Seres contradictorios, ambiguos
Confundían al Uno que era su espejo.
No prestar atención a ese reflejo (el Otro)
Evidenciaba la inexperiencia e ingenuidad
El desconocimiento y oscuridad del Uno.
No era su tiempo de despertar
Vivía inmerso en sus pensamientos.
Su ser de luz se había marchado lejos.
El Ego apareció construyendo el camino
Sin importar la destrucción parcial o total del Uno.
La sombra del Ego
Un gobernante de las tinieblas
De las mentes nubladas
Por sentimientos negativos
Reflejan heridas del pasado.
Liberarse no es fácil
Cuando cargas la cruz desde la niñez.
Desapegarse de viejos hábitos lleva tiempo
A que el adicto deje su vicio.
El Otro sigue vigilante
Jugando a ser Dios
Sin percatarse que el espejo proyecta su sombra.
Su dependencia al Ego le atrae
Para cumplir sus deseos más perversos
Al seguir como cazador a la presa
Esperando la mínima distracción para disparar.
No les basta con pasar la página
Destruir su mundo de papel
La ilusión o sueño.
No les basta con cerrar el libro
Tienen necesidad de machacar con sus actos y palabras
La mente del animal herido.
¿Acaso siente placer en la destrucción del Otro?
Se creen seres alados de paz y bondad
Cuando su vigilancia extrema
Parece proveniente de la oscuridad.
Les gusta jugar a probar al Otro
Destruir cuando se sienten heridos o traicionados.
Seres duales son,
Demonios disfrazados de ángeles.
Observa tus pensamientos y acciones
¿Crees que son más elevados, llenos de amor y bondad?
Ante los actos maquiavélicos del Otro (Uno).
Es fácil sentirse Dios poderoso al juzgar al Otro
Pues el Otro juzgo primero y se convirtió en ello.
Destruir al Uno en base a lo que percibe
Es caer en el error del Otro.
El juego se convierte en un círculo delirante sin fin
Eterno castigo del Otro es la condena del Uno.
La verdadera esencia del Uno da al Otro justo lo que sembró
En su mente y corazón.
El Ego es solo una imagen materializada por la idea
Crea una apariencia con nombre e identidad
Refleja mil facetas provenientes de lo percibido
Desde el nacimiento hasta la muerte
Personifica la dualidad.
Romper la cadena es reconocer
El sueño ilusorio de este universo
Fundado desde las sombras de la
Mente primigenia del Uno.
Autobservación y disciplina
Lleva al centro de la creación del Todo
Salir así del laberinto interminable
Del apego que trae placer y sufrimiento.
El Otro (Uno) es masoquista por naturaleza
Prefiere el goce y agonía que otorga este universo
Antes que reconocer la verdad.
Escoge el infinito dolor que desprenderse de lo que posee.
Primero destruye al mundo (el Otro) que perder su objeto más preciado.
Amor es más que poseer o destruir al Otro
Para sentirse vivo o defenderse del dolor u ausencia.
El verbo se recrea y regresa como boomerang
Lentamente
A su debido tiempo para tocar el punto del Uno.
Dios es testigo fiel sin distorsiones de la Verdad
Cada personaje de esta obra
Enfrentará el reflejo de su interior
Su sombra y luz
Exteriorizada por el Otro.
La verdad mutilada por el Otro
Será su destrucción
Si insiste en la persecución del Uno.
El tiempo le mostrará quien es Dios
Cuando no comprenda su propio dolor.
Dios recobra al Uno de todo aquel que desea su perdición
De todo aquel que confunde su espíritu
El alma está turbada y la mente enferma
Acosa a todo el que persigue
El Otro que es Uno no tiene derecho
También actúo igual o peor
Dios es el único juez del Uno (Otro).
La herida del Uno no tiene venganza.
Solo queda Dios, que todo lo ve y conoce.
Sabe que sus lágrimas no son falsas.
Libera su alma de los inquisidores de maldad.
Se creen Dios cuando no conocen
Sus mentes están cegadas como anduvo el Uno en un tiempo.
Libre de esta cárcel material, de este cuerpo
Si ha de ser cordero sacrificado por el Otro
Ahí estará el Uno sin protestar.
Si su camino es otro,
Libéralo y se tú el juez de Todo.
OPINIONES Y COMENTARIOS