II
El mundo
es una mujer herida en los paisajes
desde Lilith hasta el último femicidio.
Hay una mordida en la manzana del renglón siguiente del poema
tratando,
tal vez,
de volver hacia la esencia
del descubrirse desnudos
del descubrirse iguales
en la mirada del otro.
Tratando,
tal vez,
de entender
que el pecado original
no era pretender ser como dios,
sino,
no aceptar a la mujer
ante su vista
como a una igual,
ante el solo saber que no se sabe nada.
tal cual lo dice la escritura
Hay una mujer herida en los paisajes
una idea de que:
“Varón y mujer los creo»
Iguales en su humanidad
Idénticos en su dignidad
a imagen y semejanza de la divinidad
los creo
para que pronto unos la olvidaran
haciéndola objeto, y solo objeto.
El mundo es una mujer herida en los paisajes
y atraviesa pinturas del miedo,
temblores dispersos
del después de la mordida,
para seguir muriendo
porque que les pesa a los demonios
sea por ella misma lo que sea,
única, distinta,
y no por la costilla.
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