Y llego el gran día, hoy 31 de mayo del 2006, el día que podré dar un paso gigante, digo gigante porque se me presento una oportunidad de salir de mi país, de mi lindo Perú. Siempre pensando en salir con una mentalidad de superación, con una mente positiva, sin pensar lo que me pueda pasar o sin pensar que personas me recibiría en el país de destino.

Mi nombre es Eliot , y se me presento una oportunidad de salir de mi país y así que tengo que dar todo de mi, pero recorre en mi mente dudas, como por ejemplo, que tan difícil será hablar otro idioma, si podré acostumbrarme, pero en ese momento suena el teléfono, veo que es Dora y corro desesperado para poder escuchar lo que me tenia que decir.

Dora una joven de veintitrés años, que conocí en verano de aquel año, muy guapa, típica peruana que llegaba del exterior con cambios en su color de cabello, llevaba un rubio muy atractivo que hacia lucir sus 1.80 metros de altura y su escultural cuerpo. Entonces respondí y era para decirme que esa misma noche ella había tomado una decisión. Estuvimos conversando como estuvo el regreso de Lima hacia Milan, de como era viajar en avión, y hablar por horas ya que solo a Dora la conocí solo un mes.

Antes de cortar la llamada me prepuso ir a vivir con ella ya que se había enamorado de mi estando aquí en Perú, me dijo que quería hacer una vida conmigo debido a que en Milan se encontraba sola, y yo sin pensarlo dos veces le dije que estaba bien, que me parecía bien, pero siempre andaba con la duda de quien me iba a esperar allá.

Entonces llegó la hora, y no sabia de quien despedirme, si de mi niña de dos meses de nacida o de mis padres primero, entonces con todo el nerviosismo decidí en dejar a mi bebe con un dolor en el pecho en el primer piso donde vivían unos familiares y tome mi taxi con rumbo al aeropuerto.

Al llegar al Aeropuerto Internacional Jorge Chavez me encontré con mi hijo mayor llamado Daniel, que apenas tenia un año, junto a él su mamá y la abuela de Daniel. Entonces me quede sorprendido porque si ya tenia un dolor intenso por haber dejado a mi hija Danae entonces al ver al resto me iba a causar mas dolor. Fui a migraciones donde me sellaron mi pasaporte y me dieron el pase libre para poder ingresar a la sala de embarque, asi que lo más se acerca, y era el momento de despedirnos. No imagine que iban a ir demasiada familia a despedirme, fueron tantas que llego la mejor amiga de mi mama, una señora llamada Rance, una señora que me vio prácticamente nacer, así que un por uno, iba despidiéndome y la ultima persona era mi madre, que con gran dolor nos dimos un fuerte abrazo y dándome su bendición me fui, sin saber lo bueno y lo malo que me podría pasar llegando a Italia

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS