¿Y si al atardecer el sol brillara de nuevo? Y si al caer el otoño la primavera resurgiera? ¿Y si al llegar la madurez te invadiera la hermosa juventud? Que tu cuerpo perfecto lleno de firmeza y humedad se fusionara a mí sin pensar en llegar a ningún lado más que a tocar el cielo… ¿Que haces? ¿Porqué me provocas? ¿Quién te crees que eres para irrumpir en mi vida tranquila y encaminada a la calma? Después de haber pasado tormentas y ganado batallas que me posicionaron en un trono de templanza, y sin más apareces frente a mí con ese porte ostentoso y la piel desnuda como invitándome a perderme en un laberinto sin salida. ¡Que desdicha la mía! Tambalear entre lo debido y el peligro atrayente hacía esa luz vibrante, hermosa y deslumbrante pero inminentemente mortal. Y te vales de tus adorados encantos para hacer volar mi mente, despertando los más apasionantes deseos que provocas en mi. Esperando de mi parte no llegar a sentir tu aguijón escondido lleno de dulce veneno que atraviese mi expuesto corazón… Porque la vida es una y las ilusiones son muchas elijo tomar tu atrevida invitación y que Dios perdone mi debilidad, pero a ti quisiera tenerte por la eternidad.

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