Es igual a todas las demás chicas que he conocido antes. Tiene un par de ojos, cabello como todas, un par de piernas, senos, brazos. Hasta ahora no le he descubierto alas o algo parecido, también carece completamente de escamas y creo estar cien por ciento seguro de que sus lágrimas no convierten el metal en oro ni otorgan la vida eterna. Todo en ella es tan común, y aun así estoy temblando, con el corazón en la garganta, intentando escapar…

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