Ya nada tiene sentido,
porque las gotas ya no mojan la piel de tu paraíso.
Nos quedamos así:
tú por tu lado
y yo vagando raro.
Había una luz en tus ojos,
una flama que me volvía loco…
y ya no.
En otra línea de tiempo,
¿estarías para mí?
Y si me vuelvo aire,
quizá inhales mi amor.
O tal vez, si el sol quemara tus labios,
recordarías
que ya no estoy a tu lado.
Deseo que tu vida sea hermosa,
aunque quizá conmigo fue un engaño.
De mi parte lo intenté,
incluso cuando entendí
que el resultado era siempre el mismo:
la misma fórmula
de abrazarte
y perder la cabeza por ti.
Así que cerré los ojos
y te dejé pasar,
aunque por dentro
moría
por volverte a besar.
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