ESTRATÉGIA PAJARERA

Había una vez un hermoso pajarillo, mejor conocido como pecho amarillo, siempre muy de mañana, revoloteaba por el pastito verde de un patio vecino, comiéndose uno que otros grillitos, chapulines o cualquier otro apetitoso insecto que se encontrara a su paso.

En eso estaba el pajarillo, ¡cuando de pronto!, un gato llamado rayas mascota del lugar, se abalanzo hacía la pequeña ave, con toda la intención de desayunárselo de un solo bocado; apuradamente la pequeña avecilla levanto el vuelo, dejando a rayas, relamiéndose los bigotes y con unas cuantas plumas entre sus garras.

La pequeña avecilla latiéndole el corazón a mil por hora, empezó a pensar en las diferentes formas de obtener su alimento, primero pensó…

— ¿Negociare con el minino? ¿Ya se, lo distraeré con la gata petunia?

—¿No?, ¿no?, ¿no?, ¿no?,

—¿Sino me desayuna rayas, petunia lo hará?

— ¡Oh!¿Qué hare?

—Mejor buscaré otra estrategia infalible.

  • —¡Ah! Ya sé quién podrá ayudarme, ahorita mismo le llamaré, mi amigo el loro… el, si me ayudará.

¡Es un buenazo para todo!

—Y entonando una canción muy particular el pecho amarillo, hizo que loro llegara pronto.

—¡Hola amigo! ¿Me llamabas? el pajarito pecho amarillo le contesto,

—¡si amigo!, ¡si amigo!

—Veras, tengo una pequeña dificultad, quisiera que me ayudarás a distraer un enorme gato, que no me deja deleitarme con los jugosos insectos; que intento comerme de aquel patio que esta por aquí.

El gato, siempre está acechándome, a la hora que yo bajo a buscar mi alimento. Y la verdad tengo muchísimo miedo, que se haga realidad, lo de las famosas cadenas alimenticias; con mi hermoso cuerpecito dentro de la boca del dichoso felino llamado rayas.

El loro se rio un poco

—¡ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja!, tu como siempre muy abusado, y precavido. ¡Pero te voy ayudar amigo pecho amarillo ¡No te preocupes por eso, que yo lo arreglo con mucha astucia pajarera!

Pecho amarillo, contesto

—¡Gracias! amigo loro, a cambio de tu ayuda te indicaré un almacén lleno de semillas muy ricas y exquisitas para ti solito.

— Muy agradecido amigo, te ayudaré porque somos amigos, lo de las semillas, es algo extra amigo, y basta de pláticas vayamos a distraer al gato, para que puedas comer deliciosos insectos…

Llegando al patio, el loro posó en una rama, afino la garganta, movió las alas, estiro suavemente las patitas y empezó su show así:

—Gatito, gatito, ¡bonito!

Si vienes aquí, verás un lorito,

Hermoso, suave y lindito,

Te lo digo serio,

En serio, muy serio,

Y no estoy loquito,

Solo, soy bonito y chiquito,

Si no, me crees, lindo gatito,

¡Mírame! un poquito.

Empezando por mi piquito…

¡Ay!¡Ay! ¡Ay!

¡Mira! que simpático soy

Sin ser un gatito…

—¡Ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja!

El ingenioso loro, reía, reía, reía y reía sin parar. A la vez que hacía uno que otros malabares, repetía tanto lo mismo; que al minino rayas, le gano la curiosidad. Dirigiendo la mirada, hacía el loro, se acercó lentamente, un poco desconfiado y escuchaba de cerca lo que el loro decía, le gustaba tanto, que le dijeran gatito, gatito, bonito, que se olvidó de echarse a ronronear y a observar en el patio vecino.

Ahora se echaba al pie del árbol donde se encontraba loro haciendo show para distraerlo. A rayas le encantaba escucharlo diariamente y se quedaba dormido; dejando al pecho amarillo deleitarse de apetitosos insectos.

Pecho amarillo, siempre comía todos los insectos que podía, hasta hartarse. Después de cada show espectacular de loro; volaban juntos, hacía el almacén de semillas. Pecho amarillo siempre, le cuidaba la entrada y estaba alerta de cualquier peligro

Mientras tanto, loro se saciaba de ricas semillas de girasol entre otras muchas más…

Eso era cosa de todos los días, pecho amarillo comía mientras el loro entretenía al gato todas las mañanas.

El gato, era feliz con el show mañanero… al mismo tiempo también el lorito, era feliz comiendo deliciosas semillas del almacén.

Así pasó muchísimo tiempo, los tres animales eran muy felices., comiendo, escuchando, divirtiéndose, sobreviviendo y exponiéndose cada quién, con sus propias estrategias que alcanzaban a tejer en un mundo urbanizado, tan cambiante y a la vez desafiante para el mundo animal.

FIN

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS