Hogar
Eres tú, la inquilina que no paga renta,
la que vive moviéndose de aquí para allá,
la que hace que me dé vueltas el corazón,
la que hace que mi latir tenga un propósito.
Eres la inquilina en mi alma,
la que vive sin freno,
la que respira el aire que existe dentro de mí,
la que existe por gracia de nuestro amor profundo.
No pretendo cobrarte,
no pretendo sacarte,
pero te pido una cosa:
no pares de amarme,
no pares de existir en mí,
en mi ser, en mi cuerpo, en todo lo que soy.
Nunca dejes de hacerlo tuyo,
pues a ti te pertenece,
es tuyo y solo tuyo.
Mis brazos, son solo para abrazarte.
Mis labios, son solo para besarte.
Mis piernas, son solo para buscarte.
Y tengo un solo corazón,
para solamente amarte.
OPINIONES Y COMENTARIOS