Espacio Diminuto.

Espacio Diminuto.

Jhosep CP

25/03/2019

Una mirada puede no ser mucho,

pero es la sensación mas grande cuando se trata de ilusión mas allá de la misma realidad…

Así pues este relato trata de una dama con unos ojos distintos y aquella mirada suya con un brillo peculiar, una sombra a lo profundo, una historia guardada entre parpadeos, una magia encerrada en él rostro de aquella dama misteriosa…

Mirarla era perderse en un mundo de magia, donde él dolor era parte del cuento de la oscuridad en ella,

la magia surgía al tomar sus manos y al mismo tiempo escuchar su voz al hablar, sujetando esa mirada fija en sus ojos la cual seducía mi mente, sólo bastaban segundos para terminar hipnotizado con aquella extraña y distinta dama de los ojos cafés…

Los días se hacían un placer a lado suyo, pues cuando parecía que nada podía ser mas excelso y perverso, apreciaba sus labios un matiz distinto, una dulzura y atracción delirante, y cual mortal tentado a lo prohibido mostraba interés por saborearlos, entender su lenguaje y mirar a través de ellos.

Sin entender ¿como? o ¿por que? en un instante me encontraba cerca a ella, sentía su aliento junto al mio, las palabras cesaban y esa mirada suya se escondía tras sus párpados, en ese momento él ímpetu se ponía en riesgo, la tentación se hacia carnal y la frase «deja te llevar» tomaba sentido, y aquel beso ajeno era robado de aquella dama…

Lo siguiente se tornaba en un sentido irreal, abstracto y a la vez una sensación que se podía sentir en la piel y en los sentidos,

pues muchos describirían un beso cual perfección, como él mismo paraíso, enamorados como todos,

pero en él beso de aquella dama la muerte se hacia algo tan dulce,

el placer perdía sentido al ser poco,

tenía todo y ala vez nada cuando acabo, entendiendo así que es desear algo mas que la misma vida y es que después de ello moría por probar los labios suyos, entendí que aquella dama tenia magia en sus labios, con un beso transformaba los minutos en eternidad y en ese mismo tiempo era confinado a ser esclavo de ella, deseando sus labios una y otra vez …

Aquella dama con una oscuridad extraña,

aquellos ojos suyos con magia en su interior,

aquella boca suya con una adicción perversa,

fue ella quien desencadenó en mi él sentimiento mas extraño y aun inexplicable, pero eso es un cuento aparte y es que este es sólo un recuerdo de la travesía en él rostro de aquella dama, un recuerdo con amargura hacia mi, siempre en un vacío de inestabilidad como la de su sonrisa.

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