Escapando de la realidad

¿Cuántas veces no hemos imaginado tener una vida distinta?, ¿Cuántas veces no hemos deseado estar en un lugar mejor?, bueno, pues me ha pasado varias veces así como estoy seguro que a ti también, ¿Es frustrante y doloroso, no?, querer pero no poder, estamos limitados en ciertas cosas que nos impiden dar ese salto, ¿Es egoísta pensar en nuestra propia felicidad aun sabiendo que estaríamos dejando a la familia que nos necesita?, mi humilde respuesta es SI, es egoísta, porque mi familia no es para nada perfecta, tenemos nuestros problemas, pero no se merecen sufrir ante mi ida, ¿Cargas con un peso encima? Yo igual de manera económica y física, ellos me necesitan y yo estaré con ellos hasta que puedan sin mi ayuda de manera directa. 

Dentro de unos años  ya no necesitaran mi ayuda física, con el sueldo de mi futuro trabajo les pagaré personas que los ayuden, los visitaré en la casa, etc. La diferencia será en que seré un poco más libre.

Es difícil no pensar en muchas cosas, cosas que desearíamos tener y poder hacer, estamos atados por unas cadenas que nos arrastran, pero es nuestro deber librarnos de ellas y hacer de nuestro futuro uno más feliz y en paz. 

Sigo escapando de la realidad, ante los grandes problemas es normal hacer eso, pero una vez que entiendes que tanto necesitas de las «personas que escapas» como también ellos necesitan de ti, es cuando las aguas se calman un poco en la mente, porque ya entendiste uno de tus propósitos en la vida, ayudar.

A ti te digo: No eres el único, no estás solo, te entiendo, te comprendo. 

A nosotros nos digo: hay valentía y miedo, pero no por eso te des por vencido, continua, te prometo que el camino se pondrá mejor, talvez no mañana o una semana o tres meses, pero te prometo que se pondrá mejor. 

Y dejarás de escapar de la realidad.