Érase una vez…

En un lugar muy lejano, fuera de esta galaxia, vivía una princesa muy hermosa llamada Dulcinea, un día estando en guerra con el planeta 35j de la misma galaxia, conoció al bello príncipe enemigo llamado Gregory, quienes tan pronto se visualizaron, sintieron una sensación extraña, jamás sentida, pero no sabían que esa sensación era… amor.

Ninguno de los dos contó nada de esta sensación a sus padres, pues se habían enamorado del enemigo, esa mañana el rey Javier del planeta 35j, papá de Gregory, tuvo una reunión con la reina Laura, mamá de Dulcinea, al entrar a la sala, los reyes se miraron con descaro, el rey Javier le ofreció a la reina un armisticio, la reina acepto, pero le dijo que trajera a su hijo Gregory para que conociera a Dulcinea, el rey acepto amistosamente y se fue.

A la mañana siguiente Dulcinea recibió al príncipe Gregory, lo llevo al jardín y hablaron, mientas que el rey y la reina, tuvieron un paseo de negocios, fueron emboscados por el pueblo, y torturados a muerte, la noticia fue llevada con los príncipes, cuando el príncipe oyó la noticia, se fue a su planeta con el cuerpo de su padre, mientras que dulcinea lloraba profunda y dolorosamente… el armisticio siguió en pie, después de la muerte de aquellos reyes, los príncipes fueron coronados como sucesores, un mes después el rey Gregory le empezó a mandar cartas de amor a la reina Dulcinea, hasta que en una carta del rey citaba

“Iré a verla la próxima semana espero y se encuentre bien, con cariño el rey Gregory”.

Una semana después, llegó el rey Gregory, al llegar al palacio, le pidió matrimonio, la reina Dulcinea aceptó, y a la mañana siguiente, se casaron, tuvieron su recorrido por el pueblo, unas semanas después el rey fue a visitar la aldea a inspeccionar, pero el pueblo lo asesinó, por ser del planeta 35j. La reina Dulcinea, llena de tristeza, cayó en cama, hasta que el doctor le dijera que estaba embarazada, la reina muy emocionada, a la semana, se levando de la cama, nueve meses después nacieron sus gemelos. Veinte años después los mandó al hijo varón al planeta 35j a gobernar. Unas semanas después la reina se enfermó de una enfermedad incomprendida llamada covid-19, desastrosamente al mes falleció, antes de que muriera su hija que la cuidaba se contagió, y, para que no contagiara a los demás planetas, fue llevada al planeta Tierra, donde fue registrada como la paciente 0. FIN