FILOSOFIA, DISEÑO Y UNA PIEDRA ANGULAR

FILOSOFIA, DISEÑO Y UNA PIEDRA ANGULAR

Coma

25/04/2020

Como todo aquello que percibimos hoy en día; las relaciones sociales, las estructuras jerárquicas, la comunicación verbal, escrita y visual, las ciencias, el conocimiento incluso la tierra en si misma Manejan un lenguaje, una codificación de signos estructurada por diferentes factores como el entorno, el registro histórico. Y actualmente nuevas variables como; las redes sociales, la tecnología. Entendiendo que los signos son una fuente importante de conocimiento que permite entender.

Los signos por su completa presencia en todos los ámbitos de la realidad que percibimos, comprenden la materia prima del lenguaje y permiten una comunicación efectiva de los sucesos y fenómenos sociales que suceden en el contexto, estos datos continuamente generados por la humanidad permiten ser apilados y estudiados. Con esto en mente y sabiendo que, desde el punto de vista de la semiótica, los signos están más allá de ser buenos o malos bajo una definición moral de hecho, son los signos y el valor de intercambio que estos pueden adquirir, quienes definen el constructo “moral” que rige una comunidad, es claro afirmar que poseer el acceso al signo permitirá al poseedor, aprovechar, modificar e incluso paulatinamente redefinir la estructura del signo acordado por una comunidad; como ejemplo fácilmente encontramos, el marketing, la industria, el consumismo, el comercio, la moda o las redes sociales.

La filosofía y el diseño, aunque tienen grandes diferencias en su aplicación del conocimiento a un objeto de estudio, es curioso notar que ambas circunnavegan en el tejido social de la sociedad descubriendo, interpretando y entendiendo el signo, desvelando el lenguaje que timonea el curso de la humanidad, quizás una más enfocada al romanticismo del sentido de la vida, y el porqué del ser humano, y la otra satanizada por la industria y desencaminada por fuerza de tendencia al servicio de unos pocos. Aun cuando existen diferencias que son fáciles de evidenciar, en igual magnitud se pueden descubrir relaciones como la mencionada, y son este tipo de conexiones, los factores los signos del lenguaje universal, los choques de divergencia al pensamiento; ¿porque el diseño se puede valer de la conceptualización de varios conocimientos filosóficos sobre el comportamiento humano, sobre su lado emocional, sobre su “ello” que lo lleva instintivamente a aquello que cree que le dará la felicidad? ¿Porque la filosofía usa los efectos del diseño para re analizar nuevamente al ser humano, peleando por tratar de mantenerse en el signo codificado del consumismo que constantemente cambia su paradigma para crear un sentimiento de dolor en el usuario y obligarle a consumir en un ciclo repetitivo?

Porque, aunque estemos demasiado cerca del tablero, trazando líneas que dividan más y más las disciplinas del conocimiento nos estamos olvidando de que todas hacen parte de un mismo sistema cuyo objetivo final, es más importante que el objetivo de sus partes. El lenguaje de todas es el ser humano y comparten un mismo fin, que en retrospectiva es impactante reconocer… seguimos buscando nuestro lugar en la existencia, seguimos tratando de entender el porqué de la vida, llenando cada hueco que sentimos con líneas de conocimiento que nos ayudan a saber que no somos, así como buscamos nuestro lugar en la sociedad buscando sentirnos parte de algo más trascendente que la existencia efímera de un ser a base de carbono, la humanidad sigue buscando su valor de intercambio como signo en lenguaje del universo.

¿Qué tal si dejamos de dividir las disciplinas y comenzamos a buscar un lenguaje de unificación? así quizás estamos mejorando y interdisciplinariedad es el primer paso.

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