Hasta que me aprendas el cuerpo…
Y ni entonces, cuando lo hayas ahogado de memorias, estribillos y bises,
seré capaz de negarte el vicio.
Hasta que me aprendas el cuerpo…
Y ni entonces, cuando lo hayas ahogado de memorias, estribillos y bises,
seré capaz de negarte el vicio.
OPINIONES Y COMENTARIOS