Llega, me saluda,
se sienta a mi mesa,
bebe mi café, roba mis letras,
se mete en mis versos,
maneja mi pluma.
– – – – –
Me llena de luz,
es gran compañera
pero sin abusar,
te puede hacer libre,
también prisionera.
– – – – –
Friedrich Nietzsche decía:
odio a quien roba
mi soledad,
sin a cambio, ofrecerme
verdadera compañía.
– – – – –
Yo no diría odio,
pero tampoco me gustaría
porque adoro la soledad,
esa que yo busco, y diría :
que no me la roben, es mía.
– – – – –
Disfrutada por algunos,
odiada por muchos,
yo necesito tus horas calladas
que me invitan a escribir y
escribir, para mí, es vivir
OPINIONES Y COMENTARIOS