Entre cenizas y conocimientos: Explorando Fahrenheit 451 de Ray Bradbury
Ray Brabury, escritor estadounidense, nació un 22 de agosto de 1920, comenzando una trayectoria literaria en los géneros de ciencia ficción, terror y fantasía. Sus obras más conocidas son Crónicas Marcianas, Fahrenheit 451, El hombre ilustrado, Ahora y siempre, Columnas de Fuego, Las doradas manzanas del sol. Después de un determinado tiempo comienza su ascendente fama literaria con la obra Crónicas Marcianas publicada en el 1950. Luego de tres años él deja su trabajo de vendedor de periódicos y se dedica a escribir a tiempo completo, publicando en diversos medios numerosos relatos breves que algunos de ellos empiezan a tener juicios valorativos por los mismos lectores.
Justamente, en 1953 nace Fahrenheit 451, una utopía horrorosa y apocalíptica, que es su obra maestra y un clásico de la literatura distópica. En esta novela se muestra una sociedad apática, retraída, alejada del conocimiento, carente de felicidad, la cual es dominada por los medios audiovisuales. Sobre el origen de Fahrenheit 451, Ray Bradbury menciona que antes que se publicara la novela el escribió un cuento llamado El Peatón que nació del encuentro con unos policías que lo detuvieron en la calle cuando paseaba con un amigo, los policías al hacerles preguntas mostraban desconfianza hacia ellos, una de la razón era porque no había más peatones a la vista y parecían sospechosos, esa anécdota la introdujo en el cuento. Ese mismo año de la publicación de la novela aparece un clima político tedioso, provocado por el senador McCarthy dónde el pan de cada día eran los comunistas. Bradbury publica con temor Fahrenheit 451, ya que en su novela se mostraba una sociedad comunista de lo cual McCarthy no se representaba con esa sociedad, siendo él anticomunista.
La novela trata acerca de un mundo futurista, en ella conocemos a Guy Montag, protagonista central de Farenheit 451. El trabajo de él no es exactamente lo se podría esperar de un bombero, porque en este mundo ficticio su tarea es quemar libros en vez de apagar incendios. Siendo este el protagonista y personaje central en Fahrenheit 451. Aunque a lo largo de la historia, Montag experimenta una profunda transformación.
En consecuencia, a su encuentro con Clarisse McClellan y sus subsecuentes conversaciones lo llevan a cuestionar la moralidad de sus acciones y la superficialidad de la sociedad en la que vive. Montag se convierte en un personaje dinámico que pasa de ser un conformista a un rebelde intelectual, buscando desesperadamente el conocimiento y la verdad en un mundo opresivo. El punto de inflexión llega cuando él y sus colegas reciben la orden de quemar la casa de una anciana que se aferra a su biblioteca y se niega a dejarla. Este evento lo hace reflexionar profundamente, y decide robar un libro durante el incendio. A partir de ese momento, el bombero se embarca en una misión para desafiar el sistema, distribuyendo libros para mostrar la censura y la ignorancia en la sociedad.
Pero mientras él está luchando por el conocimiento, su esposa y amigos están más preocupados por cosas triviales como la guerra y la televisión. La presión sobre Montag aumenta cuando su jefe, el Capitán Beatty, intenta disuadirlo de su interés por los libros. Este conocimiento sugiere una compleja lucha interna, donde Beatty parece entender el valor de los libros, pero ha elegido apoyar y justificar el sistema opresivo. Su retórica persuasiva y habilidad para citar literatura le permiten manipular y desafiar a Montag. La tensión alcanza su punto máximo cuando una alarma de incendio lo lleva de vuelta a su propia casa, solo para descubrir que su esposa ha activado la alarma y está huyendo. Él se ve obligado a quemar su propia casa y, finalmente, enfrenta al Capitán Beatty, quemándolo hasta la muerte en un acto de rebelión.
A través de su relación con Faber, el bombero aprende sobre el verdadero valor de los libros y el pensamiento crítico. Faber ofrece no solo el conocimiento técnico para desafiar el sistema, sino también el apoyo moral necesario para enfrentar la opresión. Su plan para preservar el conocimiento a través de la memoria humana simboliza la esperanza en la resiliencia y el ingenio humano. Finalmente, él se une a un grupo que memoriza libros para preservar el conocimiento. A pesar de los bombardeos, sobreviven y se comprometen a construir una nueva sociedad basada en la libertad y el conocimiento. Él espera un futuro donde los libros sean más valorados que la televisión y la libertad de pensamiento sea primordial.
La transformación de Guy Montag, de un bombero dedicado a quemar libros a un ferviente defensor de la libertad intelectual, muestra que mientras transcurre el tiempo, él se adentra en la lectura y en la preservación de libros prohibidos, donde se embarca en un viaje hacia la autenticidad y el conocimiento personal. Su transformación no solo implica desafiar las normas impuestas, sino también descubrir un sentido más profundo de identidad y propósito en una sociedad que valora la conformidad sobre la individualidad. Esta búsqueda de significado lo lleva a enfrentarse con sus propios miedos y dudas, pero también a encontrar una nueva forma de resistencia y esperanza. En la novela nos menciona como Montag con el tiempo va transformando su manera de pensar; al respecto Fahrenheit 451 (1953) nos dice: “Es una pena -dijo Montag con voz quedada-, porque lo único que ponemos en su cerebro es cacería, búsqueda y matanza. ¡Qué vergüenza que solamente haya de conocer eso!”. (p.29). A través de este fragmento de la obra, Bradbury nos señala como el personaje principal ya no está de acuerdo con las cacerías y quemas de libros. Así es como Montag con el tiempo transcurrido en la obra se convierte en un símbolo de resistencia, un recordatorio de que la búsqueda del conocimiento es una forma de rebelión y una fuente de esperanza.
Otro aspecto importante es la descripción de una sociedad consumista y superficial, dirigida por el despotismo de un gobierno totalitario que, en lugar de promover el pensamiento crítico, busca suprimir cualquier forma de literatura que desafíe la tranquilidad social. Según Recacha (2013):
Los gobernantes se han adueñado de términos como ‘democracia’ o ‘Estado de derecho’, que utilizan una y otra vez para deslegitimar la libertad de expresión y el discurso crítico. Se criminaliza la contestación social, se hace un uso continuo del miedo y de la violencia «legítima» de Estado para reprimir la protesta. Se nos repiten una y otra vez los mismos conceptos, el mismo discurso vacío, para justificar lo injustificable. (p.1)
Esto hace énfasis a la censura como herramienta de control social que resuena poderosamente en nuestra sociedad contemporánea. En un contexto donde la información y la libertad de expresión son constantemente examinadas, la censura emerge como un tema crucial, afectando profundamente cómo se manejan y se perciben estos derechos fundamentales.
Y, en tercer lugar, la tecnología también desempeña un papel crucial en la novela, actuando como una herramienta de opresión en lugar de liberación. En Fahrenheit 451, la tecnología se utiliza para mantener a la población distraída y sumisa. Las grandes pantallas de televisión y los auriculares «seashell» proporcionan un flujo constante de entretenimiento superficial provocando desinformación e ignorancia de tal manera que impide a las personas emplear juicios críticos o sentir emociones profundas. Según Fahrenheit 451 (1953):
Y mientras andaba, escuchaba la radio auricular que llevaba en una oreja… «Hernos movilizado a un millón de hombres. Conseguiremos una rápida victoria si estalla la guerra …» La música dominó rápidamente la voz y se apagó después. -Diez millones de hombres movilizados -susurró la voz de Faber en el otro oído de Montag-. Pero dice un millón. Resulta más tranquilizador. (p.82)
En este fragmento de la novela, Bradbury deja entender que la tecnología no solo actúa como un medio de distracción, sino también desempeña un papel crucial en la difusión de información engañosa como un facilitador de la desinformación que perpetúa el control y la conformidad en la sociedad.
En esta novela, Bradbury critica una sociedad que ha renunciado a la reflexión crítica y la profundidad intelectual, favoreciendo el entretenimiento superficial y la conformidad. Asimismo, en efecto, los medios de comunicación son herramientas de control que mantienen a la población desinformada y dócil. Este tema resuena en la actualidad, donde las «fake news» y la desinformación están a la orden del día. La novela se construye como un testimonio poderoso sobre los riesgos de una sociedad que prioriza el entretenimiento superficial sobre el conocimiento profundo y la libertad de pensamiento. A través del viaje transformador de Guy Montag, quien pasa de ser un obediente defensor del conformismo a un rebelde intelectual que desafía las normas establecidas, se nos invita a reflexionar sobre la importancia de la autonomía personal y la resistencia frente a la opresión cultural. Las críticas a la censura y la alienación social, así como la búsqueda desesperada de significado, resuenan profundamente en nuestro contexto actual, recordándonos la fragilidad de la libertad intelectual y la necesidad urgente de preservarla. Esta gran obra nos deja con la inquietante reflexión sobre lo que le espera a una sociedad que deja de lado la literatura para adoptar una existencia superficial. En última instancia, Bradbury nos insta a mantener encendido el fuego del conocimiento, así como la chispa de la curiosidad y la libertad intelectual, que son fundamentales para una sociedad realmente humana y libre.
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