El abuso de sustancias adictivas constituye un fenómeno en México, teniendo consecuencias graves en el desarrollo y la integración social, afectando principalmente a los adolescentes, quienes por este fenómeno truncan sus proyectos de vida; así también se ven afectadas estructuras cerebrales en la adicción. “Las adicciones en adolescentes afectan en diferentes ámbitos sociales, así como a su propio organismo.
México inició en 1970 acciones para atender este problema a través de un marco jurídico- normativo e institucional de programas.
La Encuesta Nacional de Adicciones, realizada en 1998 hace ver que el consumo en México es bajo, al compararlo con otras sociedades.
La mariguana es la más consumida por jóvenes y los de menos recursos; mientras tanto la heroína incrementa en ciudades de la frontera norte.
La empatía entre el gobierno y la sociedad ha logrado crear organizaciones públicas y privadas para controlar este problema llamado drogadicción.
En 2011 el 10.06% de varones consumían mota, ahora lo hacen el 14%, el 1.6% de mujeres se dobló a 3.7%, más adelante y de acuerdo con la ENCODAT 2016-2017 dijo que el consumo de drogas en México aumentó 80%; en Jalisco 5.3% a 16%, Colima de 2.8% a 12.4%.
El Sector Salud incluye iniciativas que buscan prevenir su consumo, disminuyendo así el número de usuarios; provee información y tratamiento a consumidores dando rehabilitaciones.
El inicio del uso de drogas ocurre en la adolescencia, debido al estrés, ansiedad, búsqueda de nuevas sensaciones, diferenciación de los adultos, problemas familiares, mundo caótico, pertenecer a un grupo social, adaptarse; simplemente a esta edad son más susceptibles.
Los daños en diferentes ámbitos; son que las personas adictas incurren en actos de violencia o delitos; por ejemplo los jóvenes no tienen una solvencia económica propia; les roban el dinero a sus padres o cometen robos en las calles. El hecho de tener un hijo adicto en la familia la modifica, afectando la calidad de vida de los integrantes de esta, teniendo impactos emocionales (la familia se culpa), aislamiento, alejándose así de los amigos, mayor tráfico y consumo de drogas, por lo tanto generan violencia e inseguridad.
Las estructuras cerebrales involucradas son todas aquellas que nos permiten sentir placer; por ejemplo:
-Amígdala: Da una sensación desagradable al no ingerir nada, por lo que el paciente prefiere administrarse más drogas.
-Lóbulo de la ínsula: Recoge los sabores orales o por vía aérea, promoviendo su ingesta, creando una sensación de seguridad.
Las drogas ursurpan el lugar de los alimentos, ya que estos solo actúan acá.
Podemos tomar medidas de prevención para que los jóvenes no la ingieran, por ejemplo; los padres deben tener mayor comunicación con sus hijos y evitar el mal ejemplo de “padres adictos”, la pobreza extrema es un gran factor pero no se puede atacar fácilmente; poner a los jóvenes a realizar actividades recreativas, mayores ambientes confiables, no exponerlos a entornos violentos, dejar de vender alcohol y cigarros a los adolescentes, el sector salud debe brindar campañas de información.
Sin duda alguna el problema de las adicciones está teniendo cada vez mayor dimensión en la población, afectando más a los adolescentes ya que esta etapa trae cambios emocionales, aunado a esto si hay problemas en el hogar, los jóvenes tratan de evadir la realidad; este problemas tiene consecuencias en ámbitos sociales, por ejemplo, en la familia, los chicos llegan a robar el dinero de sus padres, siendo de pocos recursos; en ocasiones se drogan en las calles, causando miedo a la gente por sus reacciones; al igual le están haciendo daño a su organismo, siendo tan jóvenes acaban sus metas con esto. Por lo tanto, si se conoce a algún adicto, hay que llevarlo a un centro o fundación para que lo ayuden, los padres deben estar al pendiente de sus hijos, denunciar a personas que vendan estas sustancias, con esto no se acabará el gran problema pero si se disminuirá.
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