El comienzo de todo es algo desconocido y la respuesta de cómo pasó es una incógnita, cómo empezar si no tengo idea de como inicio esta historia. Tal vez por el cómo cambio mi vida, el cómo la conocí a ella o mejor por el cómo me sentí tranquilo por primera vez.
Qué pasó, ¿Qué sentí y qué cambio? Mi vida era de lo más normal y sencilla incluso recordarla me es muy aburrido un niño que pasó a joven con los típicos estándares, mi perspectiva de la mida hasta mis 17 años era el crecer para trabajar y poder sobrevivir lo cual es sin duda una idea muy deprimente pero no tanto alejado de la realidad, cuando pasaba un día dirigiéndome a mi hogar todo cambio no se como explicarlo pero incluso mi cuerpo se erizo yo pasaba por las avenidas principales de la ciudad de Manchester entre las calles Nicholas St y George St el atardecer iluminaba los árboles con un resplandor muy bello, no había tráfico y se escuchaba el cántico de las aves pero de un momento a otro todo se torno gris y seco hasta el momento esa tonalidad sombría me gustaba más era más sereno algo que me gustaba más. Las primeras gotas empezaban a caer el frío se sentía y la gente se resguardaba yo seguía caminando la lluvia no me molestaba el frío era lo de menos y la distancia a mi destino no me importaba, la lluvia se soltó más fuerte notaba que seguramente empeoraría y en mi camino miré al frente una silueta era una chica tenía un cabello no tan largo pero muy hermoso, unas manos que a la vista se notaban muy suaves y lo confirmé al ver como las gotas de lluvia se deslizaban por su cuerpo, no se ni porque no la dejaba de ver pero solo quería verle los ojos y en cuanto volteo todo cambio.
Ella parecía una mujer muy soberbia alguien indomable cuando pase caminando a un lado de ella me volteo a ver, sus ojos me miraron con una seriedad y una atención incomprensible me detuvo tomándome del brazo y me dijo
-No te alejes te mojaras más. -en realidad ya estaba muy mojado pero mi cuerpo decidió obedecerla y permanecer a su lado.
Aunque le hice caso y la mire de lejos al estar tan cerca de ella no podía ni verla ni mucho menos hablarle. Hasta que la volví a escuchar.
– Cómo te llamas?- con una voz muy temblorosa y apenada le dije.
– Soy Derek Lively – seguido de eso, pregunté -¿Puedo saber el tuyo?
– Claro, yo me llamo Serena y es un gusto conocerte.
Me propuso que la acompañara a un bar a tomar algo y conocernos en lo que la lluvia paraba y a pesar de que yo no tomo decidí ir y estar con ella, tras pasar un rato con ella la mire frente a frente comencé a temblar y no sabía que tenían me sentia intimidado o simplemente tenía frío, no para nada era algo más ella me miro y solto una sonrisa le pregunté.
– ¿Pasa algo? a lo que su contestación fue una sonrisa a un mayor y más duradera.
– No, es solo que me parece que no puedes mirarme a los ojos y eso se me hace un tanto lindo – no sabia que hacer ni el porque yo me encontraba así.
– No te preocupes es algo normal soy una desconocida la cual te invito a tomar una copa al conocerse en un pequeño instante, pero no tengas miedo simplemente me dio curiosidad conocerte y ver como eres me alegra que si pudieras estar conmigo la lluvia se tornaba muy fea y no e gustaria que un dia tan lindo se tornara oscuro, pero creo el dia mejoro al menos desde mi perspectiva.
Intente responder algo lindo pero mi mente y mi boca no conectaban y solamente pude responder.
– Tienes unos ojos muy lindos aunque tu mirada es un tanto engreída – no supe ni qué estaba diciendo en ese momento sentí que se molestaria y que se marcharía.
– No eres el primero en decirme eso y aunque a la mayoría si los veo de una manera despreciable contigo no lo he sido, lamento si mi mirada te causa alguna molestia pero a ti te miro distinto. Puedo saber, ¿porque tu no me miras?
– Es algo que ni yo sabría explicar puede que me des miedo o te me hagas algo impotente pero en realidad me gusta mucho esos ojos que tienes incluso de que tu mirada me llegue a atemorizar,
Hablando se nos pasó el tiempo conocí acerca de ella y para cuando me di cuenta ya era media noche, la luna estaba completamente resplandeciente puesto que había luna llena ambos notamos que esa noche irradiaba un resplandor muy único,
– No te parece una luna hermosa? me pregunto
– Claro es muy bella, se siente tan bien estar mirándola – era la primera vez que sentí tranquilidad y nada me preocuba, quería continuar y sentirla cerca, creo era eso al estar a su lado sentí la verdadera tranquilidad y alegría. Después me atreví a preguntar ¿Te volveré a ver?
me respondió.
– Claro, me la pase muy bien contigo pero solo abra una condición, nos veremos cuando necesites que la luna vuelva a brillarte – se dio la vuelta y se marchó.
No sabía si realmente la vería, me propuse a ser distinto y cambiar mi manera fría de ser ya que me gusto mucho el ser libre como lo fui a su lado.
Paso alrededor de un mes me dispuse a salir ya que era luna llena ese dia subi a un mirador para poder apreciar mejor la luna, era tan hermosa como cuando estaba con Serena, me dije a mi mismo que si no la volvia a ver por lo menos miraría la misma luna que ella cuando todo cambió escuche un grito era esa voz tan dulce de ella, me dijo.
– Una bella noche donde te vuelvo a encontrar espero y esta vez sea eterna.
No existen palabras para describir lo que siento pero se que es un amor único y verdadero.
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Dario Valentin Martinez Lopez Grupo:401
Colegio de Bachilleres del Estado de México
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