Ensayo: «Lo inevitable»

Ensayo: «Lo inevitable»

Aldana

11/12/2017

Nacemos sabiendo que nada más viviremos hasta que lleguemos a ella.

Todo ser viviente, sin distinción absolutamente de nada, tiene el mismo destino y es imposible escapar de el.

Sabemos que si en ella no caemos, es porque nunca vivimos.

La muerte es un tema del que muchas personas prefieren no hablar, es más, algunos deciden ni siquiera nombrarla; honestamente, no entiendo por qué.

Yo pienso continuamente en ella y creo que hace bien tenerla presente.

Es una de las pocas verdades de la vida. Tendríamos que recordarla siempre para así valorar y explotar al máximo cada momento de nuestra vida.

«Vivir cada momento como si fuera el último»: Una frase que muchos usamos, pero poco caso le hacemos. Vamos por el mundo dejando sueños frustrados y cosas que queremos hacer y no las concretamos ¿quien sabe por qué? y a la hora de abandonar nuestro cuerpo nos agarra la melancolía y la desesperación, por todas esas cosas que quisimos y no logramos hacer.

Vivir cada momento como si fuera el último, no significa ahogarse de tareas que quizá no llaman nuestra atención, sino, hacer lo que sentimos en el momento que lo sentimos.

El temor a la muerte es parte de la naturaleza de las personas, consciente o inconscientemente, le tememos…

Considero que es un temor absurdo, porque le tememos a algo que no podemos evitar, que es desconocido, y si bien suena absurdo esa es la causa del miedo… que es desconocido.

Vivir con miedo a la muerte, es vivir con miedo a vivir. En todas las acciones que realizamos desde que existimos en un vientre, corremos el riego de morir.

Vivir con miedo a vivir, significa que si le tememos a la muerte, no podemos vivir, no podemos disfrutar, no podemos amar, no podemos hacer nada por miedo a morir en el intento.

Hay que pensar en las consecuencias de nuestros actos, por supuesto que si… Pero hasta el pensamiento tiene que tener un límite.

Toda acción humana trae consecuencias buenas y no tanto. Pero hay que hacerlas igual, si eso nos satisface en algo, si no nos arriesgamos no vivimos, si no nos equivocamos no aprendemos.

El arrepentimiento existe y no es malo, porque si el arrepentimiento fuera malo, cometer errores también lo sería, y si así fuera tendríamos que ser nada… y esperar la muerte en la forma y lugar en la que nacemos.

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