Nada te saca de mis pensamientos, estas siempre aquí. Todo en mi te nombra, te llama, te espera. Sabes hermosa, estoy completamente entregado a amarte y ahora que lo pienso, creo que es lo que mejor sé hacer, amarte. Te he dedicado mis canciones, mis palabras, mi inspiración, mi tiempo y quiero dedicarte todo lo bueno que hay en mi.

Hace un rato veía las estrellas, se veían muchas pero nada me sorprende ya porque tus ojos le ganan a todo, tu sonrisa sólo puede ser opacada por tu tristeza pues nada en la tierra es más bello que tu sonreír; tu piel es tan suave como arena de desierto y no sé si has estado en alguno, yo sí y la arena es suavesita, tanto que uno se puede revolcar en ella y con tan solo sacudirse un par de veces ya queda como si nada… Pero en eso si no es igual a tu piel porque después de pasear en ella, ¡me quedó hasta el alma impregnada de ti!

Jules Acevedo Kleinner

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS