Grito desesperado

Todo empezó un día de lluvia, se conocieron por casualidad Carla y Robert, era amor a primera vista. Se miraban y se decían todo sin mencionar palabra alguna, era algo mágico como sacado de un cuento de hadas. Comenzaron su romance viéndose a escondidas ya que él era un poco mayor que ella, pero eso no era impedimento para ellos por que lo que sentían cruzaba toda barrera y límites. Cada encuentro era pura pasión, amaban cada minuto juntos, el mundo desaparecía cuando estaban juntos. La pasión los llevó a ese maravilloso momento de la intimidad y sin mediar palabras se dijeron todo con sus cuerpos una y otra ves, así fue cada encuentro entre ellos se fundían en uno solo por que ellos sabían amarse de verdad. Pero un día Robert empezó a estar distante de ella, poco a poco, día a día ella sentía que aunque él estaba a su lado lo sentía lejos, ella se lo hizo saber pero Robert decía que eso no era cierto, pero ella si lo sentía y eso la llevó a que empezara a disfrutar de momentos sola, cada día ella esperaba que él se acercara a darle un abrazo o le dijera algo bonito pero Robert solo seguía con su vida descuidándola, hasta que Carla se acostumbró a eso y decidió que era momento de empezar a olvidarlo, de pensar en ella y hacer cosas por ella misma ya que se sentía muy sola y triste, sin que nadie la escuchara, o que alguien le preguntara cómo se sentía. Ella simplemente gritaba en silencio mientras que él no la escuchaba.