Historias Reales

Historias Reales

Urla Poppe

07/02/2018

Introducción

Entró a ver si encontraba algo interesante, pues existían muchas leyendas acerca de esa casa. El señor Murray estaba maravillado por la construcción, que era muy rara. Pidió que algunos trabajadores retirasen los muchos muebles que había en el interior. Él, por su parte, subió las escaleras y se dirigió al cuarto principal. Menuda belleza. Decidió que se quedaría con los muebles, parecían muy caros y no quería que fuesen a parar a la basura. Mandó a un trabajador que lo ayudase a mover la cama y a sus pies cayó un pequeño cuaderno. Parecía muy antiguo y lo guardó para revisarlo en otro momento.

Cuando terminaron de sacar los muebles, trajeron las dinamitas y las colocaron estratégicamente. Se retiraron del lugar para ponerse a salvo y las hicieron explotar.

Cuando esa noche el señor Murray llegó a su casa, estaba tan cansado que se fue a dormir. A la mañana siguiente era su día libre. Mandó acomodar los muebles que había traído de la casa, aunque su mujer no estaba de acuerdo.

—Creo que es una locura que hayas traído muebles tan viejos. Va a costarte una fortuna arreglarlos, eso te lo aseguro.

—Deja de ser tan pesimista. Quiero que me ayudes a acomodarlos en la casa; por ahora los dejaremos aquí y cuando los envíe a reparar quedarán preciosos, ya lo verás.

El señor Murray estaba muy emocionado por sus nuevos muebles y no hacía caso de lo que su mujer le dijese. Y se acordó del pequeño cuaderno que había encontrado en el cuarto principal. Así que lo buscó y se puso a leerlo.

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