FRUSTRACIÓN

Frustración, tantas veces te he sentido y he detestado tu presencia en mi vida, esa sensación palpitante de impotencia en mi pecho, me ha hecho saber que estás de nuevo visitándome, tan desagradable es tu presencia, que de inmediato le da un vuelco total a mis emociones, me in-estabiliza, arrojándome a una tristeza insoportable, por el hecho de que nada de lo que planeo se da, siempre que hay una oposición que me impide logras mis sueños, metas, o deseos tú tienes que venir acompañándola para decirme al oído, que a mí nada me sale bien, que no he nacido para el éxito, me invades a tal punto que me haces sentir decepcionada hasta de mi sombra, me llenas de rabia sabiendo que siempre logras tus intentos en ponerme en contra de mi, logrando desilusionarme de mis deseos sueños y aspiraciones pero déjame decirte algo, he decidido que ya no serás mi enemiga, a fin de cuenta no has logrado tu cometida final, que es hundirme en una profunda depresión y dejarme inerte y sin sentido de vivir, al contrario quiero decirte querida amiga frustración, que estar en lo muy bajo en tus múltiples intentos, lo único que consigues, es hacerme más fuerte controlando mis emociones, es hacerme más creativa para re-inventarme traspasando cada oposición, en lugar de llenarme de malos momento me has llenado de experiencia, en lugar de dudas me has llenado de pensamientos positivos, que te quede claro que en lugar de volverme una pesimista me has convertido en una mujer optimista, desde que te conozco te has aprovechado de cada resistencia externa al cumplimiento de mi voluntad individual, pues hoy yo soy la resistencia, el caos no me detiene sino que me impulsa a ser quien quiero ser, me redirige a llegar a donde debo llegar y me impulsa a logar el cumplimiento de mi destino, gracias por ser el trampolín a la esperanza, a la felicidad a la capacidad de ser quien soy, gracias por hacerme ver que las herramientas para llegar a mi éxito están dentro de mí y no en el exterior y no en un sistema, y te quiero afirmar que tú no eres parte de él o tal vez si pero tu turno de hablar termino el día en que creí en mí, el día en que acepte que todo pasa por una razón y todo es para bien, todo está bajo control no tienes nada que hacer en mi.