En mis sueños se escuchaba música nórdica,
música de mayas, aztecas y toltecas,
música sacra, profana e irónica
música tan fuerte, tan intensa.
–
En mi sueños yo veía los volcanes
en mis sueños podía volar,
en mis sueños atravesaba los mares
en mis sueños sabía navegar.
–
En mis sueños veía fuego
y podía tocar su rígida piel,
montaba dragones con esmero
todos gritaban a una voz: Ella es.
–
Imponente mi dragón se posaba en tierra
y nadie más que el me podía tocar,
todos temían su aliento con olor a guerra
todos respetaban mi caminar.
–
La gente que en mis pesadillas mi alma golpeaba
en mis sueños el más cuerdo se trastornó;
miran todos el porte de las temerosas alas,
nadie nunca jamás en mis sueños me tocó.
–
De mí huían los varones que con desdén toman a las señoritas
Huían los varones que me lanzaron a la mar
de mí huían como hormigas mientras gritan:
«Huyan todos, el dragón se ha de enojar».
–
En mis sueños volaba entre los cielos tan callados
nuestras alas disfrutaban el calor
todos nos temían, respetaban o huían
Éramos en mis sueños… mi dragón y yo.
–
En mis sueños todos me querían
me entregaban flores al amanecer,
en mis sueños todos me amaban
halagaban de pies a cabeza mi ser.
–
Montado sobre tierra tu aliento me protegía
tus atroces garras podrían destruir una ciudad
en mis sueños todos me temían
en mis sueños nadie me podía codiciar.
–
En mis sueños huían las mujeres malas
corrían tomándose los vestidos hacia el pecho
en mis sueños nadie me mentía con desdén
nadie me rechazaba en su camino derecho.
–
En mis sueños las flores nunca se marchitaban
en mis sueños nadie anhelaba mi cuerpo
en mis sueños todos amaban mis palabras
en mis sueños nadie tocó, nadie fue terco.
–
En mis sueños estaba la música llena de tambores
rompía el suelo la música ancestral
yo volaba en mi dragón lleno de dolores
en mis sueños nunca sufrí tal dolor infernal
–
En mis sueños no había manos en mi vientre
las garras del dragón me protegían del varón
las alas me cubrían de las mujeres
En mis sueños nada de mis pesadillas sucedió.
–
En mis sueños había música oriental
se escuchaba el bailar del gélido polo norte
No había inicio, ni Alaska, ni peligroso mar.
–
En mis sueños yo volaba
en mis sueños mi aliento ardiente asustaba
En mis sueños tú eras fuerte
en mis sueños con tus dientes, garras y alas
en mis sueños fuiste imponente
–
En mis sueños yo volaba
en mis sueños era fuerte
en mis sueños nada pasaba
en mis sueños yo era un dragón solamente.
-Kristel.
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