levantaron a mirar el recibimiento fabuloso y elevaron los brazos al crepúsculo arcoíris respondiendo al saludo de Ugarit, cabeza de jaguar sintió que era el bien y no el mal, ese momento equivalía a la entrada de los creadores del cielo a la vorágine, a pesar que la noche no lo acompañaba a esas horas del atraque en noviembre, sintió que las estrellas cantaban una sinfonía de bienvenida a los dioses a el paraíso.

PARTE 6

DESTINO

Había trascurrido unos años en UGURIT ya con el nombre del amo, José Antonio Silva el de chorrera se convirtió en el contramaestre de la casa magnifica frente al parque principal donde se podía ver la hermosa catedral del cristo de brazos abiertos desde el jardín interior con barandas de madera verde oscura donde los helechos magnos, colgaban con desprecio a las preocupaciones, rodeado por un pasillo de piedras rectangulares y cuadradas que el disfrutaba sintiendo la tranquilidad que le producida el frio en los pies, cada mañana al caminar descalzo sobre ellas, siete habitaciones envolvían al jardín donde la azucenas, rosas de colores, tulipanes y girasoles crecían sin control, una sala esplendorosa donde una columnas de madera estilo griego de colores rojos manzana y verde legumbres la sostenían, donde reposaban inmortalmente las fotos y recuerdos de JOSE ANTONIO SILVA el amo, dos pasadizo internos uno a cada costado del jardín, el izquierdo llevaba a los a baños múltiples y adonde se procesaba el café y algunas bodegas donde se guardaban previsiones y mercancías,el otro un pasadizo más estrecho llevaba a la una cocina grande con una bodega pequeña donde se procesaba masatos caseros, luego la seguían una marraneras, al final de la casa retozaban unos pomposos arboles de naranjas, limas, toronjas y aguacates, donde muchas veces fue suspendido para ser castigado brutalmente y permanecer por varios días colgado como otra fruta más en las ramas armónicas del bosque interior de la casona, que envolvían un patio en concreto que la mayoría de la veces se usaba para secar café, la entrada de la casa principal del parque de los micos titis era de unos cuatro metros un portón grandioso adornado de guirnaldas y figuras misteriosas en sus maderas finas, acompañado por sus costados por una tienda de abarrotes que el mismo patrón atendía solo los domingos que era el día del mercado popular y por el otro una sala auxiliar con dos ventanas de madera con nichos profundos y barrotes al estilo colonial portugués, por lo tanto, trajo envidias y discusiones intranquilas, las traiciones salieron a flote en las esquinas del hogar de cabeza de jaguar.

UGURIT, pudo mantener de manera tolerante la exportación de carne enlatada al medio amazonas, pero los cementerios comenzaron a quedar sin habitantes, empezaron a desaparecer los negros esclavos, los indios cautivos, los vagabundos, los borrachines tanto así que en puerto tronchado ya no existía el movimiento antiguo de la bonanza de ENCANTO DO PLACERES por miedo a desaparecer en los manjares amazónicos.

Esa noche cabeza de jaguar soñó que estaba en una bodega gigantesca, una imagen dantesca la antecedía, en las paredes una grasa negra quemada concentrada, escurría lentamente, los pisos estaban llenos de un barro negro, espeso un caldo hostil y caliente, que le alcanzaba los tobillos le era difícil caminar y estaba solidificado, no conseguía moverse con facilidad, el techo oscuro y mezquino cubierto por una melaza triste y melancólica goteaban profusamente sobre el piso maldito, las moscas negras grandes y lustrosas reboleaban en pandillas descaradas, él se encontraba parado observando la desgracia, al fondo de esa bodega hostil apareció un ser inhumano con forma de pulpo gigante que con sus tentáculos aprisionaba cráneos y huesos hasta triturarlos y se alimentaba de esos restos inmundos mirándolo con sevicia.

Se despertó sobresaltado, empapado de sudor trágico, pero no le dio la importancia que merecía el presentimiento y olvido en el trascurso de la mañana fría la pesadilla funesta, si cabeza de jaguar le hubiera puesto cuidado al sueño pavoroso no habría pasado por lo que paso.

Lengua de Pirarucu llamo a Cabeza de Jaguar.

“Vamos que el patrón mando a buscar una danta donde los cazadores de avispas amarillas”

“Vamos pues” contesto cabeza de jaguar

“Pero no es por aquí”

“Por aquí es más rápido, vamos y no joda

lengua de piraruco miro a cabeza de jaguar con ojos de traición, los mismos ojos que miro la reina de las amazonas al pueblo de UGURIT en su visita de falsas promesas.

Se encontró sometido en un santiamén por sus verdugos, miro con desprecio a lengua de pirarucu por su felonía, los bandidos le dieron un manojo de monedas de plata a pirarucu por entregar a su compañero de amargura y esclavitud, marcharon en silencio al matadero con cabeza de Jaguar amarrado por los brazos con el torso desnudo cabeza encorvada mirando al piso macilento de color purpúreo.

Se acordó de una frase OMAGUA que había aprendido muchos años antes.

TABATINGA que traducía en omagua Tierra Roja.

Donde fue trasladado bajo los golpes rudos CABEZA DE JAGUAR, era un lugar asqueroso, dantesco y oscuro donde la luz entraba a hurtadillas por resquicios pequeños de madera podrida de las paredes funestas, la sangre corría por doquier, los restos de perros, gatos, otros animales que no conocía y los muertos del cementerio estaban colgados en ganchos enmohecidos y yacían destilando un hedor siniestro, cabeza de jaguar no dijo nada y no presto atención a su entorno lúgubre, cerró los ojos y se acordó de su infancia, cuando corría feliz por las playas del igaraparana, soñó con nipae héroe Bora, que venció a las hormigas rojas con el trueno y rayo que robo, con la pócima que le fue regalada por la diosa del sueño.

No le importo nada solo se entregó a la muerte sin dolor y con el honor de los príncipes de la tierra del olvido, afronto su ultimo camino.

Frente al verdugo que afilaba inquietamente el hacha maldita, escuchó un griterío rimbombante, silbidos marineros y pitos policiales, los verdugos corrieron hacia la mar huyendo de la justicia divina y terrenal era JOSE ANTONIO SILVA, su señor con un grupo de policías y forajidos, Lengua de Pirarucu se arrepintió de la traición y dio aviso al amo dándole indicaciones dela posible ubicación de esa casa de pique donde se producía carne molida para importación a la selva del caucho, lo arrebato de las manos del frio de la desesperanza.

José Antonio Silva, el amo decidió darle una oportunidad de existencia a cabeza de jaguar y en la tarde de un veinte de septiembre de 1932 le concedió su libertad.

LENGUA DE PIRARUCU MORIRIA A CUCHILLADAS EN EL INFIERNO – POR LOS RAUDALES FEROCES DEL RIO CAQUETA – EN 1935 UN CINCO DE MARZO – POR SAPO.

JOSE ANTONIO SILVA EL INDIO BORA ENCONTRARIA EL AMOR EN SAN ANTONIO DE ICA – CON MARIA LUISA UNA BORA QUE ESCAPABA DEL PERU Y BUSCABA SU TIERRA SAGRADA.

El vapor pichincha (1) los traslado inicialmente a Ipiranga, frontera en el putumayo entre la gran Brasil y los territorios recién recuperados por Colombia, posteriormente en barcos Y canoas de madera tosca llegaron a una tierra de nombre peruano.

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(1) “El cañonero PICHINCHA fue Construido en Francia en 1925 para el gobierno colombiano, con el objeto de realizar patrullajes para controlar el contrabando. Fueron asignados al Ministro de Hacienda para operaciones de patrullaje y servicio de aduanas. Durante el conflicto Amazónico fueron transferidos el Ministerio de Guerra, distinguiéndose el Pichincha por las tareas desarrolladas en el teatro de guerra en el sur del país. CAÑÓN: 75mm a proa y 37 mm a popa (Historia Naval de Colombia).”

El Perú había perdido alguna de sus tierras del sur en una guerra con Chile y trato de manera infértil, recuperarlas en el sur de Colombia y las bautizo con el nombre de sus posesiones disolutas con chile, Arica y………..

Como se llama esta tierra JOSE ANTONIO SILVA (2) – Pregunto María Luisa

TARAPACA amor. – respondió José

María de que clan eres

Soy del GUACAMAYO ROJO y tú. – dijo María luisa

Yo ya lo olvidé. – contesto cabeza de jaguar

No importa

Como la llamaremos

WAYE IMIYE dijo María Luisa

Y que significa eso en Bora -. pregunto José Antonio Silva

LA MÁS HERMOSA.

Eran los días que mi abuela miraba bolas de fuego que bajaban por las montañas de Tarapacá y la anaconda de cuernos de caracol se asomaba en la desembocadura del Cothue en el putumayo, los caimanes negros que se escondían bajo el muelle de maderas secas de vez en cuando arrastraban perros y soldados despelotados a la muerte bajo la selva de la madre monte con los chifles agudos del tunche y los soldados de guerras pasadas persigan a Ñeque en sus cacerías de tigre.

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(2) El pueblo indígena Bora que habita en el territorio de Tarapacá, según los abuelos (ASOAINTAM, 2008), fue el resultado de la huida de algunos miembros de este pueblo de la esclavización que la explotación cauchera de la Casa Arana (1915 y 1931), que migraron hacia Brasil, para luego retornar a Colombia, apoyados por el cañonero Pichincha, que los dejó en el territorio del actual corregimiento de Tarapacá, en donde se posesionan como pueblo Bora, nombraron a José Antonio Silva como capitán, y construyeron su primera maloca.

EN HONOR A MI BISABUELO DEL CLAN DE LA GARZA BLANCA

BRIAN REUBEN AGUILAR 23 DE AGOSTO DE 2019

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