Llévame a casa,

la carretera y una noche parada.

El asfalto es sabio,

años de ventaja por delante.

Mamá sabe domarla,

conoce el camino a la nostalgia.

Llévame a casa,

una noche de verano,

que no tenga a nadie

más que a mí

pendiendo de sus venas rotas.

Carretera parada,

durmiendo sobre el cuello de la montaña,

respirando el aire carnal

de los pulmones de la noche.

Llévame a casa, mamá.

Una noche, un paseo, por favor.

Llévame, mamá, contigo,

y haz que vuelvan

las noches, los paseos, el tiempo.

Unas manos limpias,

las tuyas, agarrando el volante.

Llévame, llévame.

Los miedos, la vida, el tiempo.

Enmascarados nos entierran.

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