Escribir para no olvidar

Normalmente pienso en alemán o en inglés. En alemán me gusta hablar y escribir de forma informal. En inglés puedo fundamentalmente pensar y enventualmente hablo cuando la situación lo amerita. Pero siento que tengo que hacer un esfuerzo para expresarme que no tengo que hacer en alemán o en español. Mi inglés es limitado porque lo uso poco, sólo lo uso para leer y ver videos o películas.

El español por su parte es la lengua en la cual me puedo expresar plenamente, oral y por escrito. Pero desde hace algún tiempo noto que mi español se ha anquilosado. Por ejemplo, hace algunos años nunca hubiese usado una palabra tan horrible para definir algo en español. 《Anquilosado》es lo único que me viene a la mente para definir lo que le pasa a mi idioma nativo. Se me empobreció el español  a medida que yo me enriquecia económicamente. Y eso es así porque el español es el idioma de la pobreza. Pero ya yo no tengo ambiciones materiales, por tanto puedo retomar la tarea del español.

El problema en esencia es que no leo en español y lo uso solo con frecuencia para hablar con mi hermano.

Es una cosa triste que se te olvide tu idioma nativo. Por eso escribo de ahora en adelante. Esto que hago aquí ahora es un ejercicio para reaprender mi idioma nativo. Voy a escribir para no olvidar y quizás escribiendo empiece a leer de nuevo. 

Las expectativas que tengo en general son para todas las cosas que hago muy bajas. No espero tanto de las personas que conozco porque 《sin esperanzas, luego, sin desesperanzas》.

Creo que soy más feliz desde que espero poco. Espero poco de los otros y espero poco de mí mismo. La emigración me ha enseñado que la ambición es una trampa. Que sobrevivir tú día sin estar triste colabora mucho más con tu felicidad que imaginarte un futuro perfecto, o tan sólo mejor. 

Espero poco de mí mismo -alguna vez esperé mucho y fui terriblemente infeliz- y espero poco de los otros. 

De la escritura espero sin embargo que me salve.