FIN

La muerte que habita en la luna
Está más muerta que viva,
No es más que muerte desnuda
No es más que trazos de luna.

Y más allá del dolor regresa
En la noche impura
Cabalgando a lomos del diablo
Esa muerte que más que muerte
Es viva vida, amargura.
Regresa camino del suelo
A galope por el deshielo
Corazón de hierro y acero
Dura es esa muerte que regresa
Tan impura como la misma muerte
Y de repente recubre la muerte
A toda alma pura o impura
Y aquella alma blanca
Cada vez es más oscura
Que sueña estar muerta de muerte
Que sueña estar viva de vida.

Y nada al compás de las olas,
Esa raza, nueva impura,
Que colma de pena y tristeza
Cualquier playa que ilumine la luna.

Y en la noche cada vez más negrura
Y de día la vida más oscura.
Y en horas de amor y de canto
Regresan en forma de blanco
Esas almas puras.

La vida juega con la muerte
Y la muerte con su dulce ternura,
En su inocencia pura persuade a la muerte
A veces pierde la lucha
Y alcanza la vida eternamente
En mano cogida de la puta muerte.

Mana vida del manantial de la muerte
Burlando a la muerte danza la vida
Muere la eterna muerte en manos de la efimera vida

A veces dando palos de ciego viaja
De noche, de luna vendada
De día, de sol disfrazada
Camina despacio y sin prisas
Al caer en la batalla
La vida se sume en recuerdos
Recuerdos que no mueren con la muerte

Muerte que descansa eternamente
Y la vida que en vida se queda
Remiendo el dolor de la muerte
Reinventa el color de la vida.

A veces reniega la suerte
de ser dador de vida
Hay veces que en la cara del sueño
Camina descalza la vida
Y allí en donde más dura es la muerte
Y hecha de amor y de luna
Vuela subida en la cuna
La vida tan bella y pura.

Rescatada por una estrella,
Allí regresa la vida
Y brilla la muerte más pura
En toda noche oscura

La vida, esa que habita en la muerte
Esa triste muerte
Que despierta pasión y locura
De todo aquel que la siente.