Ciudades infestadas de mentes rutinarias, de personas monótonas. Personas que nunca aprendieron a saber que era lo que realmente desean. Aquellas que solo se dejan llevar por la multitud. Por la idea común. Que en una infancia, hicieron lo que los mayores les ordenaban. «Has esto» «Estudia aquello, te dará de comer»

Puede que en otra dimensión haya un artista reconocido en todo el mundo, famoso y con un talento increíble. Pero aquí, en la tierra solo es alguien sentado en una oficina lamentando sus decisiones erróneas, o quizás feliz (superficialmente) de haber elegido aquella profesión que no le brinda pasión, pero le ofrece una vida acomodada para sus necesidades como ser humano.

El dinero es un invento que nos hace infelices, son papeles, pedazos de cobre. El que no lo tiene muere de hambre, mientras que el que lo tiene en abundancia lo desperdicia.

Países completos sumidos en la pobreza extrema, por culpa de una persona que con el poder de superioridad que los demás le otorgaron, no supo llevar a cabo los asuntos importantes que debían mantener a la población a flote.

La sociedad aun no entiende que ni el material, ni el poder, es lo importante.

Aún no logran comprender que lo que nos hace felices, es justamente eso, la felicidad.

¿Que es lo que te hace feliz? Realmente feliz. pero no hablemos de objetos tecnológicos o cosas materiales en sí.

Hablemos de una buena charla, de la risa de tu abuelo, madre o padre. Hablemos de la cena familiar donde al fin estamos todos en contacto.

O la naturaleza, que te brinda paz, plenitud. La conexión que tienes con los arboles.

Hay personas que no creen posible esto. Pero dime, ¿Nunca el viento te ha hecho sentir libre? ¿Nunca la arena del océano te ha hecho cosquillas en la planta de los pies? ´

Solo hay que apreciar o simple de la vida, eso te dará felicidad verdadera.

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS